17. Sentimientos: la magia del muérdago (parte uno)

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Estimado amigo;

¿Ya había perdido la costumbre, no es cierto? Seguro que ha pasado tanto tiempo que ya no me recuerdas. Pero quiero decirte que hoy he despertado sintiendo como si todo fuese igual que antes. Estoy feliz, estoy tan feliz como nunca antes me había sentido y no es sólo él, es todo lo que ha pasado desde que lo conocí. Siento que de alguna forma, Alden Black vino a revolucionarlo todo y esa revolución me ha llevado a lugares que ni siquiera recordaba conocer de mi persona.

Hemos salido estos últimos meses, después de la noche en el festival. Aún no pasa nada entre nosotros, con decirte que ni siquiera se ha dado nuestro primer beso, aunque pienso que el día está cerca. Quizá esta vez me atreva a hacerlo, a dar el primer paso ¿por qué no?

Ellie también lo acepta. Y Rose me ha dicho que nunca me había visto como ahora. Puedo sentirlo amigo mío, puedo sentir que algo está cambiando y no sé qué tan bueno sea pero... seguramente me sorprenderá.

Prometo escribirte pronto.

—Scorpius.

[...]

El bosque se pintaba de blanco nuevamente; el invierno había llegado y con ello las vacaciones de Ellie. Aquello significaba no más escuela, no más Alden por al menos un mes. Sin embargo, aquella idea había llegado a su mente, ¿y si invitaba a Black a celebrar con ellos?

Scorpius generalmente solía ir con sus padres a pasar las fiestas, no hacían grandes celebraciones pero, era un ambiente cálido y agradable. Draco ya lo sabía, sabía que nunca traería una mujer a casa, así que aunque al abuelo Lucius le pareciese incómodo, ya sabían que el día que eso pasara, no sería una sorpresa. Scorpius lo había pensado, había meditado la idea por varias semanas antes de decidirse a hacerlo, así que ese día muy temprano había enviado la carta a sus padres y la respuesta llegaba apenas unas horas después. ¿Se habría molestado?

Scorpius tomó el sobre entre sus manos.

"Querido Scorpius;

Nos da gusto saber que has conocido a alguien. Draco está feliz aunque seguramente no va a decírtelo, después de la última vez ya se ha sentido bien. ¿Quién diría que el alumno superaría al maestro? Tus pociones hijo, han salvado la vida de tu padre y eso estoy seguro que nunca encontrará la forma de agradecértelo. Sin embargo, no te escribo para decirte todo eso. Verás, tu abuelo Lucius está un poco indispuesto y le ha pedido a Draco que vaya a verlo a casa, no puedo contarte por qué o para qué, pues ni yo sé de qué se trata. Por esa razón no podremos pasar este año las fechas con ustedes, si lo deseas, te veremos antes de que acabe el año, lleva a Ellie, Draco ya ha envuelto sus regalos desde hace semanas y le dará gusto verla.

Este muchacho del que nos platicas, también está invitado si quieren asistir. Danielle vendrá con mi hermana y seguro te sorprenderás de quién será su compañía.

P.D. No le digas que te he contado o Daphne me matará. Así que guarda las ansias para cuando nos veamos.

Feliz navidad Scorpius. Tu padre y yo te amamos, no lo olvides.

Mamá."

El rubio soltó un suspiro. Bien, sus padres estarían lejos y aunque no era el plan que tenía en mente, con mucha más razón deseaba ver a Alden. Draco ya estaba mejor, pero algo le decía que el abuelo no y era algo en lo que no deseaba pensar ahora. Tomó aquel aparato muggle y llamó a Alden para hacerle la invitación. Navidad sería en dos días a partir de entonces y aún tenía que pensar en cómo arreglaría la casa y planearía todo para recibir a Black.

Después de darle muchas vueltas, había decidido que ese sería el momento. Antes de aventurarse a iniciar algo con Alden, deseaba hacerle saber que era un mago y conocer su reacción, si no salía corriendo como esperaba, entonces ya no tendría nada que temer.

Su teléfono vibró en su bolsillo.

22/12/34 Mensaje recibido de Al 16:45: Hey! ;) confirmando mi asistencia para el 24. Por favor dime que no te has arrepentido porque ya tengo el regalo para Ellie y también el tuyo. X

22/12/34 Mensaje enviado 16:46: Confirmando que estoy totalmente arrepentido.xx

22/12/34 Mensaje recibido de Al 16:47: ¡No juegues conmigo Malfoy! Xx

22/12/34 Mensaje enviado 16:47: ¡Bromeo! Ya lo sabes, el 24 nos vemos. ;) no son necesarios los regalos. Aunque también ya tengo el tuyo. X

Y no mentía, Scorpius había estado trabajando en él la última semana, no sería gran cosa pero estaba seguro que le gustaría al chico. Pasó cerca de una hora conversando con Alden al teléfono hasta que recordó que aún tenía que recoger a Ellie en casa de su tía Daphne.

Pasó por ella y se quedó un rato con ella, Daphne y él habían sido bastante unidos en sus años de estudiante y para Scorpius era como una segunda madre. Tampoco los vería para navidad pues según Daphne, acompañaría a Danielle a Bulgaria, Scorpius no necesitó saber más, pero sus teorías comenzaban a cobrar sentido. Danielle estaba saliendo con alguien y esperarían a año nuevo para decírselo a él. Se lo merecía, él tampoco le había contado a Danielle sobre Alden cuando todo inició. Su venganza si estaba siendo dulce.

Casi a final de la noche, Scorpius se despidió de Daphne y se marchó a casa en el auto. Ellie venía bastante despierta a pesar de ser tarde, pues había dormido unas horas antes de que el llegara.

—Papi, ¿cuándo vamos a poner nuestro pino? —Scorpius lo meditó un segundo. Entre tantas cosas que ocupaban su cabeza esos días, había olvidado por completo los adornos. —Si no ponemos pino, Santa no podrá llegar—Scorpius soltó una risita.

—¿Quieres ir de cacería mon? —Ellie le miró juntando sus manos saltando sobre su asiento. Cacería significaba ir al bosque y cortar su propio pino. Lo habían hecho dos años antes junto a Danielle así que no era algo difícil. Scorpius cortó vuelta en un sendero y aparcó el auto a unos kilómetros de su casa, ajustó el abrigo de Ellie, sus guantes y el gorro y salió con ella trepada sobre sus hombros.

—¿Puedo escoger el pino papi? ¿Puede tener mucha nieve?—Scorpius asintió mientras sus pasos se marcaban en la nieve del suelo. —Escogeré uno que también le guste a Alden, ¿va a venir papi? ¿Lo invitaste? —Scorpius se ruborizó pero asintió con la cabeza.

—¿Te gustaría que Alden formara parte de nuestra familia linda? —Ellie afirmó con un aplauso, sus manitas jugaban con los copos de nieve que caían sobre sus cabezas y en ese momento era obvio que estaba muy feliz.

—A ti te gusta papi y a mí también. Es muy amable y te mira como la abuela ve al abuelo—Scorpius rio cubriendo sus labios. Eso era algo con lo que nunca se habría comparado.

—¿Ah sí y cómo es eso exactamente mon?—Ellie ladeo su cabeza.

—Como cuando vemos las estrellas, eso creo—Scorpius se sintió contento. ¿De verdad era tan evidente? ¿Cómo lo veía él? Scorpius se sintió curioso. —Y tú también lo ves así, si tú quieres a Alden, también yo voy a quererlo papi—Scorpius depositó un beso sobre su mano. Eso era todo lo que necesitaba oír. —¡Ese! ¡Ese de allá!—gritó la rubia señalando hacia un enorme pino frente a ellos. Bajo a la pequeña de sus hombros y sacó su varita muy despacio.

—Varitas listas mon, a la de tres. Una, dos... tres—los dos apuntaron hacia el pino y poco a poco se desprendió del suelo. Scorpius por supuesto realizaba el mayor trabajo pero Ellie no se quedaba atrás. A sus cinco años era una brujita talentosa y aprendía rápidamente cualquier cosa que él o Danielle le enseñaran. Inclusive recordaba haber visto dos o tres veces a su padre preparando pociones con ella, enseñándole a mezclar y reconocer ingredientes y esa imagen nunca la borraría de su mente.

—¡Está flotando papi, está flotando!—Elliecontinuaba apuntando mientras daba saltos y ayudaba a Scorpius a guiar el pinohasta el auto. Scorpius lo ató a la parte superior y condujeron a casa justo atiempo. Pasarían el día siguiente entre compras y decoraciones y la navidadsería inolvidable. 

Mil cartas y un regaloWhere stories live. Discover now