Sentimientos Encontrados. (Carl Grimes)

∆ C57: Crueldad.

|Narra Katie|

—Maldición —susurré sintiendo el dolor palpitante en mi frente.

— ¿Katie? —escuché una voz, pero el golpe me había aturdido—. ¡Katie!

Y alguien me abrazó. Me había puesto de mal humor y quería empujar a la persona que me estaba abrazando hasta que el aturdimiento pasó y vi de quién de trataba.

— ¿Carl? —lo miré. Aunque solo veía su espalda.

Vi hacia arriba y allí estaba Rick con una sonrisa pequeña, Daryl serio, pero con una mirada de orgullo y Glenn y Abraham mirando hacia el bosque.

—Bien, salgamos de aquí —dijo Rick haciendo un ademán para que nos apuremos.

Corrimos lejos del almacén hasta adentrarnos al bosque.

— ¿Quién eres tú? —le preguntó Carl a Thomas.

Estaba celoso. En su voz se notaba.

—Thomas —dijo el chico como si nada.

—Los salvadores lo tenían como rehén —comenté—. Me ayudó a escapar.

— ¿Cuántos caminantes has matado? —le preguntó Rick.

—Demasiados, como todo el mundo —se encogió de hombros.

— ¿Cuántas personas has matado?

—Cinco.

— ¿Por qué?

—Querían hacerme daño así que tomé medidas extremas —contestó, indiferente.

— ¿Por qué deberíamos confiar en ti si eres del equipo de Negan? —cuestionó Daryl, escéptico.

—He visto las cosas que hacen —musitó. Había una mueca de asco en su rostro—. Matan a quién sea. Niños, ancianos, personas inocentes. Todo por obtener comida fácil.

Silencio.

—Estarás de prueba —decidió Rick, tenía cierto tono amenazante—. Ni se te ocurra cometer alguna estupidez. Las odiamos.

—Está bien.

En silencio, continuamos el camino hasta llegar a los autos. Maggie corrió a abrazarme al igual que Carol. Vi que el sujeto que había robado la moto de Daryl aún seguía con vida, pero los moretones y la sangre en su rostro me dejaban saber que no pasaba un buen rato.

—Te lo preguntaré una vez más —Daryl se acercó a él—. ¿De dónde sacaste la moto?

—La encontramos...

—Mentira —lo interrumpió—. ¿En dónde estaba Negan? ¿Aquí o allá?

El tipo arrugó su frente y soltó una risa.

—En ambos —dijo con diversión—. Yo soy Negan, imbécil.

—Terminemos esto, entonces —dio un paso hacia atrás y le disparó justo en la cabeza.

(...)

Dos semanas habían pasado desde el día de mi secuestro. Thomas poco a poco se iba adaptando al grupo y demostrando que merecía estar allí tanto con nosotros. Me había callado de la boca porque todo este tiempo había creído que nos tendería una trampa, pero se veía que Thomas era una persona de buenas intenciones.

La única persona que no confía en él es Carl.

—Katie —escuché unos golpes en la puerta de mi cuarto—. ¿Puedo pasar?

—Adelante.

Ashley se hizo presente en la habitación. Estaba enojada.

— ¿Qué pas...?