CAPITULO 26

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-Lauren, lo siento pero yo... -trate de justificarme pero fui apuñalada por su mirada fría y severa.

Siento si respiración pesada como si estuviese conteniéndose tal y como lo hizo minutos atrás antes de partirle la cara a aquel chico. Retrocedí dos pasos sabiendo que puede llegar a pasar si estoy muy cerca.

-Camz –dice en un susurro –Lo intento... Lo intento pero tú me sacas de mis casillas –ahora su rostro luce más relajado. Hago una mueca con mi rostro acercándome un poco.

-¡Tú me lo diste Jauregui! –reniego subiendo el tono de mi voz.

-Que mierda...¡YA LO SE! –me encaro acerándose de forma brusca. El miedo haciendo de las suyas una vez más en mi cuerpo. La mire con terror.

-¡¿Por qué lo hiciste entonces?! –hablo con desesperación. Sus labios se entreabren algo confundida, sé que ni ella tenía una respuesta para eso.

-Camila... -dice mirando hacia el suelo. Para cuando me puedo dar cuenta ya estamos en la acera enfrente del pub. No le digo nada mientras ella toma un taxi y tampoco le pregunto porque lo hizo si tenía su carro aparcado enfrente. No me inmuto ni siquiera a hablar cuando nos subimos al auto de servicio público para que ella le diera las indicaciones de cómo llegar a su apartamento.

Siento ganas de llorar, de llorar porque pensé que ella se controlaría, trataría por mí. Pero me equivoque y sus disculpas fueron una mentira.

-Llévame a mi casa Lauren –hablo de forma severa. Sus ojos son la definición de arrepentimiento y tristeza. Sé que se siente mal por lo que paso, pero no es suficiente para mí –Ahora.

-Bien –dice en voz baja, para luego darle las indicaciones al hombre para que se detuviera unas calles antes, donde se encuentra mi casa.

El recorrido en el taxi fue asfixiante. Me sentía decaída por la descarga de adrenalina anterior, ahora solo quisiera uno más de aquellos porros.

-Es aquí –digo amarga haciendo que el hombre ajeno a todo el ambiente de presión entre la ojiverde y yo se detuviera.

Lauren saco algunos billetes de su bolsillo trasero mientras yo la miraba incrédula. Crei que me dejaría y se iría, es claro que me equivoque.

-Gracias –dice para luego darse lugar fuera del auto. No espere a que me abriera la puerta y salí de allí.

Por fin el hombre emprendió su camino lejos de nosotras y pude sentir el peso del silencio recargarse en mis hombros.

-No voy a decir que lo siento una vez más Camila creo que ya estas cansada de que lo haga –hablo rápidamente mirándome con expresión impasible. Revolví los ojos mientras me encaminaba hasta la puerta de mi casa. Como lo supuse ella me lo impidió.

-Es verdad Lauren, estoy harta de que te disculpes sin sentirlo de verdad –escupí con ira. Estoy más que enojada con ella, estoy cansada de que me culpe por algo que no hice. Su mirada se posó en mis manos y entrelazo estas con las suyas –Yo no quería hacerlo Lern y tú me culpas.

-Pero lo hiciste y es la pelea más idiota del mundo Camz –se acercó un poco para tomar mis mejillas entre sus manos –te quiero Camz no sabes cuánto y cuando vi a ese imbécil tocarte de la forma en que lo hizo me hirvió la sangre.

Le miro por algunos segundos escudriñando la verdad de sus palabras a través de sus ojos. Sé que lo siente, esta arrepentida. Sonrío de medio lado sintiéndome incapaz de seguir peleada con ella.

-¿Por qué discutimos tanto Lern? –Pregunto besando cortamente sus labios –No somos nada y ya peleamos como una pareja de esposos.

Su mirada se endureció de repente y pude ver su sonrisa desaparecer -¿No somos nada? –dice incrédula y venenosa. Elevo mi ceja para luego alzar mis hombros restándole importancia.

DEAR GOD - Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora