Él ✧ sebaciel

sesenta y cinco

Estuviste antes que yo en la cafetería, lo cual fue extraño, ya que siempre te tardabas.

Tu café estaba vacío, y apenas tocaste tu pastel.

Besé tus labios, pero tú te apartaste mucho más rápido que de costumbre.

Con una expresión de... ¿asco?

Quizás estaba alucinando, pero mi corazón se achicó en mi pecho.

"¿Cómo estás?", pregunté con amabilidad, ignorando lo anterior.

"Como siempre"

Lo cortante de tu contestación ató un nudo en mi garganta.

"¿Eso es bueno?"

No recibí respuesta de tu parte.

"Te quiero, Sebastian", dijiste sin previo aviso.

Tus fríos dedos se pasearon por mi rostro, mientras te me acercabas.

Apoyaste tu frente sobre la mía, y mantuviste tu vista fija sobre la mía.

Pero, nos separamos de repente.

"Nos vemos mañana"

Y te fuiste.

Dejándome con las palabras en la boca, y totalmente desconcertado.