Él ✧ sebaciel

diecinueve

No te vi en la cafetería... Sino en otro lugar.

Estabas al lado del carrito de dulces, en la esquina de la avenida.

Siendo tu admirador secreto (para no decir acosador), no podía simplemente ignorarte y pasar de largo.

Me escondí detrás del puesto de diarios que estaba a pocos metros y desde ahí pude verte sin ninguna dificultad.

Compraste demasiadas golosinas. ¿Quieres dañarte los dientes?

Dejando eso de lado, te metiste una azulada y pequeña paleta a la boca.

Creo que soy un pervertido.

Estaba pensando de forma lasciva mientras tú sólo degustas un dulce.

Pasaste varias veces tu linda y rosada lengua por el caramelo, terminando por dejarla azul.

Se deslizaba por tus labios, volviéndolos más brillantes debido a la saliva esparcida sobre ellos.

En mi mente en demasía erótico. Poco me importó la verdadera inocencia de tus acciones.

Decidí no ir al café.

¿Soy un depravado por tener una erección?