Un "te amo" disfrazado

46.5K 4.6K 426
                                    

Nahek y yo entramos a mi cuarto y cerro la puerta detrás de él.

¿Pueden adivinar que fue lo que paso? Bueno pues si pensaron en algo más, creo que aun no conocen a Nahek.
Sin quererlo, sin siquiera proponerselo Nahek es uno de esos caballeros de los que ya no existen, a lo mejor simplemente es su naturaleza, o quizás que lleve tantos siglos de existencia o simplemente sea el amor que me tiene. A veces pienso que Nahek es como un niño que esta aprendiendo a amar. Pero me agrada, de cierta forma estoy re-descubriendo el amor a su lado, pensé que lo que sentía por Adam era todo, pero he aprendido que hay muchas formas de amar, Adam siempre sera mi primer amor, pero Nahek es algo muy diferente.

Nahek hace que me estremezca, que todo mi pecho se llene de una sensación cálida y agitada. Al mirarlo todas esas razones para no amarlo desaparecen, y sólo queda esa sensación de felicidad instantánea. Ese sentimiento que crece poco a poco.

Nahek me dio un beso tierno en la frente a la vez que me abrazaba. Y yo le correspondí ese abrazo. Tenía miedo de que esa felicidad se fuera, que se esfumara sin que pudiera hacer nada, No quería que estos momentos con él se acabaran. Estar en sus brazos era cómodo, cálido. Sin embargo tenía recelo del futuro, me abracé con más fuerza, sintiendo como mi cuerpo se aferraba a él. Sentí ese aroma amaderado, entrando por mi nariz inundandola con su olor. Había aprendido a amar a ese ser al cual ahora estaba aferrada. Y sentía culpa por amarlo.

Este amor nos llevaría a la destrucción. Hay algunos amores que no deben ser, que no están destinados a ser, por que solo causan daños, son hermosos, pero no dejan de ser destructivos. Tenía miedo que ese fuera nuestro destino. ¿Acaso este era uno de esos amores?

  — Necesito ir a hace mi trabajo Adara, prometo darme un baño. Te veré en la noche ¿de acuerdo?—  

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Nahek. Su rostro estaba pegado a mi frente. Yo asentí. Aunque en ese instante surgieron preguntas en mí. ¿Un baño? ¿Acaso sabía lo que eso era? ¿Como cumplía con su trabajo? Eran incógnitas que surgían en mi cabeza, pero aún no me atrevía a develar el misterio por completo de aquel ser. Ese misterio en parte era lo que me atraía tanto de Nahek. 

— Esta bien, te veré en la noche.—  Sabía que Nahek tenía obligaciones que cumplir, yo no podía interferir en ello, o mejor dicho ya había interferido lo suficiente. Aunque me inquietaba separarme de él, estábamos tentando al futuro. Prefería que se quedará a mi lado, y saber que estaba a salvo.

Seguramente hice una mueca, algo que le diera un indicio de que no estaba tan convencida de dejarlo ir. Pero ahora que ya no teníamos esa unión extraña en nuestras mentes, me sentía intranquila, me preocupaba por él.

  — ¿Ocurre algo Adara?—

Mordí mis labios, no quería parecer una niña, pero no podía evitar resentir el que se fuera y me dejara. Me preocupaba y lo iba a extrañar.

  — Es solo que... Me preocupas Nahek. Ahora que tu y yo, ya no podemos comunicarnos como lo hacíamos. ¿Y si pasa algo? ¿Si Canek aparece? ¿Si algo te sucede?  —  Todas las preocupaciones empezaron a salir de mi boca de manera incontrolable, sentía una opresión en mi pecho, estrujándolo al imaginar que algo le pudiera pasar a Nahek, lo que era un poco ilógico. ¿Que podría pasarle al Dios de la muerte? Sin embargo me preocupaba por él.

De pronto las sirenas de alarma empezaron a sonar. ¡Genial! Esto era para preocuparme. Mis sentimientos empezaban a dominarme.

—¿Acaso la imperturbable Adara, se esta preocupando por este ser?—  Dijo Nahek, tratando de sacarme de quicio. Finalizó la frase con una sonrisa pícara. Me di la vuelta, y suspiré. Ocultar mis sentimientos no era mi fuerte, nunca lo había sido, era algo impulsiva, y las impulsividades me habían puesto en situaciones incómodas con Nahek. Leo era un ejemplo.

Pero la forma en que lo amaba, hacia que mis sentimientos fueran ingobernables.

—Nahek, hablo en serio. Si algo te pasa... Yo...—  Mi voz temblaba. Y su mirada expectante curiosa, me ponía más nerviosa. 

— ¿Tú que Adara? —  Me miró desafiante. ¿Iba a ceder tan fácil? ¿Era conveniente seguir evitando decirle con todas sus letras lo que sentía por él?

— Me preocupo por ti Nahek. ¡Listo! ¡Ya lo dije! ¡¿Feliz?!— Le dije mientras sentí un leve calor en mis mejillas. Y una sensación extraña en el pecho. Mi corazón estaba regocijándose. Me aleje de él, y sonreí un poco. Le acababa de decir a ese ser que me preocupaba, ese era otro gran paso para mí.

  — ¿Y se puede saber por que te preocupo?— 

Su insistencia en el tema, me hacían perder la paciencia, nunca había sido esa chica que se la pasaba diciendo te amo, ni haciendo demostraciones de amor a cada rato. Era tanto así que cuando estaba con Adam podía contar cerca de cinco veces que le había dicho esas dos mágicas palabras. Hablar de mis sentimientos era difícil para mí. Hablar de mis sentimientos de forma transparente era de las cosas más difíciles para mí.  Siempre daba por hecho que los demás sabían lo que sentía por ellos. 

  — Nahek, no acabes con mi paciencia.— 

— Y tú tampoco con la mía.—  Me devolvió mi respuesta. Sabía que con Nahek tendría que aprender a ser más explícita con mis sentimientos.

 Me volteé y lo miré fijamente. Mordí mis labios, dudé en si debía de decir algo más.

  — Me importas Nahek. Tú me importas.—  Le dije sin más, obligando a mi corazón a que hablará, en vez de mi cabeza.  Decirlo en voz alta, era como decir un te amo disfrazado.

Nahek sonrió.  

— No me va a pasar nada. Iré, sobrevivirás un rato sin mí, y en la noche tendremos esa cita que te prometí.—  Me dijo mientras besaba mi mano. Luego acarició con ternura, mi mentón con su pulgar.

Sonreí levemente. Quizás estaba exagerando, pero aun estaba el asunto de Canek, y que se apareciera en cualquier momento. 

Por unos instantes nos quedamos mirando fijamente. Era tan cierto que las miradas dicen más que mil palabras. Nahek sabía que yo sentía algo fuerte por él, y con que lo supiera me bastaba. Aunque sabía que su anhelo es que saliera de mis labios.

  — Hasta la noche, Adara.—  Dijo mientras tenía mis brazos cruzados, y me daba un último beso en la frente. 

Sin más desapareció de mi habitación. Traté de obligarme a no pensar en el futuro, quería disfrutar de la poca calma que teníamos, del poco tiempo que iba a disfrutar a Nahek.

Me sentía como en el ojo de un huracán, donde hay tranquilidad, paz. Pero pronto seguiría su camino y Canek no dejaría más que destrucción a su paso.  Así que tenía que disfrutar de este momento de calma.




¡Sé que es corto! Pero sé también que ya querían algo más, espero mañana subir un cap. Ya que ahora tengo más tiempo, al fin terminé el propedeutico de la uni!!!

Yei!!!! Además es el mes de mi cumple!!!! Wa!!!!! Así que soy feliz como una perdiz!

Espero que les guste esta novela! Y que disfruten de la felicidad como Nahek y Adara, por que el final estará cardíaco!!!

También ya son vacaciones de semana santa(para mí solo la próxima semana)

Dejen sus comentarios. Y ya saben, pueden mandar mensaje por privado, tablero, trataré de ponerme al corriente con ellos!!!


Cuando la muerte se enamoreWo Geschichten leben. Entdecke jetzt