29 ✦ BRUISES

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27/06/2016

Una semana había pasado desde que la mudanza había tenido lugar.

El regreso a clases no le sentó bien al primogénito. El pasar de las numerosas horas de clase semanales fue lento y doloroso para Josh, quien no logró adaptarse al cambio de colegio tan bien como había hecho con el anterior gracias a Tyler.

El terror no tardó en volver a atacarle y en hacerle sentir peor que en cualquier otro colegio. Normalmente, el chico ignoraría aquellas duras miradas que sus pares le dirigían en los pasillos, en el salón, en el comedor y hasta en el baño, pero por alguna razón ahora se sentía más expuesto de lo normal.

Su palidez y el contraste que lograban poseer las duraderas manchas oscuras sobre su piel no hacían más que atraer la atención de los que más dudaban de sí mismos y se desquitaban con los débiles mediante la fuerza para aparentar ser superiores: los bullies.

Oye, tú! ¡El nuevo!", le gritó un chico en el pasillo, a quien Josh no le correspondió la mirada. "¿Por qué no te volteas? ¿Tienes miedo?", continuó, pero los pasos de Josh no se detuvieron y su mirada persistió baja. Sin embargo, aquella no fue la reacción esperada por el otro alumno así que rápidamente se acercó al más pálido, lo volteó y le tomó por el cuello de la camiseta.

"No nos gustan los que son como tú. Mejor cuídate la espalda, ¿oíste?", le advirtió antes de soltarle e irse, dejando el pasillo -que estaba lleno de alumnos- en un momentáneo silencio absoluto.

Josh siguió su camino hacia su aula correspondiente, reprimiendo las lágrimas y hasta rezando para que aquello no volviera a ocurrir.

Odiaba tener que cargar con esos moretones eternos en su rostro. Parecía que tardaban siglos en sanar y, al verle tan frágil, su imagen aparentaba incentivar al resto a molestarle.

Al doblar en un pasillo, chocó con otro chico y su corazón se aceleró al temer que su reacción fuera la misma que la del abusivo de antes pero, para su suerte, no fue así.

Oh, lo siento! Siempre me digo a mí mismo que tengo que caminar más alejado de las paredes para evitar chocar con alguien, pero supongo que mi memoria no es de las mejores y me olvido de hacerlo", agregó, rascándose la nuca con una sonrisa sincera. Luego, se presentó: "Soy Brendon. ¿Tú... eres nuevo? No te había visto antes".

Josh, a este punto de la conversación -o monólogo, porque el único que había hablado era Brendon-, ya estaba aturdido de escuchar tantas palabras y el cuchicheo constante que llenaba el pasillo. Creía que todos le miraban y hacían comentarios malos hacia su persona, como en todos los otros colegios a los que había asistido. Pero cuando estaba con Tyler ese murmullo se acallaba en sus oídos como por arte de magia, permitiéndole sentirse seguro de sí mismo.

"S-Soy Josh y sí, soy nuevo", consiguió formular, agachando la cabeza una vez más.

"¡Genial! ¿En qué año estás?", preguntó el más alto, animado. Había visto los moretones, pero decidió pasarlos por alto y no mencionar nada al respecto.

"Y-Yo... Lo siento. N-No me siento bien hoy", respondió el de cabello blanquecino, esquivando al mayor y alejándose de él a pasos rápidos.

Brendon vio a Josh irse y mezclarse entre los otros estudiantes, empujándoles levemente para poder pasar, y frunció el ceño en un gesto de comprensión. Después de todo, el chico del quiff ya había pasado por malos momentos y entendía mínimamente la situación de Josh, aunque la desconocía casi por completo.

Josh corrió siguiendo los carteles que indicaban la salida y, al encontrarse frente a la puerta principal, no dudó más de dos segundos y salió, con pasos temblorosos y una horrible sensación en el pecho.

Le estaba fallando a Tyler.

BRUISES ✓ joshlerWhere stories live. Discover now