19. Bienvenido a casa

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Me separo de él bruscamente. No sé cómo o por qué es que ha pasado todo esto, pero estoy más que seguro que no puede ser real. No hay forma de que lo sea, simplemente no es posible… y es que sólo soy yo alucinando nuevamente como lo he venido haciendo por cinco largos años.

Me llevo ambas manos a la cabeza y me dejo caer en el suelo, contraigo los párpados y niego una y otra vez con la cabeza, esperando, deseando que su imagen se vaya tan rápido como llegó, pero no lo hace; no importa cuánto trate, no se va, no desaparece y esta vez siento su mano acercándose a mi rostro; me toca la mejilla y se siente cálido, seguro, inexplicablemente real…

—¿Scorpius?—me pregunta hincándose sobre sus rodillas frente a mí. Me concentro en sus bonitos ojos verdes que me observan sin descanso, el corazón me late muy a prisa y… no sé explicar esa intensa sensación que me invade entre nostalgia y alegría. Luce como Albus, pero no estoy seguro de que sea él. Probablemente esté soñando, aunque no se sienta como tal.

Me tallo los ojos varias veces pero Albus no se va y yo no despierto. Me pellizco fuerte en el brazo y siento un poco de dolor, aunque no debería ser así. Repito el proceso, pellizco mi brazo y antebrazo una y otra vez pero es lo mismo y veo mi piel ponerse roja y palpitar mientras lo hago.

—¡Basta Malfoy! Deja de hacer eso…—Albus me reprende y me doy cuenta cuando me toma la mano para detenerme que no hay forma de que esto sea sólo un cruel sueño. Me acaricia temblorosamente las mejillas y es una sensación tan electrizante que me petrifica; me petrifica sobre un suelo que me parece colapsará en cualquier momento bajo mis pies. —Soy yo… soy Albus—me dice y sonríe. Veo sus ojos cristalizarse, completamente llenos de lágrimas. No tiene idea de lo que siento al saber que realmente está aquí.

Me levanto junto a él y me sonríe nuevamente. Siento las yemas de sus dedos recorriendo inseguramente cada parte de mi piel, me altera, me sofoca, pero es perfecto. Suspiro y atrapo su mano con la mía, me quedo ahí por un instante antes de llorar y sentir mis lágrimas mojar nuestras manos. Sonrío como un idiota, y él también lo hace, beso su mano, su frente y me aferro a sus brazos sin dejarlo escapar. «Es él, es mi Albus»

[…]

No sé describirlo, no sé cómo decirle qué es lo que ha pasado o cómo fue que llegué aquí en primer lugar. Sentía la cabeza darme vueltas, me veía y lo veía a él desde el más lejano de nuestros recuerdos, nos veía reír, llorar y recorrer el mundo juntos. Estaba ahí y eso era todo lo que sabía y quería saber…

Lo tomé en mis brazos, respire su aire, me deje embargar por la suave sensación de nuestros cuerpos juntos y lo besé. Me perdí conscientemente en lo más profundo de sus labios, lo toque con ansia y sentí su aliento acelerarse poco a poco ante mí.

—Esta es la mejor navidad de todas—me susurra y no podría estar más seguro de eso. Scorpius es todo lo que siempre había soñado, es mi mejor amigo y el hombre al que más he amado en toda mi vida. —Quizá… deberías verla, se pondrá como una loca al verte—sé que se refiere a Ellie y no es por nada pero también yo muero por volver a verla. Tengo miedo claro, y es que no sé cómo explicarle que lamento mucho no haber podido estar para ella. Necesito tiempo, necesito calmarme para saber qué decir y no arruinarlo.

—Lo haré, pero será mañana. Aún… aún no sé cómo se lo diré, cómo haré que me perdone por todo—Scorpius me abraza escondiendo el rostro entre mis hombros.

—Es nuestra hija, si alguien lo entenderá, esa será ella, te lo prometo—asiento con la cabeza. Eso es lo que espero. —¿Suficientes emociones por una noche?—me pregunta y no puedo ocultarme la risa.

—La verdad es que puede que… soporte algunas más por esta noche—me ruborizo y Scorpius ríe pícaramente mirando mis ojos. Lo ha pillado y siento sus manos juguetear con mi camisa mientras nos vemos sin decir palabra alguna. Se siente interesante, se siente excitante y es que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que recuerdo haber sentido sus manos recorrerme así.

Lo tomo por la nuca y lo beso empujándolo hacia mí con destreza, es delicioso, es perfecto y no tiene una idea de lo que me produce con tan sólo una mirada. —Te necesito…—susurra a mi oído y muerdo uno de sus labios apenas con algo de fuerza, lo hago jadear y le quito la ropa lo más lento que puedo. La arrojo al suelo y me pierdo en lo hermoso que es desde la cabeza hasta la punta de sus pies. Scorpius Malfoy es hermoso, es realmente hermoso…

Mientras lo beso, me permito acariciar su cuerpo, recorro su cuello, sus hombros y los brazos, me retiro la camisa y los pantalones y bajo lentamente por su pecho besando cada punto que le gusta como le gusta; me detengo en sus tetillas y tiro de ellas sólo un poco haciéndolo gemir y arquear su cabeza. «Aún no he perdido el toque»  Las succiono y juego con mi lengua alrededor de ellas, sabe bien y le gusta, puedo sentir que le gusta lo que estoy haciendo.

Me empuja sobre la cama y me aprisiona con los brazos a la altura de mi cabeza, siento su aliento y su miembro rozarme poco a poco el vientre y mucho más abajo. Me estremezco y lo dejo tomar el mando, lo dejo besarme cada rincón que desea besarme, tocarme y acariciarme como sólo él sabe hacerlo. Ahogo un grito.

—¿Así?—murmura jugando con su lengua sobre mi ombligo y yo asiento con la respiración acelerada. Intento tocarme pero sus manos me detienen y es él quien toma mi erección entre sus manos. —Yo me ocupo, descuida—me guiña un ojo y presiona sólo un poco mi pene antes de acariciarlo. Lame sus labios y me besa; no tiene idea de lo que me provoca y sólo gimo arqueando mi espalda porque no puedo articular algo coherente. Siento mis venas palpitar entre sus dedos y estoy seguro que no falta mucho para que me llegue mi primer orgasmo. Me avergüenza un poco que todo sea tan rápido pero tengo mucho tiempo en abstinencia y no es mi culpa.

Scorpius baja hasta mi entrepierna y sonríe antes de tomar mi miembro y succionarlo. Me estremece y de verdad que no hay palabras que describan la increíble sensación de sus labios o lo loco que me vuelve al moverse así.

—Ah… Scorpius… ¡joder!—me quejo y puedo sentir su risa mientras paladea y sigue sin detenerse ni un instante. —Scorp… yo… ¡Wow!—no sé qué es lo que hace pero es increíble y ya no puedo aguantarlo más. Me aferro a las sábanas con fuerza y eso es todo.

Respiro sofocadamente y giro mi cabeza hacia él una vez que se recuesta a mi lado. Le sonrío y nuestras manos se entrelazan sobre las sábanas. —Te amo—me dice y sé perfectamente que no son sólo palabras, lo siento hasta lo más profundo de mi alma y es algo cálido que descansa en mi interior. Scorpius es mi lugar seguro, mi calma... mi hogar.

—Feliz navidad Potter—

—Feliz navidad Malfoy—respondo y me acurruco entre sus brazos para descansar. Por hoy ha sido suficiente. —Aún te debo tu regalo, pero me temo que tendrás que esperar hasta mañana—Scorpius ríe.

—¿Tan rápido he agotado tu energía?—bromea y le doy un buen golpe mientras río y me sonrojo.

—Estará recargada por la mañana, eso te lo aseguro y cuando lo haga…--Scorpius coloca un dedo sobre mis labios y me río.

—Bien, bien… lo entiendo. Sólo llevaremos a la niña con mi padre y probaremos si eso es cierto cuando regresemos—

—¿Eso es un reto?—arqueo una ceja y Scorpius sólo me guiña un ojo.

—Buenas noches Albus—

—Buenas noches Scorp—

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⏰ Last updated: Aug 18, 2016 ⏰

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