CAPITULO 9

1K 101 29
                                    

Sus besos...

Sus besos eran el manjar pecaminoso que mis labios rezaban por experimentar.

Tal vez valla al infierno después de esto, y siendo sincera poco me importa... Deseo tener paz en mi corazón y no hay lugar donde la encuentre más que entre esos labios color rojo.

—Oh Dios... —mi cabeza se hecho hacia atrás, deseando ese delicioso movimiento de su experta lengua sobre mi piel. Su mirada azulada se posó en la mía, podía sentir mi cuerpo en llamas, al igual que el palpitar desbocado de mi corazón loco y terco.

—Te deseo tanto —cerré los ojos dejándome llevar por la hermosa melodía que era su voz ronca junto a mi oído. Mis manos se agarraron de la sabana sin poder soportar el deseo que me controlaba ahora.

—Perrie... —gemí, cuando sentí su mano curiosa y traviesa masajear mis muslos. Decidida a aventurarse por lugares peligrosos.

—Jade —dijo en un tono suplicante. La mire esta vez para tomar la parte posterior de su cabeza. Haciéndonos hundir en un beso deseoso y jodidamente incorrecto.

Mi cabeza se removió en cuanto sentí unas manos frías posarse sobre mis hombros. Mis ojos se abrieron de golpe, y entonces pude ver la sonrisa amplia de Leigh Anne mientras me sacudía tan cual muñeca de trapo.

—¡Despierta! ¡Despierta! —su voz sonaba divertida y chillona. La mire con el ceño fruncido.

—Ya desperté... —apenas podía pronunciar aquellas palabras. Sentía mi boca seca y mi cabeza dando vueltas —¿Qué fue lo que paso? —Pregunte tomando mi cabeza entre mis manos —Me siento horrible...

La carcajada de mi morena amiga solo me hizo querer morir. La mire aún más confundida cuando ella se detuvo para observarme mejor.

—¿Enserio no te acuerdas de nada? —Sus labios ahora estaban entre abiertos —¡Por fin dejaste de comportarte como una anciana! —otra carcajada, esta vez mas fuerte e insoportable me hizo quejar por lo bajo.

—¿Puedes por favor bajar la voz? —siento que el tintinar de su hablar me va a destrozar los oídos en cualquier momento —Explícame... ¿Qué me paso? Recuerdo que fui a aquel lugar asqueroso por Camila —en aquel instante mis ojos se abrieron como platos —¡¿Camila?!... ¿Dónde está?

—Es muy probable que este en su cama lamentando haber nacido —ríe por lo bajo mientras hace una mueca. Ahora me hace recostar sobre la almohada, mientras pone la charola con lo que parece ser caldo de pollo, la miro confundida ¿Me ha traído el desayuno?

Toma el vaso que parece contener agua entre sus manos, para luego lanzarle una pastilla que luego se disolvió en el transparente líquido. Me lo ofreció, pero me aleje.

—¿Qué es eso? —pregunto temiendo de mi vida. Ella ladea su rostro y me mira incrédula.

—Una aspirina genio —dice irónica ¿Aspirina? ¿Para que necesitaría una aspirina yo? —Tómatelo todo, luego me agradecerás.

Y obedecí porque ahora parecía bastante seria.

—Bien —termine de ingerir el líquido para luego hacer una mueca de disgusto... Valla asco que son las aspirinas. Mi amiga rio por lo bajo —Ahora me puedes decir ¿Qué fue lo que paso? ¿Por qué no recuerdo nada?

Ella solo se acomodó mejor en la cama, y por primera vez me percataba del lugar donde estaba ¿Cómo fue que pare en mi habitación sin recordarlo?

—Parece que te tendieron una trampa —dice mirándome con comprensión —Ah y ahora que lo recuerdo... Gracias por esperarme donde te dije fue de gran ayuda —ahora me mira fulminante, sé que solo es sarcástica. Dirijo mi vista a mis manos.

DEAR GOD - Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora