El Buen Amor (Pablo Alborán)

Capítulo 78: "La Galería."

Canción Photograph, Ed Sheeran

Volvemos a Madrid dos días después al bautizo de Salva, a principios de Mayo; ya que he perdido casi una semana de clase, y teniendo en cuenta que es mi primer año de Universidad, no quiero ir atrasada. Mis compañeros de clase me han enviado todo lo que han dado y soy consciente de que voy a tener que ponerme las pilas si quiero aprobar los exámenes de finales de mes.

Estamos en la habitación de nuestra casa deshaciendo las maletas, ya que acabamos de llegar, estoy deseando terminar para poder dormir tranquilamente. Odio hacer viajes tan largos, sobre todo si son de más de seis horas ya que dormir en el coche es muy incómodo.

-Esto es tuyo Pablo.- digo sacando de mi maleta un sobre de papel blanco, que lleva dentro el dinero de la actuación que hizo en el bar.

-¿Nos han pagado? Pero si por mi culpa hubo una pelea...- dice cogiendo el sobre de mis manos. No habíamos vuelto a hablar de la noche del bar, porque habíamos estado distraídos con el bautizo, y por lo tanto se me olvidó mencionarle que le habían pagado.

-Bueno, cantaste genial, y Jorge dijo que la gente se fue bastante contenta... Lo de la pelea no tuvo importancia en comparación con lo de Alejandra, además, quiere que vuelvas a cantar dos veces al mes.

-¿En serio?- pregunta mientras sigo sacando la ropa de la maleta y la guardo en mi lado del armario.

-En serio, y puedes llevar a los músicos.- muevo todo mi neceser hasta el baño y cuando vuelvo en la habitación guardo la maleta debajo de la cama.-¿Quieres que te deshaga la maleta?- su maleta sigue cerrada al lado de la puerta.

-No tranquila, luego lo hago yo, tú descansa.- asiento. -¿Cuánto dinero hay?- me quito la ropa y me tumbo en la cama en ropa interior debido a que hace demasiado calor como para dormir con la ropa puesta.

-No lo sé cariño, es tuyo, no quería mirar.

-Eres mi representante y somos pareja, tienes derecho a saber cuánto me pagan.- dice sentándose a mi lado en la cama, yo paso mi mano por su brazo.

-Está bien, Pablo.

-¿Qué crees que debería hacer con el dinero?- se tumba a mi lado con el sobre entre las manos, tan cerca, que nuestros brazos se rozan.

-Lo que tú quieras, puedes invertirlo o gastártelo. Aunque no creo que sea suficiente dinero para invertirlo.- comento apoyando mi cabeza en su hombro, él sigue mirando el sobre, como si le quemara sostenerlo.

-Debería pagarte.- dice deteniendo su mirada en mi durante unos segundos para volver a mirar el sobre.

-¡No!- exclamo y me sorprende mi propia voz.- En serio, no quiero que me pagues, al menos no de momento. No he hecho casi nada para ayudarte, no creo que me merezca el dinero. Gástatelo en ti.

-Vale.- susurra antes de dejar el sobre en su mesita de noche y pasa su brazo alrededor de mis hombros, acercándome lo más posible a él.- ¿Cómo es posible que me acabe de dar cuenta de que estás en ropa interior?- suelto una carcajada cuando la mirada de Pablo se posa en mi sujetador.

-Hace calor.- es lo único que digo, y como si se acabara de dar cuenta de que realmente hace calor, Pablo se quita la ropa, quedándose en ropa interior también. Vuelve a tumbarse en la cama y recupera la posición inicial, acariciando mi brazo con su dedo índice. Su mirada se centra en el techo, en la única bombilla que hay en el centro, la cual ahora está apagada y recuerdo que todavía no hemos puesto la lámpara de porcelana que habíamos comprado. Como si Pablo supiera lo que estoy pensando se gira para mirarme, y me pregunta:

-Esto es real, lo sabes ¿no?- con el dedo separa el tirante de mi sujetador y besa mi cuello suavemente, mordisqueándolo. Sus acciones me distraen y hace más difícil que las palabras salgan de mi boca, casi no soy capaz de pensar.