Capítulo catorce

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Mi teléfono comienza a vibrar encima de la mesa del salón. Me levanto del sillón en el que me encuentro y camino hacia él con pereza y cansancio. En la pantalla puedo leer el nombre de mi amiga.

-¿A que no sabes qué?- grita Sarah al otro lado de la línea.

Tengo que apartarme el móvil un poco de la oreja para no quedarme sorda.

-Dios, Sarah, ¿qué sucede?

-¡No te lo vas a creer! ¡Me han admitido en mi antigua academia de baile!

-¿Dancing with the stars?- pregunto.

-¡Sí! Trevor habló con los jefes del Distrito y tienen una plaza para mí. Nos han preguntado que si queríamos participar en el concurso de baile en parejas que hay mañana. Obviamente, hemos respondido que sí- contesta totalmente emocionada.

-¿En serio creéis que os va a dar tiempo a ensayar un baile entero de un día a otro?

-Pues claro- contesta obvia- Le mostraremos al público el último baile que ensayamos los dos antes de que la zorra de Emily me quitara el puesto.

-Así se habla, hija- la animo.

-Y a ti, ¿cómo te ha ido? Seguro que me has echado de menos estos días, todo el mundo lo hace- responde de manera creída- A no ser que hayas estado con Aaron. En ese caso, seguro que no me has echado de menos- suelta una carcajada.

-¡Eres una guarra!- los colores han empezado a subir por mis mejillas.

-Suelen decírmelo- ruedo los ojos- Espero verte mañana viéndome- se oye a alguien llamándola- Tengo que irme a ensayar. ¡Adiós!- cuelga.

Nunca cambiará.

Vuelvo otra vez hacia la cafetera, dispuesta a volver a intentar prepararme un café, sin que nadie me interrumpa.
El irritante sonido del teléfono vuelve a invadir mis oídos y yo maldigo hacia mis adentros.

¿A quién le da por llamar a las ocho de la mañana?

Camino por segunda vez hacia el salón y cojo el teléfono.

-¿Qué?- respondo lo más seca que puedo.

-¿A que no sabes qué?- vuelve a gritar alguien al otro lado del teléfono- He reservado sitio en un restaurante para cenar esta noche los dos solos.

-Te dije que no me gustaban los restaurantes, Aaron- ruedo los ojos.

-Era broma, volveremos a ir a un McDonald's- suspiro- Lo siento, me encanta verte frustrada. Bueno, ¿qué hacías?

-Intentar colgarte- respondo sarcástica.

-Eso ha sonado demasiado grosero- sé que ha puesto un puchero- Voy a colgarte, tengo que ir a comprar o mi estómago morirá sin ser alimentado. Te espero esta noche, nena.

"Ya te han colgado dos veces hoy, estás en racha".

Estúpida conciencia.

(...)

-¿Por qué he tenido que venir? Esa chica me da miedo- se queja Aaron.

-¿Por qué ha de dar miedo? Solo te dijo que si me hacías algo, te cortaba las pelotas y se hacía un cascabel con ellas- intento contener la risa, pero me es imposible.

|Frágil|® [TO #1]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt