CAPITULO 13

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Parpadee varias veces solo para asegurarme de que aquello no fuera un sueño. Uno de los muchos que he tenido con su persona, le mire una vez más, esta vez para asegurarme de que ella fuera real... De que esos dos ojos azules me veían ahora solo a mí, a nadie más. De que sus rojos labios gritan sus deseos de besarme y de que el rosa de sus mejillas ahora es por mi causa.

-No quiero que me lastimes –dije sin pensarlo muy bien. Ella entre abrió sus labios con sorpresa, se que no esperaba ese tipo de respuesta.

-Pero lo hare –hablo apenas en un susurro. Me tomo esta vez con más fuerza de la cintura he hizo que me quejara por lo bajo –Te lastimare como a nadie Jade...

-Lo sé –cerré los ojos saboreando cada palabra, aquella soledad en el pasillo comenzaba a ser inquietante. La maquina a nuestro lado siendo nuestra única fuente de luz clara.

Su rostro, apenas siendo iluminado por la luz artificial me quería hacerme rogar que me besara en aquel instante. Ese rostro de porcelana fina, delicada y hermosa.

-¿Entonces porque tratas de jugar al gato y al ratón? –Pregunta mientras muerde su labio inferior –Te deseo con tantas ansias Jade –su frente ahora se une a la mía y puedo sentir el tibio toque de su aliento mentolado contra mis labios sensibles –No podría soportar tenerte en mis brazos sin querer devorarte esa boquita tan hermosa –sus palabras me dejaron helada por algunos segundos.

Quiero que lo haga, quiero que me bese... Aunque se lo muy mal que esta desear que lo haga.

-¿Por qué no lo haces? –pregunte en un débil intento por no parecer una desesperada. Ella sonrió y traslado una de sus manos a mi mejilla, donde con dedicación empezó a acariciarme.

-No eres el tipo de chica al que quiero llevarme a la cama y ya –dice con total sinceridad. Y es otra cosa que amo de ella, su manera tan particular de ser una chica aventurera pero transparente –No eres el tipo de chica que despertaría en una habitación de un barato Motel sola a las cinco de la mañana desnuda y con la cabeza a punto de explotar –le mire con suplica, se que no me besara, al menos por ahora. No me considera lo suficiente para eso.

-No soy el tipo de chica que sea de tu agrado eso lo tengo claro –trate de alejarme, pero ella me lo impidió.

-No trates de hacerme parecer la mala de todo esto –se queja entre dientes –No fui yo quien con una encantadora sonrisa recibía a su odiosa compañera cada día. No soy yo quien es completamente irresistible y adorable y perfecta al mismo tiempo –dice con rapidez, le miro estupefacta y por primera vez me doy cuenta de que jamás fue aquel bicho raro para ella –No soy yo que con solo mover su perfecto cuerpo pone a sus pies a cualquier persona... Incluyendo a una estúpida y más que débil chica rebelde e indisciplinada que le pone los pelos de punta cada vez que se le acerca –Su nariz llego a ser contacto con la mía. Sus ojos ahora están cerrados y ella parece reprimir un impulso.

-Quiero que me beses –dije dejando en el caño la idea de no parecer una desesperada por ella. Sus hermosos ojos se abrieron una vez más y ella me dedico una mirada que jamás podre olvidar. Estaba enternecida, muerta de deseo y completamente fuera de sí misma.

-Yo también quiero hacerlo –sus dedos rozaron mis labios preparados para un fructífero, ansiado y delicioso beso, mis ojos se cerraron concentrándome en esa adictiva sensación. Pero este jamás llego.

Los pasos de la rubia se escucharon con estruendosos sonidos de sus botas de tacón sobre la baldosa bien encerada. Abrí mis ojos con ira, pero aun así no me sentía decepcionada. Supongo que me lo debía esperar, después de todo es Perrie Edwards.

DEAR GOD - Jerrie ThirlwardsWhere stories live. Discover now