20

83 11 1
                                    

POV Aiden

Me siento tan impotente aquí sentado, en el sofá, sin saber donde está Brooke. Me gustaría haber acompañado a Amelia, pero su forma de hablarme me dejaba claro que no podía acompañarla.

"Aiden, no se lo tengas en cuenta. Ella ahora mismo está mal y se siente sola, no ve a toda la gente que tiene alrededor. Solo... Dejale tiempo." Me había dicho Amelia antes de irse, hace ya unas cuantas horas.

¿Dejarle tiempo? No sé como lo haría, pero le daré todo el tiempo del mundo con tal de que se recupere. La quie... No, la amo, estoy seguro, y sé que nuestra historia no puede acabar así, yo no creo en los finales tristes.

"No hay historia de amor que tenga un final feliz. Si es amor no tendrá final, y si lo tiene, no será feliz."

Ahora sé lo que me quería decir mi madre al repetirme una y otra vez estas mismas palabras cuando era pequeño. Y yo me niego a que mi historia con Brooke termine. No lo voy a permitir.

No sé que pensaba que iba a pasar después de decirle que no eramos primos... Tal vez que lo intentáramos de nuevo, pero ni siquiera se me había pasado por la cabeza que Brooke saldría corriendo. Aún siento como el corazón se me encoje al pensar que si ahora está mal, es por mi culpa. La he presionado demasiado, tendría que habérselo dicho más adelante, cuando recordase más cosas.

Inconscientemente reviso el móvil por si tengo algún mensaje o alguna llamada de parte de Amelia, aunque sepa que no va a ser así. ¿Estará con Brooke o no?

(...)

A la mañana siguiente me despierto con dolor de cuello por haber dormido en el sofá. Reviso el móvil, pero sigue sin haber ningún mensaje ni ninguna llamada nueva.

Estoy preparando mi desayuno cuando alguien llama al timbre. Al abrir me encuentro con Amelia, la cual parece no haber dormido bien.

- ¿Que ha pasado? - pregunto rápido. - ¿Y Brooke, está bien? ¿Donde está?

- ¿Puedo... Pasar? - pregunta triste y decaída. Yo asiento y me aparto para dejarle paso.

- ¿Que pasó ayer? - pregunto nervioso.

- Brooke no está bien - murmura. - Está rota por dentro, siente que nadie puede ayudarla y que está sola en esto. - Toma aire. - Me dijo que le dejáramos espacio... Aiden, Brooke no quiere que estemos cerca suya. Dice que... No quiere arruinar nuestras vidas. - Por primera vez desde que ha entrado en mi casa me mira a los ojos y puedo ver que los suyos están cristalizados. - Dice que no quiere retenernos, no quiere que dejemos nuestra vida por una chica estúpida sin recuerdos.

- ¿Donde está?

- ¿No me has escuchado? - pregunta rompiendo en llanto. - No quiere vernos, no nos quiere con ella. Ella está rota y no quiere que le ayudemos.

Enseguida me acerco a ella y la abrazo. Nunca me había parado a pensar como estaría llevando toda esta situación Amelia. Ella ha sido siempre la que me he ayudado, sin pedir nada a cambio, y yo nunca me he parado a pensar en ella.

Estamos un rato en silencio, solo se escuchan los pequeños sollozos de Amelia y los coches pasar por la calle.

- Amelia... Brooke no quiere que estemos con ella, pero no tiene por que saberlo.

- No entiendo - dice mirándome como si hablase chino.

- Quiero decir, ella no tiene por que saber que estamos con ella. Podemos estar cerca, ayudándola sin que se de cuenta. - Hago una pausa pensando en lo que acabo de decir. - Podemos estar cerca vigilando que está bien, ya que sus padres no creo que se preocupen mucho. Podemos hacerle creer que no todo en su vida es malo, que también existen cosas buenas.

- Creo que sé por donde vas y... me gusta.

Ella se aleja porque piensa que todo lo que ocurre alrededor suya es malo, pero si le hacemos creer que no todo es malo, tal vez... No , tal vez nos deje estar con ella.

Prometo que no dejaré a Brooke sola, la ayudaré cueste lo que cueste.

Vida Perfectamente ImperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora