BRUISES ✓ joshler

15 ✦ BRUISES

09/06/2016

"Iré a caminar un rato", anunció el moreno, a lo que sus padres asintieron, conociendo la típica rutina de los jueves de Tyler. Éste terminó su café con leche, lavó su taza, y salió luego de ponerse una gruesa capa de abrigo encima.

La nieve caía sobre su gorro rojo de lana y el frío helaba sus mejillas. La puntita de su nariz se enrojecía de a poco.

Apreció el panorama. Un manto blanco en el suelo y pinos altos le rodeaban en silencio. Siguió caminando, rodeando el bosque y pateando la nieve como un niño pequeño, aunque la diferencia era que no sonreía ésta vez.

Josh había faltado al colegio dos días seguidos y a Tyler comenzaba a preocuparle demasiado la vida del chico de ojos rasgados.

No recordaba haberse hecho tanto drama por un amigo, pero con Josh era diferente. Algo en él le atrapó, le cautivó apenas le vio. ¿Serían los moretones, las marcas violetas en su rostro? ¿Serían sus oscuros cabellos púrpuras, que contrastaban con su pálida piel? ¿O tal vez aquellos ojos achinados de color avellana? ¿Y qué tal si fueron sus finos y rosados labios?

"Quizás me estoy fijando demasiado en él", pensó Tyler. Sonrió y negó con la cabeza al recordar aquellos besos que Josh le había robado. Se sonrojó y soltó pequeñas risitas.

Nunca se había planteado hacia qué sexo o género se sentía atraído. En realidad, creía seriamente que nunca le había gustado nadie, ni siquiera de pequeño.

De repente, unos sollozos le distrajeron. Tyler paró en seco y, callado, intentó escuchar de dónde venían aquellos débiles sonidos, que finalmente concluyó en que provenían desde dentro del bosque.

Como el moreno era una persona amable y siempre con ánimos de ayudar a los demás, decidió internarse entre los árboles para ver si alguien estaba en problemas.

Sus pies se hundían en la nieve mientras que exclamaba "¿hola?" repetidas veces, pero nadie contestó. Sólo se escuchaban aquellos sollozos, aunque cada vez más cerca.

Luego de dar unos cuántos pasos más, Tyler giró la cabeza y divisó una bolita negra que temblaba sobre la nieve.

"Uhm...", carraspeó. "¿Estás bien?", dijo, a medida que se acercaba más. La persona se movió, como queriendo voltearse, pero el temblor era exagerado y el frío parecía haberle inmovilizado.

"¿Hol-...?", preguntó el menor, hasta que vio un mechón violeta oscuro sobresalir por la capucha de quién yacía en la nieve. "¡¿Josh?!".

En seguida cayó sobre sus rodillas y volteó a la persona, comprobando que se trataba de su amigo. Éste estaba casi tan pálido como la nieve, haciendo que sus moretones contrastaran con su piel más que nunca. Labios púrpuras.

Tyler negó con la cabeza, confundido, y levantó la cabeza de Josh mientras maldecía. Con el helado cuerpo del mayor sobre sus rodillas, el más delgado jadeó del miedo.

"Josh, Josh, Josh", repitió, deseando que el otro abriera los ojos. Sacudió levemente a su amigo y acarició su rostro con su mano libre. "¿Me escuchas? Vamos, vamos a casa, Josh".

El chico de los rizados cabellos violetas agitó sus pestañas, casi luchando con sí mismo por levantar sus párpados que estaban pegados por las lágrimas secas. Logró elevarlos un par de milímetros, lo suficiente como para ver la expresión desesperada y aterrada que poseía el rostro de Tyler.

"¿Puedes pararte? Iremos a casa y-y te darás un baño caliente, ¿sí?", musitó Tyler. Quería calmar los espasmos que sufría Josh, pero el frío era demasiado. Tomó al mayor de la cintura y, con esfuerzo, se levantó junto a él. Le abrazó fuertemente y sacudió sus brazos alrededor del cuerpo de su amigo, para darle calor.

"N-No p-puedo... moverme", tartamudeó Josh, entre titubeos, aferrándose a Tyler con todas sus fuerzas, hundiendo su rostro en el cuello del menor.

"Ya pasará, tranquilo. Sólo... Haz lo que puedas. Intenta caminar y llegaremos más rápido", jadeó el moreno, colocando un brazo de Josh sobre sus hombros y dando un par de pasos.

Por suerte, la casa de Tyler no estaba muy lejos.