Capitulo 54

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Justin P.O.V

Mis manos temblaban sin parar mientras aguardaba en la sala de espera, las personas a mí alrededor me miraban con confusión al notar las lágrimas que se derramaban por mis mejillas, pero nadie se acercaba, solo mantenían su distancia. Observe nuevamente el boleto de avión en mi mano dudando de lo que estaba a punto de hacer. Al principio, estaba totalmente seguro de mi decisión, el enojo me controlaba sin pensar en lo doloroso que podía ser, pero ahora ciertamente no estaba bien. Observarla dormir fue un error. La tranquilidad que irradiaba con cada inhalación me quebraba, su rostro sin ningún temor descansando sobre mi pecho y su mano que se mantenía sobre mi cuello era malditamente una tortura, saber que no volvería a ver su sonrisa, ni escuchar su voz me mataba. Aquellos sentimientos que creía muertos revivían con cada toque de su piel contra la mía, cada beso era más sincero que el anterior, y con cada mirada me mostraba que los sentimientos eran totalmente reales. Estaba enamorada, ella estaba estúpidamente enamorada y yo solo la abandone.

Limpie las lágrimas con el dorso de mi mano inhalando su aroma aun impregnado sobre mi piel. La sensación en las yemas de mis dedos de su cuerpo desnudo en completo éxtasis hacía vibrar mi cuerpo entero. Sentirla de nuevo debajo de mí y escuchar mi nombre saliendo de sus labios en jadeos mientras sus uñas se clavaban en mi espalda fue lo que desee por mucho tiempo. Ariana daba todo de ella, pero nunca logró hacerme sentir ni la mitad de cosas que Selena podía con solo mirarme. ¿Qué pasa si no estaba haciendo lo correcto? ¿Cómo olvidaría sus caricias? ¿Cómo evitaría pensar en ella cada día? ¿Cómo la olvidaría?

Observe la hora en la pantalla de mi celular. Era más de media noche, la hora del vuelvo se acercaba y aun no estaba seguro de lo que haría. Saque mi billetera de la bolsa delantera de mi pantalón buscando detrás de todas mis tarjetas una pequeña fotografía, aquella que había conservado por tantos años, y por lo mismo estaba un poco maltratada. En ella se observaba a mi padre vestido de traje como era su costumbre, su brazo rodeaba el hombro de mi madre quien observaba con adoración hacia un pequeño bulto en sus brazos envuelto entre mantas, era un bebe, era yo. Habían pasado veinte años desde su muerte y aun recordaba con detalle aquella noche en la que nunca volvieron. Los necesitaba, siempre los necesitaba. Necesitaba los consuelos de mi madre, necesitaba oír los consejos de mi padre, necesitaba sus regaños, sus felicitaciones, su apoyo. Victoria siempre trató de ocupar el lugar que mi madre dejó, pero ella era solo una niña, y al igual que yo, solo necesitaba de alguien que estuviera para ella cuando todo se viniera abajo.

-"¿Quiénes son?" La aguda voz me sacó del trance. Gire mí vista hacia el pequeño niño sentado junto a mí observando la foto en mi mano.

Estaba tan metido en mis propios pensamientos que no note cuando se acercó a mí. La mirada del niño se conectó con la mía, tenía unos profundos ojos grises bajo unas enormes pestañas.

-"Son mis padres" Respondí suave tratando de evitar el quiebre de mi voz.

-"¿En dónde están ellos?" Preguntó con inocencia.

-"Lejos de aquí"

-"¿Es por eso que lloras?" Puso su pequeña mano sobre la mía. –"¿Los extrañas?"

-"Si, algo así"

-"Si los extrañas tanto ¿Por qué no vas con ellos?" Preguntó confundido provocándome ternura y una sonrisa involuntaria se formó en mi rostro.

-"Es un poco difícil" Respondí.

-"¡Emory! Vamos, deja al chico en paz" Alce la mirada hacia la que supuse era su madre.

Emory soltó mi mano caminando hacia sus padres que lo esperaban a unos metros de mí. Antes de alejarse por completo, volteó y con su más dulce inocencia me dio la respuesta a todas las dudas que tenía en este momento.

No es demasiado tarde... "Jelena"Where stories live. Discover now