Él ✧ sebaciel

noventa y nueve

No mostraste ni un ápice de arrepentimiento, mientras nos alejábamos del lugar en llamas.

Más bien, querías fingir que lo habías olvidado.

Parecías no querer cerrar los ojos, ni siquiera pestañear.

¿Será porque temías que, al hacerlo, todas tus pesadillas pasen frente a tus párpados?

Escondiste tu amargura, detrás de una máscara de ingenuidad.

¿Por qué lo hacías?

Si todos tus demonios salieron a la luz.

Y déjame decirte, mi amor, lo mucho que duele amarte.

Porque no es fácil amar a cada uno de esos demonios, la sombra que te persigue e incluso todas tus memorias, manchadas de rojo.

Pero, aprendí de todas tus heridas y reviví tu pasado como si fuese el mío.

Y ahora, que veíamos a través de la ventana del auto, el viejo café en la avenida;

Un sentimiento de nostalgia, se instaló en la boca de mi estómago.

Porque todos los momentos juntos quedarían, por siempre, impregnados en los vidrios de la cafetería.