Sentimientos Encontrados. (Carl Grimes)

∆ C60: Arrepentimiento.

Advertencia:

✓  Este capítulo es súper largo, busquen sus cotufas, pañuelos, el cargador del teléfono si siempre lo tienen en batería baja (como yo), hagan la tarea, estudien y después vuelvan.
✓ Espero que me sigan amando luego de leerlo.
✓ Bueno, me voy.

|Narra Katie|

Tomamos la ruta principal. Fue la misma que nos mostró Jesús la primera vez que nos llevó a Hilltop y la única que conocíamos. Maggie tenía dolores de parto y la fiebre pasaba de treinta y seis grados. Teníamos miedo de que fuera un aborto espontáneo. Ash intentaba ser optimista para no deprimir a Maggie, pero sentía que ella de todas formas sabía que el bebé estaba en graves problemas.

Glenn no estaba con nosotros, él había ido a una expedición con Michonne y Daryl en la mañana y no habían vuelto. Sabíamos que se tardarían porque irían hasta un pueblo que quedaba a cuatro horas de Alexandria. Sin embargo, era un poco desalentador para Maggie estar pasando por una situación así y que no estuviese su esposo a su lado.

Yo, con respecto a mi herida, estaba bien. De vez en cuando tenía punzadas fuertes, pero se me pasaban. Carson me dijo que habían todavía residuos de la bala alojados en mi intestino delgado y que tenía que verlo cuando me sintiera mejor. Hoy era ese día.

—Qué extraño —escuché a James asomándose por la ventana.

— ¿Qué sucede? —le preguntó Carl.

—Hay una traba en la carretera —dijo señalando por el vidrio. El sombrerero y yo nos acercamos—. Es raro porque eso no estaba ahí hace dos días cuando vinimos.

Era un muro formado por troncos y alambres. No se veían caminantes ni personas.

Esto no me está gustando.

Abraham dio vuelta mientras Sasha extendía el mapa. Consiguieron una ruta alterna y decidieron ir por allí. Sin embargo, pasada la media hora, volvimos a encontrar otra barricada. Esta era mucho más grande y con personas incluidas; lo que me confundía era que cada uno de ellos tenía un rifle. Puro armamento pesado era lo que se veía y de verdad que no entendía por qué tanta seguridad.

— ¿Qué está pasando? —inquirió Ash mirando por la ventana.

—No lo sé —musitó Rick con tono de preocupación.

Sasha encontró otra ruta y fuimos por allí.

— ¿Quién está poniendo estas trabas? —inquirí mirando a mis compañeros. Sentía que el corazón se me iba a salir.

— ¿Creen que sean los de Hilltop? —pensó Rosita.

James negó con la cabeza.

—Ellos no tienen tantas armas ni gente —agregó—. Algo más está pasando.

Llegamos a la otra ruta y nos encontramos con una horda de caminantes agrupados que trataban de comerse a un hombre. Él colgaba de un puente y gritaba desesperado pidiendo auxilio.

—Dios mío... —murmuró Ashley, asustada.

Estaba cayendo la noche y no me extrañaba pues habíamos salido tarde de Alexandria. No estaba en nuestros planes salir hasta mañana, pero las emergencias no se podían posponer.

Dimos vuelta una vez más y partimos por la carretera en otra dirección. Ya no teníamos a dónde ir y era obligatorio que fuéramos a Hilltop. Sasha y Aaron buscaban en el mapa alguna ruta, pero al parecer estaban agotadas. No sabíamos a dónde ir.