Moneda al aire

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Día de muertos

Hasta este punto muchos podrán imaginarse como soy, quizás algunos me odien y otros se compadezcan de mí. 

Seguramente quieren que corra a los brazos de la muerte, pero hay algo que no saben aún. A pesar de el miedo que siento por amarlo. No puedo evitar sentir esto que me inquieta, que me aterra. ¿Cuales serán las consecuencias por amar a la muerte? Las consecuencias para mí, para él, para todos, para ambos mundos. Y  sobre todo me aterra aceptar lo que él me hace sentir.  Aunque parezca que la muerte no me importa, aunque no quiera admitirlo, me importa, me hace sentir algo que no puedo explicar. ¿Amor? ¿Se puede amar a alguien que es más parecido a un sueño, que a una realidad? Quizás sea lo más parecido a un amor platónico, y no por que no sea correspondido, o imposible, más bien es platónico, por aquella definición olvidada en la historia y que nos lleva a un incorrecto uso de esa definición.

Creo en que el amor es lo que nos motiva, lo que nos impulsa a conocer la belleza del otro. Yo lo veo más como esa curiosidad que siempre me lleva a meterme a donde no debo. En este caso quiero conocerlo, quiero saber de él, lo que lo hace bello por sí mismo, y no por las suposiciones erróneas, creo que el conocimiento nos lleva a ese amor apasionado, puro, y desprendido de cualquier egoísmo. Tal vez solo yo lo vea así, sólo yo sea la loca que cree en ese ensueño de amor. Sin embargo inconscientemente he vagado por libros, textos e internet para encontrar un nombre, un nombre que lo haga un poco más mío, un poco más real.

Un nombre como el que él que me dio, un nombre que lo haga más humano. Así que no me pueden decir que no me importa.

¿Miedo? Quizás podrán decir que no debería de sentir miedo. Pero ¿ustedes que harían en mi lugar? 

Cuando puedes ser la culpable de que el mundo como lo conoces sea destruido, o de que tu familia pueda morir. 

¿Piensan que es una historia de amor? Lo cierto es que esta historia esta por empezar. ¿Creen que me hago la sufrida? Quizás... Pero hay algo de mí misma a lo que siempre le he tenido miedo. Y es que creo que no sólo la muerte ha estado a mi lado. La muerte es algo neutro a pesar de lo que queramos creer. El se lleva la culpa, nuestros temores y frustraciones, él es quien toma la responsabilidad de ser odiado cuando alguien a quien amas se va. Y quizás eso fue lo que me llevó la oscuridad, a dejarme llevar por ese ser oscuro. Aquel ser que también estuvo vigilante, como una sombra, sólo que no me había dado cuenta y quizás era muy tarde para cuando lo supe.

La pregunta es... ¿Creen que esa es la verdadera yo? No soy una mártir, ni soy una víctima, soy tan culpable como Canek de que este mundo pueda derrumbarse, por que había algo que no había tomado en cuenta, algo con lo que Canek contaba, algo que el sabía. 

Algo en mí me decía que ocultara mis sentimientos, que los negara. Por miedo, si. Pero también por que era cierto que el amor si bien es lo que nos mueve, puede ser nuestra perdición. Es un sentimiento endemoniado. Es como una moneda que se avienta al aire,y que puede caer de cualquier lado. Así que para protegerlo a él, a mi familia, a mis amigos, necesitaba mantener esa moneda en el aire. Aunque tarde o temprano caerá, y en ese momento todo se decidirá. 

Mientras tanto... Aquí estoy, subiendo de nuevo aquella escalinata. A mi paso cada flama, de cada una de las velas parecía irradiar luz y calor con mayor fuerza.

Aura había anticipado que usaría un vestido, quizás Adam lo sabía, pero era algo que él no quería hacer, por ello Aura se había encargado de ello. A una parte de mí no le agradaba, y creo que era por que sentía que Adam me pertenecía, pero no por que lo siguiera amando, sino más bien era orgullo y vanidad. Algo que me avergonzaba admitir. Quizás no era tan buena y noble como todos creían, más bien yo sabía que no era así. Era consciente de mi oscuridad, pero se lo ocultaba a todos. Y en ese intento de ocultarla, podía pecar de hacerme la sufrida, de no superarlo. Sin embargo era más bien como una especie de salvavidas al que me aferraba para mentir ante todos, mentirme incluso a mí misma. 

Cuando la muerte se enamoreWhere stories live. Discover now