Capítulo ocho

3.5K 201 0
                                    

-¿Por qué no vamos a aquella cafetería de allí?- pregunto señalándola.

Sarah y yo acabamos de salir de otra de las sesiones y estamos buscando algún lugar donde poder conversar y conocernos mejor.

-Con que paremos de caminar, me da igual- dice soplando, a la par que se quita el sudor de la frente- Puta calor, me va a dar algo y todo.

Una mujer que trabaja allí, sale a recibirnos y nos señala una mesa afuera.
Nos sentamos cómodamente y Sarah empieza la conversación- Bueno, tú sabes muchas cosas de mí, pero yo no sé nada de ti. Es injusto.

-Tampoco hay mucho que contar, mi vida es aburrida- le cuento todo lo que conté durante la primera sesión y ella abre los ojos impresionada y aturdida.

-¿Y decías que tu vida era aburrida? Joder, lo siento- comenta con su típico vocabulario.

-No tienes que sentirlo, no es culpa tuya- como otro pedazo de carne del plato que me han traído- ¿Y tú? No creo que lo que contaste allí, fuera lo único de tu vida.

Mira hacia abajo cabizbaja- No hay nada más.

-Oh, venga, debe de haber algo detrás de toda esa faceta de chica mala.

-En realidad, sí lo hay. Tuve una pareja de baile, él fue el chico con el que duré más tiempo. Nuestra relación empezó gracias al baile. Siempre estábamos juntos, porque siempre bailábamos- empieza a recordar cosas.

-Él me hacía feliz- prosigue- Hasta que me rompí aquel brazo, nada fue lo mismo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Él me hacía feliz- prosigue- Hasta que me rompí aquel brazo, nada fue lo mismo. El médico no me dejaba bailar y, cuando logré recuperarme, mi puesto lo había ocupado otra persona. Desde entonces, no lo he vuelto a ver y seguro que ahora estará feliz y con novia.

-¿Y nunca has intentado volver a contactar con él?

-¿Qué? ¡No! Qué vergüenza. No quería ser un perrito faldero detrás suya. Si me quiere que venga él- dice con aires de superioridad- Bueno, ¿y tú qué?

-¿Yo qué?- pregunto confusa.

-Aquel chico rubio que estaba con nosotras en la sesión, te miraba mucho y lo ví hablar contigo antes de irme.

-Ah, sí- sigo comiendo.

-Si es que lo sabes y todo- achina los ojos y me mira- ¿Te gusta?

-¿Qué? ¡No, no, no! Solo somos amigos y no sé ni si eso.

-Pues parece que a él le gustas- dice mirando detrás mía.

-¿En serio? ¿Cómo puedes estar tan segura?

-Porque ahora mismo se encuentra justamente al final de la calle mirándonos- suelta una carcajada.

Me doy la vuelta disimuladamente. En realidad no, giré la silla y todo. Lo veo mirándome, pero, cuando se percata que lo estoy mirando, baja la mirada a su móvil. Vuelvo a darle la vuelta a la silla y a mirar a Sarah.

Continúo comiendo y Sarah habla- ¿Y? ¿No vas a ir allí con él?

Me atraganto con el trozo de carne- ¿Para qué? Seguramente, volverá a decirme que si salgo con él a algún lado.

-¿Te lo ha pedido más veces?- asiento- Él ya ha hecho su parte, Hillary, tienes que hacer la tuya.

-Pero a mí no me gusta.

-Oh, vamos, tienes que admitir que algo seguro que te atrae, aunque sea poco- dice obvia- ¿O es que es por otra cosa?

-No quiero hacerle daño- suelto de repente cabizbaja.

Se forma un breve silencio, que ella decide romper- ¿Es por lo que me has contado? ¿Lo de tus ataques? ¿Crees que si te enamoras y sales con él y te pasa algo, le harás daño?

-Sigo pensando que me lees la mente- puntualizo- Ya ha sufrido bastante y se le ha muerto familia, para que ahora yo también.

-Dios, eres más negativa que yo. ¿En serio le vas a hacer caso a internet y vas a pensar que te vas a morir? Si no te ha pasado nada en estos dos años, no creo que te pase nada ahora- calla un momento- Anda, ve, que yo pago.

-Pe-pero si...- me interrumpe.

-Que te largues.

Alzo las manos rendida y camino hacia aquel chico al que tantas veces he rechazado y sigue insistiendo.

-Hola- digo tímida.

Se da la vuelta y se pega un susto al verme- Hostias, Hillary. Qué susto. ¿Qué haces aquí? No te había visto.

-Sí, claro. He visto cómo nos mirabas.

-Es inevitable- se rasca la nuca a la par que cierra los ojos y me sonríe avergonzado.

|Frágil|® [TO #1]Where stories live. Discover now