Capítulo veinticinco

1.8K 122 0
                                    

-No puedo quedar con él- le respondo a Sarah, quien se encuentra a mi lado mirándome- Es decir, no quiero.

-¿Por qué no? ¿Qué ha pasado? ¿Te cae mal o ha hecho algo que no debía?- me mira y suelta una risilla nerviosa.

-Me besó- abre la boca sorprendida- Pero la culpa es mía por seguirle el beso. ¿Quién besa a su mejor amigo?- le pregunto a la nada- Solo yo, porque soy estúpida.

-Y tú, ¿has sentido algo durante el beso?- rasca su nuca- No sé, algo, solo es mera curiosidad.

Lo medito en unos instantes- La verdad es que no sé, estoy un poco confusa. Los recuerdos vienen y se van tan rápido como vinieron. No entiendo nada- doy un golpe a la mesa con mi cabeza.

-Qué difícil eres, Hillary. ¿Tan difícil es decirme si sentiste algo o no? Deberías hablar con él, para aclarar las dudas, ya sabes.

Alzo mi cabeza- Lo menos que quiero ahora es hablar con Aaron.

-Oh, vamos, deja de ser tan cobarde y pregúntaselo a la cara. Los niños no tienen que ser los únicos que preguntan cosas, ¿sabes?- dice con obviedad.

-Tienes razón- doy un golpe a la mesa atrayendo la atención de los demás comensales- Lo siento- me inclino para pedirles perdón por el susto causado- Iré para allá ahora mismo.

-Pero, ¿ahora?- señala la comida- Hay que pagar esto.

-O ahora o nunca- sonrío.

-Estúpida guarra- me mira con furia- Anda, ve. Y como vea que te echas para atrás y he pagado esta comida yo sola por nada, te...

-Vale, vale, no hace falta que termines la frase- alzo los dos brazos.

Comienzo a caminar por la carretera. Sí, por la carretera. No os asustéis, camino por aquí ahora porque no hay ni un coche, camión u otro vehículo en ella.
De repente, veo cómo una moto conduce en mi dirección. Ahora mismo estoy por los pasos de peatones y sigue sin parar. No frena. Me quedo parada, inmóvil. Un sujeto es el que hace que me mueva de allí abalanzándose sobre mí, como en las películas. Recibo el impacto en mi trasero por la caída, pero no ha sido para tanto.

-¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?- alzo la mirada para identificar que el sujeto que me ha salvado ha sido Aaron, que está encima mía.

No contesto. Nuestras miradas se conectan. Por un momento, noto su mirada en mis labios. Me tenso.

-Tengo que hablar contigo- respondo intentando incorporarme.

Él, rápidamente, se quita de encima mía y yo sacudo mi ropa para eliminar cualquier rastro de polvo.

-Es sobre el beso de ayer- le confirmo para que no se ponga nervioso- Quería aclarar las cosas, porque no sé por qué lo hicimos. Los mejores amigos no se besan- pone una falsa sonrisa- También quería saber si sentiste algo.

Baja la cabeza tristemente- Hillary, es que, tengo que, no sé.

-¡Ya basta, Aaron!- grito haciendo que me mire alertado- ¡Ya basta! Suéltalo de una vez, ¿quieres? Estoy harta de que me ocultéis cosas. No soy una niña pequeña a la cual no le podéis contar las cosas. ¿Creéis que no he notado las miraditas que os echábais entre los dos para no abrir la boca? ¿O cuando ibas a decir algo y Sarah te hacía señales? ¿Qué me estáis ocultando?

Suspira y vuelve a mirarme- Verás, Hillary, hay algo que no decidimos contarte cuando perdiste la memoria- comienza a relatarme- Tú y yo no éramos mejores amigos. O sea, éramos amigos, pero teníamos una relación especial, ¿me entiendes?- niego- Todo comenzó el día en que te conocí, me pareciste preciosa, ¿sabes? Cuando te volví a encontrar en el psicólogo, supe que, algo, te había vuelto a poner en mi camino. Luego, nos volvimos amigos y empecé a conocerte mejor. Me caíste genial y Sarah, aunque al principio le tenía miedo y nos llevábamos mal, nos hicimos también amigos- sigue hablando- No tardé en enamorarme de ti con el tiempo, Hillary, pero tenía miedo de expresarte mis sentimientos. Nos besamos varias veces y un día me confesaste que también me querías. En ese momento, me hiciste el hombre más feliz del mundo. El día del accidente, iba a pedirte salir, pero todo perdió un poco el control y acabó todo mal. Quería volver a decírtelo cuando despertaras, pero perdiste la memoria. ¿Sabes lo mierda que me sentí yo en ese momento? Si hubiera tenido el valor y el coraje que se necesita, te lo habría dicho muy antes- finaliza mirando hacia otro lado.

Me he quedado muda, literalmente. No puedo expresar con palabras los sentimientos que irradian mi cuerpo. Sin embargo, ningún recuerdo ha llegado a mí cuando me lo contaba y eso me entristece.

-Aaron, en serio que quiero contestarte a todo eso, pero debo aclarar todos mis sentimientos. Debes saber que no es fácil para mí no acordarme de nada. Estoy muy confusa, me duele la cabeza. Me ha venido todo de sopetón. No sé qué debo hacer ahora- me siento en el suelo.

-Tranquila, voy ha estar aquí hasta que la recuperes, y después, estaremos juntos- se sienta junto a mí y coge mi mano.

|Frágil|® [TO #1]Where stories live. Discover now