CAPITULO 14

864 88 45
                                    

—Quiero que solo por hoy sean ustedes mismas quien se encarguen de dirigir la lección —la madre Carmen me mira y sé que requiere de mi participación —Jade ¿Podrías empezar por la reflexión del día? —asiento mientras acomodo mi túnica de una forma más factible para mí. Aunque no tengo ni idea del porque me incomoda si he estado toda mi vida acostumbrada a vestir de esta forma.

Mi oración fue bastante corta, me dedique a agradecer como ya es costumbre para mí por un nuevo día y todo por lo que he sido bendecida al igual que todos en la sala presentes.

Debo admitir que para haber sido el primer día me sentí en confianza con mis compañeras novicias. Algunas me ayudaron con recomendaciones para poder llevar una maravillosa estancia aquí, y algunas me advirtieron de algunos detalles que no había tenido muy presentes.

Como Alexa, una chica bastante guapa que lleva más o menos dos meses de formación. Con quien hable ayer en la tarde cuando me disponía a ir por algo de agua. Ella se encargó de dejarme claro la tortura por la que dice pasar cada día, debo admitir que al principio se me hizo bastante extraña. Luego me explicó que si está aquí es en contra de su voluntad y comprendí que tal vez no me sienta tan sola estos meses.

—¿Y tienes novio? —pregunta mientras mascaba de forma grotesca una goma. Le miro por algunos segundos, sintiendo esa sensación otra vez... No puedo reconocer esa acción con precisión en cualquier persona.

Trato de arrancar mi mirada de la suya mientras trato de concéntrame en mi tarea. Muevo la escoba tratando de alcanzar cada parte del suelo en el pasillo principal —Nunca —le digo mientras sonrió, recuerdo haber pensado en ello antes y era tan complicado pensar que jamás sentí atracción por ningún chico en la secundaria ni en ninguna etapa de mi vida —Tal vez quise en alguna ocasión alguien que me entendiera de esa forma... Pero, jamás llegue a sentir...

—Eres lesbiana ¿no? —me mira de reojo mientras termina de quitarle la envoltura de su chupeta. Le miro con los ojos levemente abiertos, al parecer ella no se da cuenta de la magnitud de su afirmación pues no se digna a mirarme si quiera.

—¿Qué? —pregunto completamente perpleja.

—Bueno... —dice sonriendo de medio lado totalmente ajena al latir desbocado de mi corazón —Lo deduje —me mira inquisidora y sé que quiere confirmar sus sospechas en mi reacción, trato de evadirla —Eres una chica agradable y soñadora Jade —frunzo el ceño sin comprender por qué esa es la razón de su hipótesis —Vamos cualquier chica que haya sentido un pene dentro deja de ser agradable y soñadora.

Rio entre dientes y pienso en Leigh Anne, estoy segura haber escuchado algo similar de su parte alguna vez. Son tan irreverentes.

—¿No se te ocurrió tal vez que soy virgen? —pregunto bajando un poco la voz. Ella me mira divertida y deja el trapero a un lado para acercarse a mí.

—Lo se Jade —me mira con confidencialidad —No tienes por qué huir de lo que eres —le miro confundida ¿Cómo es que puede hablar de ese modo sobre mi vida si apenas me conoce? —Preste mucha atención ayer cuando me platicabas de tu amiga...

—¿Camila? —pregunto tratando de evadirla.

—Ella está perdida por ti pero hablo de la desesperante rubia —rio por lo bajo, pues estoy segura de que Perrie estaría de acuerdo con esa descripción personal —Tus ojos te delataron... Jamás vi a una persona hablar así de otra y no me interesa saber si ella siente lo mismo o no.

Algunos segundos de silencio nos acompañaron de pronto una sonrisa se asomó por mis labios. Mi mirada estaba fija en la suya y acompañe esto por una negación con mi cabeza.

DEAR GOD - Jerrie ThirlwardsWhere stories live. Discover now