∆ C54: Miedo por primera vez.

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|Narra Katie|

Al escuchar el nombre de Maggie, mi corazón se aceleró.

Vamos a resolver este asunto ya, y lo haremos a nuestra manera —dijo la mujer.

Rick hizo una seña para que Glenn y Daryl tomasen al hombre.

—Pueden ver que tenemos a uno de los suyos. Haremos un intercambio —propuso Rick.

Escucho —respondió.

—Primero quiero hablar con Maggie y Carol y asegurarme de que están bien —condicionó nuestro líder.

Creí que no harían nada hasta que escuchamos interferencia.

Rick, soy Carol. Estoy bien, pero...

Rick, soy Maggie. Estamos bien. Ya lo resolveremos...

La mujer no dejaba que terminaran de hablar.

Tienes tu prueba. Hablemos —zanjó.

—Bien, este es el trato. Déjenlas ir y le devolveremos a su hombre vivo —negoció Grimes.

¿Dos por uno? —insinuó, no se escuchaba satisfecha—. No suena como un buen trato.

Me acerqué a Rick.

—Tengo un plan —le dije cuando me miró—. Glenn, Rosita, Daryl y yo podemos ir a buscar a Maggie y Carol mientras nos haces tiempo, hablando con ella.

—Los van a descubrir —arrugó un poco la nariz. Lucía estresado—. Además, no creo que pueda contenerla tanto tiempo.

—Haz tu mejor esfuerzo —le pedí, casi rogué.

Intercambió su mirada entre Glenn y yo hasta que finalmente asintió.

—Está bien —dijo—, pero tengan mucho cuidado.

Sonreí

—Glenn, Rosita y Daryl vengan conmigo —les llamé.

— ¿A dónde vas? —Carl se interpuso.

—Hay que ayudarlas, no nos podemos quedar aquí.

—Ten cuidado —aquello lo dijo cómo si yo estuviese apunto de meterme en la boca de un dragón.

Y quizás era cierto.

—Estaré bien, no te preocupes —le aseguré.

Se hizo a un lado y nosotros pudimos continuar.

(...)

Llegamos a donde debían estar Carol y Maggie. Efectivamente, allí estaban.

Habían tres mujeres junto a ellas. Una pelirroja con un radio en la mano, otra anciana de unos cincuenta y tantos vigilando si se acercaba algún caminante, y la otra mujer, que era casi de la edad de Maggie, les apuntaba con su arma. También había un hombre, pero él estaba herido.

—Bien —susurré mirando a los chicos—. Coloquen los silenciadores. El disparo debe ser limpio, somos cuatro y ellos cuatro, dispararemos al mismo tiempo apuntando a la cabeza, ¿entendido?

Asintieron.

—Glenn tu dispararás a la chica que apunta a Maggie y Carol —le indiqué—. Rosita, tu a la anciana. Daryl, tú al hombre. Yo me encargo de la pelirroja —terminé de enroscar el silenciador—. Acabemos con esto... —apunté a la cabeza de la pelirroja—. Ahora.

Escuché cuatro disparos y vi los cuerpos caer al suelo. Maggie y Carol se asustaron mirando a todos lados con alerta.

—Bien, vamos —me levanté junto con los demás.

Nos acercamos y enseguida relajaron sus expresiones. Glenn abrazó a Maggie luego de quitarle el trapo de la boca y Daryl hizo lo mismo con Carol.

—Gracias —escuché a Maggie decirle a Glenn.

—No fue mi idea —se hizo a un lado—. Fue gracias a Katie.

Carol y Maggie me miraron y, sin dudarlo, se abalanzaron sobre mí.

—Gracias —dijeron al unísono.

—No podía imaginar que les hicieran daño —fui sincera.

Nos separamos.

Miré al suelo y vi a la pelirroja que hablaba con Rick a través de la radio. Iba a tomarlo para decirle al suegro que todo estaba bien cuando una voz masculina me detuvo.

Una que no conocía.

—Baja eso, ahora —sentí el cañón de una pistola en mi nuca—, o te disparo.

Daryl iba a acercarse al que me amenazó, pero cinco sujetos más aparecieron.

— ¿A dónde crees que vas? —le preguntó el hombre que estaba detrás de mí—. Ella es mía.

Asco, impotencia, ira, adrenalina. Eso definía mi estado de ánimo.

—Ni se te ocurra tocarla —susuró a regañadientes.

—La cuidaré bien —acarició mi cabello—. Ustedes no se preocupen, solo la quiero a ella. La de la idea de matar a nuestra Paula.

¿Paula?

Debía ser la pelirroja.

Todo se volvió negro cuando alguien cubrió mi cabeza y mi cara con algún tipo de tela. Me tomaron las muñecas y, solo por inercia, hice un movimiento brusco para que me soltaran.

—Si te opones, le disparo a tus amigos —susurró la misma voz de antes.

Tranquila, todo estará bien.

Me sentía vulnerable, expuesta. No tenía control de la situación, no sabía qué estaba pasando. Sentí cómo envolvieron mis muñecas en cinta para que no me soltara y cómo me empujaban para que caminara a través del bosque. No tenía idea de a dónde me llevaban, pero estaba muy segura de que el miedo me estaba volviendo loca.

Pensé que nada podia ir peor hasta que escuché disparos.

No me digan que...

—Lo siento —murmuró el hombre de antes con un falso tono de amabilidad—. Me dieron ganas de asesinarlos.



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.... ¿Murieron? Probablemente.

No me odien, solo tómense un momento para responderme esta pregunta... ¿quiénes eran los que secuestraron a Katie? ¿Habrán sido salvadores o un nuevo enemigo?

Todo iba bien, ¿no? Perfectamente, pero al parecer no es suficiente.

Disculpen por lo cortísimo que es este capítulo. Quería que fuera solo sobre lo que acaban de leer, ni más ni menos.

Ya, sin más nada que agregar, pueden ir al siguiente capítulo.

Besitos, I.H

Sentimientos Encontrados. (Carl Grimes)Where stories live. Discover now