14

107 14 0
                                    

- ¿Sí o no? - insisto viendo que no contesta a mi pregunta.

- Sabes que no puedo decirte nada - contesta... ¿Enfadado?

- Creo que he recordado algo, pero no estoy segura si es verdad. - En seguida Aiden me mira. - Tú y yo estábamos aquí y también me tiraste al agua, se me transparentaba la camiseta y me mirabas las tetas por lo que te llamé pervertido. Tú acortaste el espacio que nos separaba y acabamos besándonos.

Aiden solo me mira con los ojos abiertos, como si no se lo pudiese creer y me está empezando a poner nerviosa.

- Necesito saber si es verdad, ya no sé ni que son sueños ni que son recuerdos - grito frustrada.

- Sí... Hace cinco años de eso - murmura aún impresionado.

- Entonces, sí que nos besamos por lo que eramos... ¿Novios?

- Eso ya no te lo puedo decir, tienes que recordarlo tú.

Suelto un grito de frustración antes de empezar a nadar para alejarme de él.

(...)

Después de hacer un picnic en la playa volvimos al coche y Aiden me llevó hasta lo que parecía ser un edificio abandonado. Si antes me daba la sensación de que me iba a violar, ahora más.

Al principio no entendía por qué me traía aquí hasta que entramos y veo un piano. Y no, no es cualquier piano, es un Steinway.

- Aiden... - le llamo consiguiendo su atención. - No puedo tocar con un brazo escayolado.

- Eso no importa, ven.

Se acerca a mí y me coge del brazo bueno para llevarme hasta el piano.

- Sientate. - Hago lo que me dice y en seguida él se sienta a mi derecha. - Yo seré tu mano derecha.

- Eso no tiene sentido - le contesto con una sonrisa en el rostro.

- Sí que lo tiene, mira.

Aiden empieza a tocar notas sueltas intentando hacerme creer que sabe lo que hace, aunque no lo consigue. No puedo evitar reirme al verle tan concentrado en intentar buscar cada nota. Enseguida me empiezo a inventar un acompañamiento. Al principio no suena muy bien, pero poco a poco conseguimos que suene... decente.

¿Por que se porta tan bien conmigo? ¿Tanto le importo?

Terminamos entre risas de tocar nuestra canción original y Aiden se gira hacia mí.

- ¿Podía o no ser tu mano derecha?

- Vale, igual sí que tenías razón... - murmuro a regañadientes como si fuese una niña pequeña que no quiere admitir que se ha equivocado.

- ¿Que? No te he oído ¿Podri...

- ¡Sí, tenías razón! - le grito haciendo que se empiece a reír.

Poco a poco su risa se va calmando y nos quedamos en silencio intercambiando miradas. Yo sólo puedo mirar sus ojos verdes que me miran con intensidad. Mi estomago empieza a sacudirse y mi corazón se acelera al darme cuenta de lo cerca que estamos. ¿Que me pasa? ¿Por qué ahora mismo tengo tantas ganas de besarle?

Bajo la mirada a sus labios. En seguida la vuelvo a subir a sus ojos y veo como él está mirando también mis labios.

Sé que lo que voy a hacer puede que esté mal, pero aún así lo hago:
Acorto el espacio entre nosotros y le beso.

Vida Perfectamente ImperfectaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin