BRUISES ✓ joshler

EPÍLOGO

Un año más tarde...

Josh ya no es el chico de las manchas violetas.

Su cabello rizado y amarillo llama la atención aún más que aquellas marcas que alguna vez le hicieron quedar mal parado frente a toda persona que se le cruzaba.

La gente del antiguo colegio de Columbus, donde conoció a Tyler, ahora le toma desprevenido con saludos o con charlas animadas.

Al llevar una sonrisa en su rostro y la cabeza en alto, el pálido joven se abrió numerosas puertas. Pero claro, sin Tyler nada de aquello hubiera sido posible.

"¿Ahora?", preguntó Tyler apenas sonó el timbre que indicaba que los alumnos podían salir del aula y regresar a sus anhelados hogares.

Josh, sin responderle, asintió y se levantó antes que todos, diciendo bien alto: "¡Esperen! Con Tyler tenemos algo que decir".

La profesora sonrió. Anteriormente los dos chicos la habían interceptado pidiendo permiso para hablar frente al curso al final de su hora de clase y, de paso, le revelaron la razón de su deseo.

Ambos jóvenes caminaron hasta la pizarra para obtener las miradas atentas de sus compañeros clavadas sobre ellos.

Josh, al ver sus rostros, se sintió aterrado, pero Tyler le miró y apretó la delicada mano del mayor con firmeza.

"Tranquilo. Puedes hacerlo, recuérdalo", susurró.

Luego de un suspiro y de rememorar la promesa que habían hecho, se decidió a seguir adelante. Tenía que perder la vergüenza y la timidez de una vez por todas. Tenían que mostrar la verdad y él era el indicado para revelar que...

"Tyler y yo estamos saliendo, y nos gustaría que nos acepten por quiénes y por cómo somos", dijo Josh, y tomó una gran bocanada de aire para poder continuar. "Antes de comenzar a insultarnos, estaría bueno que se pongan en nuestros lugares e imaginen lo feo que sería que alguien les hiciera sufrir a ustedes por ser pareja de alguien que aman".

Tragó saliva. Un nudo en su garganta le molestaba al hablar y hacía que su voz se oyera extraña, como si fuera a ponerse a llorar, pero no era momento de eso. No ahora que lo estaba logrando.

"Tyler me ayudó a superar muchísimas cosas", prosiguió mientras miraba a su novio con una sonrisa y varios de sus compañeros del aula hicieron lo mismo, sabiendo por todo lo que el teñido había pasado. "Es importante que sepan valorarlo tanto como yo lo hago, y que respeten sus gustos y valentía por estar ahora aquí adelante, haciéndome compañía".

Su mente quedó en blanco apenas terminó aquella oración. Pasaron unos segundos en completo silencio de parte de todos, hasta que un chico de rizos marrones se levantó y agregó: "Cuentan con mi apoyo, chicos". En seguida miró a sus compañeros, incitándoles a hacer lo mismo y, cuando lo imitaron, aulló y comenzó a aplaudir con una sonrisa en su rostro.

El cálido sonido de las palmas chocando unas con otras y los silbidos hicieron que Josh abrazara a Tyler, apoyando su cabeza en el cuello de éste, pero Tyler tomó el mentón del mayor y le besó, sin vergüenza.

El chico de antes tuvo que reprimir las lágrimas en sus celestes ojos al ver aquella hermosa escena. La profesora aplaudía junto a sus alumnos y todos sentían sus mejillas doler ante las tan enormes sonrisas que tenían.

Quien inventó el dicho que reza "El amor todo lo puede" tenía razón, y Tyler y Josh ahora lo sabían bien.