∆ C21: Deja vú.

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|Narra Katie|

Rick, Sasha, Tyreese y yo salimos al bosque de noche en busca de Bob. Al atardecer notamos la ausencia de Carol y Daryl, habíamos estado buscándolos y ninguno aparecía. Michonne nos recordó que ambos eran fuertes, decididos, que dónde sea que estén, iban a poder salir sanos y salvos. Esperábamos que fuera así porque buscar a tres de los nuestros, a ciegas, sería un problema gigantesco.

Para la búsqueda en el bosque nos separamos en parejas. A mí me tocó ir con la señorita drama queen. Aún me molestaba que nos culpara a mí y a James sin razón alguna, era frustrante que te señalaran por algo que no hiciste, pero dejé a un lado mi enojo para ayudar a Rick. Milagrosamente, ella también se calmó. Estábamos caminando en la oscuridad entre los incontables árboles que parecían nunca acabarse. Sasha iba a mi lado, mirando todas las esquinas, cuidando su espalda y buscando a su prometido. Escuché pisadas que en cada paso hacían crujir las hojas secas del suelo y por un momento creí que era Sasha; ella no había dejado de caminar. Sin embargo, volví a escucharlas y el sonido era disparejo y lejano al de nosotras. Mi corazón se aceleró, mis piernas temblaron un poco y el frío del miedo abrazó mi espalda. No quería problemas, no teníamos tiempo para uno, así que preparé mi arma e inhalé hondo. Con la mirada clavada en el frente, intenté divisar cualquier pista sobre esas pisadas, pero fue el toque de una mano sobre mi hombro que me hizo sobresaltar y apuntar al responsable.

—Soy yo —avisó Rick.

—No hagas eso —bajé el arma—. Casi te disparo.

—Lo siento. —me dio unas leves palmadas en la espalda.

—Está escapando —susurró Sasha.

— ¿Quién? —inquirió Tyreese.

—Alguien nos observaba —aseguró, mirando a todos lados.

—Debemos volver —opiné—. Tenemos media hora caminando a ciegas y no hemos encontrado nada.

—Bob está ahí en alguna parte —zanjó la morena—. Puede que tenga miedo o esté muerto —miró a Rick como pidiendo ayuda. Luego, suspiró intentando calmarse—. No me iré a ningún lado.

(...)

Sasha terminó viniendo con nosotros, Tyreese habló con ella y la convenció. Estuvo murmurando durante todo el camino, de verdad llegué a pensar que la mujer se estaba volviendo loca. En cierto punto la escuché insultar y no supe si era contra nosotros o contra los posibles secuestradores de Bob. Como sea, cuando llegamos a la iglesia, todo estaba en orden; nadie lucía asustado, nervioso o en pánico. Pero todo se fue a la mierda cuando Sasha apresuró el paso hasta llegar al padre Gabriel y tomarlo del cuello de su camisa. Incluso lo separó unos milímetros del suelo.

— ¿Qué crees que haces? —preguntó haciendo vibrar cada una de sus cuerdas vocales—. ¿Qué piensas que haces? —insistió—. Ahora me doy cuenta de que todo está conectado —lo soltó para después soltar una risa amarga—. Apareces tú y tres de los nuestros desaparecen.

Ella lo acusó con su dedo índice para luego girarse dándole la espalda.

—Yo no tengo nada que ver con esto —se defendió el creyente.

Mala idea, Gabriel.

Sasha lo enfrentó, sacó un cuchillo y se le acercó; lista para cortar la garganta del padre.

— ¡No! —gritó Rosita—. ¡Sasha, cálmate!

—Guarda el cuchillo —adviertió Tyreese.

— ¿Quién está ahí afuera? —preguntó Sasha, ignorando a su compañera y hermano.

Sentimientos Encontrados. (Carl Grimes)Where stories live. Discover now