∆ C4: Pase lo que pase.

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|Narra Katie|

Los rayos del sol traspasando la cortina me obligaron a abrir los ojos y darle la cara al mundo una vez más. Me desperecé, busqué la importancia de levantarme hoy y, cuando la encontré, me levanté para ir al baño a terminar de despertarme. Unos veinte minutos más tarde, me vestí, peiné mi cabello y salí de la habitación a enfrentar al mundo.

Sabía que lo normal era que Ashley y yo guardáramos silencio para evitar que los caminantes nos visitaran, pero había más silencio de lo normal, como si estuviese sola.

—Buenos... días —mi voz bajó sus tonalidades poco a poco tras ver la sala patas arriba.

Literalmente porque el sofá estaba todo rasgado, las mesitas volteadas e incluso rotas.

¿Qué pasó aquí?

— ¿Ashley? —la llamé y nadie contestó.

Fui hasta la cocina a ver si estaba allí, pero estaba vuelta un desastre. Los gabinetes y gavetas que habíamos llenado con comida, ahora se encontraban vacíos y abiertos de par en par. Incluso la nevera estaba abierta y vacía.

Nos robaron.

—Mierda —susurré y corrí a las demás habitaciones.

No había rastro de Ashley.

—Piensa, piensa —murmuré mordiendo la uña de mi dedo pulgar.

Quizás había salido en busca de provisiones, tal vez se encontró con un grupo grande de caminantes y no pudo escapar. Tal vez estaba muerta. Pero tal vez estaba sana y salva de regreso al apartamento.

Mejor la espero.

Volví a la sala, coloqué el sofá en su sitio y tomé asiento. Gracias a la ansiedad, comencé a subir y bajar la pierna constantemente mientras mordía mis labios.

—No, no puedo esperar —me levanté—. Saldré a buscarla.

(...)

Llevaba como una hora y media caminando a los alrededores del refugio buscando a Ashley en todas las tiendas a las que pudo haber entrado. Me encontré con una buena cantidad de caminantes en cada esquina, y aunque se me complicó matarlos, logré salir viva de ellos. Sin embargo, me di por vencida al no encontrar rastro de ella así que decidí volver al refugio a ver si, por casualidad, había regresado.

Tras un largo camino lleno de silencio y pensamientos negativos, llegué al apartamento para darme cuenta que todo seguía en el mismo sitio como cuando me fui. El mismo desastre.

Estaba cansada, enojada, impotente y hastiada, no tenía ánimos de recoger.

Estaba cansada de haber caminado tanto para no encontrar lo que estaba buscando, estaba enojada porque nos habían robado y yo ni cuenta me di, tenía impotencia de no saber dónde estaba Ashley ni a donde pudo a ver ido ni si estaba bien, y además estaba hastiada de lo miserable que era este nuevo mundo.

Sencillamente no tenía ánimos de nada.

Así que, restándole importancia, caminé de vuelta a mi habitación a recostarme. Sin embargo, mis planes se vieron afectados por el cuerpo que estaba tendido en el suelo de dicha habitación. El cadáver tenía el abdomen abierto con las tripas por fuera y una gran mordedura a la altura de su cuello junto a dos más en sus piernas.

Me acerqué para ver mejor de quién se trataba, y a penas vi su rostro, casi pierdo el equilibrio.

Ashley.

—No, no, no puede ser —me agaché junto a su cuerpo y coloqué mi mano debajo de su cuello para alzarla un poco—. ¡Ashley, no!

Sentí que algo dentro de mí se rompió al instante y las lágrimas comenzaron a salir sin freno. Un dolor fuerte en mi pecho me hizo encogerme volviéndome un ovillo con el cuerpo inerte de Ashley en mis brazos.

Sentimientos Encontrados. (Carl Grimes)Where stories live. Discover now