Capítulo veintiseis

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-No pienso casarme con nadie- le respondo cortante a Sarah.

-Que no es una boda de verdad, tonta- replica ella al otro lado del teléfono- Son varios salones dónde la gente va a realizar una prueba de su próxima boda o gente que quiere hacer una boda falsa por diversión y para pasar el tiempo, como niños o adolescentes. Además, el vestido que quieras ponerte, te lo dan gratis porque van a hacer un desfile para promocionar los salones. Será divertido, venga. Trevor y yo vamos a hacer una por diversión, vente con nosotros que Aaron también viene.

Se forma un silencio- ¿Y piensas que si me dices que Aaron va, voy a ceder? Sería al revés, todavía me da vergüenza mirarle a la cara- los colores suben a mis mejillas.

-Eres una exagerada, Hillary, solo fue un beso. Yo me he liado con muchos tíos y no he tenido cargo de conciencia ni nada- dice de manera obvia- Bien, eso ha sonado muy de guarra- suelto una carcajada- Ponte cualquier cosa, como el vestido de flores, por ejemplo y sal de casa que te estaremos esperando- cuelga la llamada.

(...)

-Oh, Dios mío, Hillary, ¿has visto este vestido? Es precioso.

-Sarah, me has enseñado como treinta tipos diferentes de vestidos y te los vas a probar todos. ¿Sabes que solo podrás desfilar con uno, no?

-Mierda, es verdad- chasquea los dedos- Bueno, no pasa nada, me probaré los demás para mi futura boda.

-Con futura boda te refieres a dentro de mil años, ¿no?- bromeo sarcástica.

Me fulmina con la mirada- No, yo sé que Trevor me pedirá que nos casemos cuando estemos más tiempo juntos- sonríe orgullosa.

-Si tú lo dices- me pega con su bolso- No te piques, anda, que yo te quiero.

-¿Sabes? Esto me recuerda a cuando estábamos juntas, siempre intentabas picarme y siempre lo conseguías. ¿Cúando recuperarás toda la memoria?- pone un puchero.

-Créeme que si lo supiera, te lo diría- respondo.

Entramos a uno de los salones dónde desfilarán algunas parejas con los trajes de boda.

-Ya casi es la hora, iré a cambiarme- mira su reloj de muñeca- Trevor se estará cambiando en la habitación de al lado y Aaron... No sé dónde estará, la verdad. Búscalo, haber si así te entretienes- me guiña un ojo.

Se va corriendo y yo me quedo sentada en una de las sillas tomándome mi sabroso batido. Paso de ir a buscarlo, me da pereza. Él sabe cuidarse solito, no se perderá a menos que sea como yo.

Observo a lo lejos cómo un sujeto habla con dos chicas de forma animada. Las chicas tocan su cabello y ríen como locas, es la época de apaleamiento, no las juzguéis. Pero la cosa cambia cuando el chico se da la vuelta y veo que es Aaron.
Será estúpido. O sea, dice que me quiere un montón y que siempre ha estado enamorado de mí desde el primer momento que me vió y después, aprovecha cualquier momento para ligar con cualquier cara bonita que se le presente. Ya sabía yo que no debía de haberle creído, todos los hombres son igual de imbéciles, creen que pueden jugar con una mujer para luego pisotearla.

Bueno, me detengo, que o si no,  no paro nunca.

-¿Todavía no ha llegado su mujer?- volteo mi cabeza y veo a dos hombres que trabajan aquí hablando con otro hombre de gafas.

El hombre niega, se le nota nervioso- La he llamado para que venga, pero no quiere.

Y mira que es una boda de prueba, si fuera de verdad.

-Pues debe encontrar ya alguna mujer para que desfile con usted, porque todavía nos faltan personas para que desfilen los demás vestidos, no puede echarse atrás ahora- dice uno de los hombres.

-Pero, ¿a quién? No conozco a nadie más por aquí- acomoda sus gafas.

Pobre hombre, su mujer lo ha dejado plantado. Volteo a la mesa para pegarle otro sorbo a mi batido.

-¿Qué le parece esa señorita de ahí?- pregunta el otro hombre señalándome.

Escupo el sorbo de batido- ¿Yo? ¿Desfilar? ¿Con un vestido de novia? No- muevo las manos repetidas veces nerviosa.

-Oh, por favor, señorita, me haría un gran favor- junta sus manos y se pone de rodillas.

Y bueno, aquí me encuentro, en una habitación, viendo cómo se pono el vestido este.

-Y, ¿por qué su mujer le ha dejado plantado?- pregunto antes de salir al escenario a desfilar.

-Tuvimos una discusión antes de venir a este desfile. Ella quería ponerse un traje de leopardo, pero le dije que no podía ser, que tenía que ponerse un traje como todas las novias. Y, bueno, se enfadó y no ha querido venir- me he quedado un poco en shock por la noticia, pobre hombre.

-Que las parejas empiecen a salir a escena, por favor- nos dice un hombre.

Salimos los dos enganchados del brazo del otro, noto cómo empieza a ponerse nervioso y a sudar a medida que avanzamos. Por megafonía, un hombre comienza a decir cuánto vale el vestido y todo eso, para que la gente, después, vaya a comprarlos.

Narra Aaron

Menos mal, ya las he perdido de vista, qué pesadas eran, no me dejaban en paz ni un segundo. Volteo en dirección al escenario para ver algunas parejas vestidas con traje.
Entre todas ellas, logro divisar a Hillary. ¿Cómo? ¿Qué hace ella de la mano de ese hombre?

Aprieto mis puños para calmarme y no hacer ninguna tontería.

-¿No te irás a casar sin mí, verdad?- una mujer vestida de leopardo entra corriendo al gran salón y se abalanza sobre el hombre con el que estaba Hillary.

-¡Has venido! Te quiero cariño, te quiero, debería haber dejado que vinieras vestida así, soy estúpido- le contesta el hombre.

Con que era eso, ¿eh? Bueno, así me quedo más tranquilo.

|Frágil|® [TO #1]Where stories live. Discover now