BRUISES ✓ joshler

39 ✦ BRUISES

18/07/2016

Una gran sombra cubría a Josh cada vez más, como si fuera un ser que no quisiera dejarle escapar y deseara privarle de luz.

Tyler chilló el nombre del más pálido, incentivándole a correr hacia él, pero unos brazos negros le rodearon el pecho y cubrieron sus labios, impidiéndole continuar llamando a Josh.

Desde lejos, éste último veía aterrado cómo la piel del moreno se tornaba negra, comenzando por las manos y subiendo por las muñecas de tatuajes azabaches.

Y, de repente, la blanca piel de Josh comenzó a doler. Manchas negras aparecían lentamente a lo largo de todo su cuerpo y Tyler, inmovilizado en su lugar, veía cómo aquella persona que había abandonado perdía su fuerza y se retorcía debido al dolor de esas marcas.

"¡NO!", gritó el más joven, sobresaltado, despertando de golpe. Sentado en su cama, apretó sus párpados con sus dedos, intentando borrar aquella pesadilla de su mente.

Luego, abrazó sus piernas y se meció hacia atrás y hacia adelante, pero no le sirvió de consuelo alguno, por lo que de inmediato tomó su celular y marcó el número de Josh de manera instintiva.

Luego de oír el primer tono, se percató de la hora. Supuso que llamar a las tres y cuarto de la mañana interrumpiría el sueño de Josh, por lo que deseó cortar la llamada, pero justo en ese instante obtuvo una respuesta del otro lado de la línea.

"¿J-Josh?", preguntó Tyler, conteniendo el aire dentro de sus pulmones, expectante. Un suspiro ajeno aclaró su pregunta y el menor se contuvo de gritar. "¡Oh, por Dios, Josh! ¿C-Cómo estás?".

"Bien, Tyler. Estoy bien, gracias por preguntar, pero no quiero hablar contigo ahora. Adiós", dijo rápidamente, permitiendo que un par de altibajos en su voz delataran su malestar.

"No, no. Espera, escúchame", insistió el moreno, aferrándose a su pequeño teléfono.

Josh chasqueó la lengua con molestia y repuso: "Se supone que debería estar durmiendo, pero en lugar de eso me la he pasado llorando. ¿No crees que estoy equivocado al seguir hablando contigo?".

Tyler se quedó sin aliento y sus labios se fruncieron hacia abajo. Los mordió con el objetivo de no llorar, pero se sintió obligado a hablar para que Josh no diera fin a la llamada.

"Y-Yo...".

"Tyler, no llames más, por favor".

"Josh...", prosiguió, pero un pitido le interrumpió. La llamada había finalizado.

Tyler abrió mucho los ojos, asustado, y miró la pantalla del celular, sin creer que aquello hubiera ocurrido. Mordió sus uñas hasta comerlas y causarse dolores punzantes, de los cuales se arrepintió un rato más tarde.

El temblor de su cuerpo no le dejaba razonar. Le consumía el miedo de que Josh se alejara de él aún más o de que incluso le olvidara, provocándole una ansiedad que nunca antes había sido capaz de sentir.

Su respiración agitada le resultaba perturbadora, pero no podía detenerla. Por más que intentara inhalar aire y exhalarlo de forma calmada, estaba tan aterrado que no le era posible.

Casi sin preocuparse por cuántas ausencias a clase tenía, decidió escapar.

Josh era como su santuario porque, al estar con él, Tyler olvidaba todos sus problemas dejándolos atrás, y ayudaba a Josh a superar los suyos.

Así que iría con él, y no le importaba si el chico de rizados cabellos azules le rechazaba, porque Tyler sabía que Josh era muy buena persona como para prohibirle al menos disculparse y despedirse como corresponde.

El moreno se puso las primeras prendas que encontró en sus respectivos cajones y, sin hacer ningún ruido, bajó las escaleras. Tomó las llaves del auto y, luego de abrigarse con su campera verde, salió apresurado con rumbo al auto, una vez más, esperando que no fuera la última.