23

71 11 0
                                    

Ya va siendo hora de enfrentar la realidad. No paro de quejarme de que estoy todo el rato llorando y no me doy cuenta de que lo sigo haciendo, y encima quejándome de algo que ha sucedido por mi culpa. He sido estúpida al pedir a Amelia y a Aiden que se alejasen de mi, ellos solo querían ayudarme y al final solo he conseguido quedarme sola y aun peor. Ha tenido que pasar medio año para que me diese cuenta de esto y no creo que ellos quieran que vuelva a sus vidas así por que si. Yo si fuese ellos estaría enfadada y no querría verme, no después de haberme obligado a que me alejase.

Cojo el móvil temerosa y marco el numero que tan bien me conozco de tantas veces que lo he marcado. 

- ¿Sí? - contestan tres pitidos después.

No podía creer cuanto de menos había echado esa voz, cuanto de menos había echado a mi mejor amiga y sin poder evitarlo, me echo a llorar.

- Am-Amelia- digo con la voz ronca por estar llorando.

- Brooke - murmura mi amiga como si no pudiese creerlo. 

- Lo siento mucho, yo... yo no quería, pero necesitaba espacio y después pasaron los meses y ya no sabía como volver a hablarte - empiezo a decir tan rápido que dudo que me entienda una sola palabra de lo que digo. - Tenía miedo a haceros daño, a ti y a Aiden. No os quería ver sufrir más por mi culpa, ya habíais tenido suficiente y no se me ocurrió otra cosa que alejaros de mí. Así que entiendo si ahora no me quieres ver o ni siquiera me quieres escuchar hablar, pero te echaba tanto de menos y quería volver a verte, pero veo que ha sido una tontería y que no debería haber llamado. Adiós.

- ¡Brooke! Deja de decir tonterías y déjame hablar - me regaña mi amiga antes de dejarme colgar. - Claro que no estoy enfadada y entiendo el por que de tu alejamiento, aunque no sabes lo mal que lo he pasado sin tus tonterías diarias.

No puedo evitar reír a la vez que algunas lágrimas caen por mi mejilla. Haber escuchado a Amelia decir todo eso... No sé... Solo quiero ir y abrazarla.

- Me importas mucho como para enfadarme contigo - añade tras una pequeña pausa en la que ninguna decía una sola palabra.

- ¿Vienes? - pregunto indecisa.

- Claro, en diez minutos me tienes allí. - Y cuelga.

En diez minutos exactos el timbre de mi casa esta sonando y yo bajo corriendo a abrir. No había ni abierto la puerta del todo cuando Amelia ya me estaba envolviendo en uno de sus abrazos de oso sin dejarme siquiera respirar. Yo encantada le devuelvo el abrazo. 

No se cuanto tiempo pasamos abrazadas, pero nos separamos en cuanto oímos a mis padres llamarme desde alguna parte de la casa. Sin contestar cojo a Amelia de la muñeca y subimos a mi habitación.

- Brooke... Yo... Me preguntaba si...

- Amelia, al grano - le interrumpo riendo.

- Es que no sé si te gustará lo que te voy a preguntar.

- No me voy a enfadar, te lo prometo, y menos aún nada más vernos después de tantos meses.

- Quería saber que... que recuerdas - me dice temerosa por lo que no puedo evitar soltar una carcajada. 

- Muchas cosas, no todo, pero sí lo mas importante - contesto con una sonrisa sincera. De las pocas que he dado desde que nos separamos. - Recuerdo muchas tardes que pasamos juntas, hablando de cosas sin sentido, recuerdo prácticamente los cinco años que pasé en Londres, a la gente que conocí allí, recuerdo a Kate, y recuerdo a... Aiden.- Contesto bajando la voz en esto ultimo.

Un silencio bastante incómodo se apodera de mi habitación. Yo me limito a mirar por la ventana y Amelia tiene su mirada clavada en mí como si con una sola mirada pudiese verme por dentro, saber que pienso y siento en este momento.

- Broke...

- Amelia... - decimos a la vez.

- Dime tú primero - me pide mi amiga.

- Quería saber que ha sido de Aiden, quiero decir, que tal est-

- No se ha olvidado de ti si es lo que quieres saber - me interrumpe enseguida. - Es mas, sigue enamorado de ti y no creo que deje de estarlo en mucho tiempo. Aún tienes la oportunidad de recuperarle, Brooke, aprovéchala.

- No sé si debería meterle otra vez en mi vida, no quiero que sufra... Yo hago que la gente sufra.

- Tú veras lo que haces - me dice dando por terminada la conversación y acercándose a abrazarme otra vez

Vida Perfectamente ImperfectaWhere stories live. Discover now