No es demasiado tarde... "Jelena"

Capitulo 45

4 años después....

Justin P.O.V

Mi mirada seguía postrada en la luna que relucía aquella noche. Era linda, pero no brillaba de la misma forma que antes. Las luces de la ciudad opacaban su brillo haciéndola lucir más insignificante, porque apostaría cualquier cosa a que nadie se había puesto a observar lo hermosa que lucía hoy.

Me encontraba ahí, parado junto al ventanal de mi oficina. Los coches y personas pasaban bajo mis pies por aquellas transitadas calles que recorría cada día. Lo había logrado, alcance el éxito en muy poco tiempo. Tenía todo lo que había soñado, mi propia casa, mi propio auto, mi propia empresa que compartía junto a mis hermanos, y a una chica en casa esperándome cuando volvía del trabajo. La felicidad asegurada para cualquiera, excepto para mí. No me atrevería a decir que soy totalmente infeliz, porque aún había momentos en los que me sentía afortunado de estar en esta posición, pero había otros instantes en los que el encierro entre estas cuatro paredes me hacía preguntar porque no huía de aquí.

Diariamente vivía con el miedo de volver a vivir una traición, algo que mi corazón no pudiera soportar más. El engaño sin duda es una de las peores cosas que eh tenido que pasar. No había día en el que no pensara si hacia lo correcto al perdonar, y en algunas ocasiones la frustración y la inseguridad de que una infidelidad pudiera volver a ocurrir, me debilitaba totalmente, recordando aquella vez que la vi besándolo. Sin lugar a duda nunca nada volvió a ser igual.

Sin embargo, había algo que me giraba por la mente más seguidamente que eso. Fracciones de recuerdos que volvían a mis pensamientos, sus ojos, sus labios, su voz, todo volvía de pronto, pero me impedía seguir pensando en eso, no podía hacerlo, no debía hacerlo. Mis sentimientos habían cambiado, ya no era el mismo de antes. Ahora estaba lleno de rencor y arrepentimiento. El dolor que sentía dentro me impedía amar de la misma forma que antes. Ante la mirada de todos me mostraba fuerte, seguro y confiado de mí mismo, pero la realidad era otra. Aún seguía siendo el chico inseguro y marginado del colegio. Aun me sentía insuficiente. Aún estaba asustado de ser herido de nuevo.

El sonido de mi celular en el bolsillo de mi traje me hizo salir de mis pensamientos. Mire la pantalla, Alfred.

-"¿Qué pasa, porque tardan tanto? La cena iniciara pronto"- Mire el reloj de mi muñeca.

-"Disculpe licenciado, pero su novia no se encuentra en casa"- Dijo mi chófer por el teléfono.

Un fuerte suspiro salió de mi interior. Lo había hecho de nuevo, había desaparecido en una noche importante para la empresa.

-"Puedo pasar por ella en algún otro lugar"- Ofreció Alfred. –"Tal vez pueda comunicarme con ella y saber en dónde se encuentra"-

-"No Alfred, ve a casa. Yo mismo iré a la cena"-

-"Esta bien licenciado, gracias"- Colgué.

Camine hasta mi escritorio sentándome en la silla que se encontraba detrás. Ya no podía seguir soportando la situación.

-"Licenciado" Dijo una mujer tocando débilmente la puerta de mi oficina.

-"Adelante Daisy"

La mujer se adentró a mi oficina con un gran ramo de rosas sobre sus brazos.

-"Su encargo llego" Aviso mi asistente.

-"Gracias, puedes llevártelas a casa, considéralas un regalo"

Originalmente serian para mi novia, pero ya no las necesitaba. Me esmeraba demasiado en detalles para ella, como si de esa forma impidiera que me dejara. Si me fue infiel, tuvo que haber una razón, y la razón era la falta de atención que tenía hacia ella. El trabajo consumía la mayor parte de mi tiempo, y cuando volvía a casa estaba demasiado cansado para cualquier cosa.