38 ✦ BRUISES

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13/07/2016

Josh estaba preocupado.

No había sabido nada de Tyler desde que le dejó el domingo en la mañana, hacía cuatro días. No respondía las llamadas por video y tampoco las telefónicas, y al mayor le daba vergüenza llamar a la casa del moreno porque no quería parecer desesperado o tener que hacer un cuestionario acerca de Tyler, y menos dar explicaciones.

Sacudió la cabeza, dejó de pensar y regresó a lo que estaba haciendo. Al terminar de ducharse, se vistió rápidamente y luego salió con rumbo al colegio.

Era una estupidez. Ahora que lo pensaba, su relación con Tyler ni siquiera había durado lo suficiente como para que pudieran conocerse muy a fondo, pero sin embargo le hería. Josh no entendía por qué en tan poco tiempo se había dejado atrapar por el buen humor y el maravilloso aspecto físico del moreno, si sabía que aquello volvería a pasar. De todas formas, quedarse solo o que le dejaran de lado era algo habitual.

Al llegar a la institución, se dirigió a su casillero con el objetivo de sacar los libros y carpetas necesarias para la próxima clase, pero en el camino se encontró con el tipo abusivo que le había agredido anteriormente. Casi de inmediato, Josh intentó alejarse de él con disimulo pero, para su mala suerte, el corpulento alumno le hizo tropezar.

"Pareces una niña, ¿sabes?", dijo entre risas burlonas. Luego, al ver el rostro de Josh contra el suelo, su expresión cambió a una de pena obviamente fingida. "Oh, ¿estás llorando?".

Pero el teñido de azul no escuchó. En su mente divagaban las palabras de Tyler, diciéndole que se mostrara fuerte para que los demás no le pasaran por arriba. Aunque sin Tyler de su lado, no podía defenderse. Se sentía impotente.

Hizo un ademán por escapar de allí pero recibir una patada en las costillas le hizo caer de nuevo al suelo, impidiéndole moverse.

Josh sabía que a su alrededor había un tumulto de alumnos mirándole expectantes por alguna reacción violenta de su parte, y se sintió aún peor al saber que no podría levantarse como si nada y devolverle el golpe a su agresor.

Éste, se acercó nuevamente al chico de azulados rizos con la intención de herirle en el rostro pero un grito le hizo voltearse.

"¿Tus padres te golpeaban cuando eras niño? ¿Por eso ahora molestas a otros, para desquitarte?", preguntó alguien en voz alta y clara, el tono perfecto para ser oído sin problemas por todos los alumnos.

Josh levantó su cabeza con esfuerzo, buscó con la mirada al chico que había retrasado la golpiza que recibiría y se topó con Brendon, sobresaliendo del montón.

En seguida, se irguió del suelo a cuestas y se internó entre la gente, escondiéndose y huyendo una vez más de sus problemas.

Escuchó cómo a sus espaldas Brendon respondía en su defensa y luego, sin saber cómo, el chico del quiff se encontraba frente a él como por arte de magia. Le pasó el brazo por debajo de sus hombros para sostenerle y, luego de mirarle con melancolía, le preguntó:

"Josh, ¿estás bien?".

Un fuerte quejido de dolor acompañó sus palabras al responder: "Sí, me duele el pecho pero no creo que sea algo gr-...".

"No", interrumpió el mayor, "me refiero a sí estás bien... Ya sabes".

Josh le miró con cierto temor y se encontró con los grandes ojos de Brendon mirándole. El del quiff parecía haber notado algo en el teñido y éste decidió que no tendría sentido mentirle, así que explotó:

"Uh, no lo sé. Es feo que te digan que te aman, que una relación recién comienza y que después te rompan el corazón sin darte razones claras".

Brendon bajó la mirada y conservó el silencio. Había vivido eso antes y sabía cómo se sentía.

BRUISES ✓ joshlerWhere stories live. Discover now