Capítulo 89: "La Boda. Parte 2: El último baile."

931 32 12
                                    

*No leer si no habéis leído el capítulo 88*

Canción Hallelujah- Rufus Wainwright
Canción Fix You- Coldplay

-Hola Pablo.- consigo decir y me siento orgullosa por sonar normal y evitar que mi voz tiemble.

Veo como se mantiene serio, aunque la comisura de su boca tiembla, parece que quiere sonreír pero no está seguro de cómo voy a reaccionar. La mano que tiene alrededor de mi muñeca baja a mi mano y me acaricia la palma con un dedo, delicadamente, como si tocarme le quemase.

Cuando por fin me suelta estiro el brazo y toco los pétalos de la rosa que tiene en el bolsillo de la chaqueta, suspiro fuertemente.

-¿Las has elegido tú?- pregunto mirando el ramo que tengo en la mano, aunque la respuesta es obvia, esto es lo último que esperaba preguntarle cuando nos volviésemos a ver.

Él toca mi pelo, y cierro los ojos inconscientemente, cuando los vuelvo a abrir veo un pétalo rosa entre sus dedos, probablemente ha caído en mi pelo cuando la gente se los ha tirado a mi padre y a Caitlyn.

-Sí.- contesta finalmente y me mira intensamente. No aparto la mirada de sus ojos, ni él de los míos, como si estuviéramos compitiendo para comprobar quien puede aguantar más tiempo sin quitarla. Durante unos segundos los ojos de Pablo miran al suelo, y cuando vuelve a mirarme sus pupilas se dilatan notablemente. Una vez leí que las pupilas se dilatan cuando estás mirando algo que realmente te gusta, y no sé cómo me hace eso sentir.

En este momento, mientras nos miramos en silencio, con los murmuros de la gente y los ruidos de los coches de fondo, intento resistir la tentación de besarlo o abofetearlo ya que realmente no sé cómo me siento.

-Quiero hablar contigo.- pide y no me había dado cuenta de lo ronca que suena su voz. Me pregunto si ha pasado toda la semana deprimido y llorando, al igual que yo.

La respuesta a mi pregunta se produce cuando se acerca unos centímetros más a mí, aún manteniendo las distancias, y puedo ver con claridad las oscuras ojeras bajo sus ojos.

-Y yo.- contesto y veo como se le iluminan los ojos, tenía razón cuando le dije a mi padre que sabría que decisión tomar cuando viese a Pablo, y ahora que lo tengo delante, estoy completamente segura de lo que quiero hacer.

-¡Valeria!- escucho que alguien grita mi nombre y tanto Pablo como yo nos giramos para ver a Harry junto a la puerta de su coche. Decido darme prisa ya que lo último que quiero es que se de cuenta de que estoy hablando con Pablo y se produzca una situación incómoda.

-Tengo que irme ya.- comento y él asiente, el brillo de sus ojos desaparece tan rápido como había aparecido.- ¿Hablamos en el restaurante?

-Claro.- sonríe brevemente, y podría decir que ha sido una sonrisa forzada.

La verdad es que debería consolarme el hecho de que esté tan jodido como yo, pero no lo hace, al contrario, verlo así me hace sentir aún peor.

-¿Tienes forma de llegar?- pregunto, ya que no tengo ni idea de cómo ha llegado a la ceremonia, ni de cómo va a ir al banquete.

-Sí, tranquila, no te preocupes.- asegura.- Vete, te están esperando.- señala el coche, donde estaba Harry hace unos segundos, con la barbilla y yo asiento. Me mira intensamente y me besa la mejilla fugazmente, provocando que las mariposas de mi estómago vuelen fuertemente.

Bajo los escalones y me subo al coche, sentándome en el asiento del copiloto. Durante toda esta semana no había pensado en lo que podría pasar si volvía a encontrarme con Pablo, pero sí que le he estado dando vueltas al estado de nuestra relación.

El Buen Amor (Pablo Alborán)Onde histórias criam vida. Descubra agora