Capítulo veinticuatro

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La alarma que tenía puesta para las diez de la mañana retumba por la habitación por segunda vez. Tengo cero ganas de levantarme y, además, sabiendo que hoy será otro aburrido día de verano. El calor que hace tampoco ayuda en absoluto. Me desperezo, aún en la cama y me pongo las chanclas para no tocar el frío suelo que hay a mis pies. Entro en el cuarto de baño y me dirijo al lavabo. Abro el grifo del agua fría para poder despejar toda la calor que me consume. Lleno mis dos manos de agua y me la echo en lo que es toda la cara. Me miro en el espejo de en frente.

Las ojeras de la noche anterior ya se han esfumado, mi pelo está totalmente despeinado y desaliñado por todas las vueltas que doy en la cama.
Cierro el grifo y bajo a la cocina a desayunar. Pero, antes, enciendo mi preciada tele.

Tras unos minutos, la cafetera empieza a hacer su famoso ruido extraño avisándome para que la aparte de la vitrocerámica. Vierto el café en una taza y camino hacia el salón para tomármelo tranquilamente.

De un momento a otro, mi celular comienza a sonar con una melodía distinta a la que tengo siempre. Seguramente sea Sarah, le cambié el tono a ella para que no volviera a asustarme con alguna de sus bromas. Lo cojo de encima de la mesa y deslizo el botón verde para contestar la llamada.

-Dime, amiga mía- contesto con un tono sarcástico.

-Verás, amiga mía, esta noche nuestros compañeros de baile organizan una fiesta en una de sus casas, y, obviamente, como los buenos compañeros que somos, nos han invitado y nos han dicho que podemos invitar a más gente para que en la fiesta haya más personas y que no esté tan vacío. He llamado a Aaron y me ha dicho que si vas tú, va él. ¿Te apuntas?- pregunta emocionada.

La verdad es que nunca he ido a ninguna fiesta, si cuenta la de fin de curso, claro- no, no cuenta- Como nunca he sido muy popular ni he tenido muchos amigos, pues no podían invitarme a ninguna fiesta.

-¿Hillary? ¿Sigues ahí?- no me había dado cuenta que Sarah seguía esperando una respuesta y yo estaba hablando conmigo misma.

-Vale- pronuncio- Sí, iré.

Escucho cómo empieza a dar palmadas al otro lado de la línea- Bien, te llamaré más tarde para decirte la hora a la que es la fiesta- tras eso, cuelga.

(...)

La puerta vuelve a sonar y yo maldigo hacia mis adentros por  haber empezado tarde a vestirme y no haber terminado todavía. Repaso por última vez la ropa que llevo, por si, por obra del destino aparece una mancha o algo, y termino de repasarme la raya del ojo.

 Repaso por última vez la ropa que llevo, por si, por obra del destino aparece una mancha o algo, y termino de repasarme la raya del ojo

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Vuelven a llamar a la puerta- ¡Ya voy!- bajo corriendo las escaleras y abro la puerta.

Sarah se encuentra cruzada de brazos, dando golpecitos al suelo con el pie y con una mirada que no sé cómo explicarla, solo sé que ahora mismo me está dando miedo. Pongo mi mejor sonrisa y cierro la puerta tras de mí.

-Antes de que digas nada, lo siento, ¿vale? Empecé tarde a vestirme y no me ha dado tiempo de nada- intento excusarme de la mejor forma.

Sigue con esa mirada hasta que suelta una carcajada que hace que la mire confusa- Que es broma, idiota. Aunque no te lo creas, yo soy igual- da una palmadita en mi espalda.

-¿Y los demás?

-Si con los demás, te refieres a Aaron y a Trevor, están ya allí organizando la fiesta- aclara mis dudas.

Seguimos conversando de varias cosas, hasta que, con la cabeza, Sarah me señala la gran casa dónde se celebrará la fiesta.
¿Y se supone que hay que llenar toda esta casa de gente? Pues lo llevan claro.
Llamamos a la puerta y un sonriente Trevor acude a nuestro encuentro. Se empiezan a dar besos y yo aprovecho y entro en la gran casa. No tengo mucha experiencia con esto de las fiestas, pero, sé lo suficiente para ver que hay gente, no tantas como en las películas, esas que todos están besuqueándose en las escaleras o mojados hasta la cabeza de cerveza, pero hay gente.

Me adentro más en la casa y varias chicas pasan velozmente por al lado mía haciendo que nuestros brazos choquen y mi cuerpo se desequilibre.

-Te tengo- alguien me coje antes de que mi trasero impacte contra el suelo. No dudo ni un momento cuando veo a Aaron parado en frente mía, aún sujetándome.

Le dedico una sonrisa avergonzada y me vuelvo a poner derecha.

No sé cómo he acabado bailando, con personas desconocidas y con un vaso de un líquido que no tengo ni idea de lo que es, pero que, seguramente, lleve alcohol. Mi vista se va volviendo borrosa pero logro ver cómo un sujeto se acerca a mí y comienza a bailar conmigo. Coge mi cintura y me atrae hacia sí. De repente, me besa. Su aliento sabe a cerveza y al líquido que he estado tomando anteriormente. Sus labios se mueven acompasados con los míos. Cuando nos separamos por la falta de aire, mi vista se va haciendo más clara.

La persona con quién me he besado ha sido con mi mejor amigo.

|Frágil|® [TO #1]Where stories live. Discover now