Jade Negro

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Seguí a Lara por una camino intrincado, estábamos rodeando aquella montaña, al menos ahora tenía ese aspecto, sólo que parecía estar hecha de jade negro, a nuestro alrededor había picos filosos y brillantes de esa piedra preciosa oscura. Mientras más subíamos por aquella montaña peculiar, se hacía presente un helado viento y un cielo oscuro, nublado.

Empecé a sentir el viento helado en las puntas de mis dedos, cerré mis puños para proteger mis dedos del frío.

  — ¿Cómo es que eres hija de Lilith?—  Pregunté con curiosidad. — Son tan diferentes—  Agregué.

— Lo sé, pero mi madre no era así antes, hubo un tiempo en que aunque no era una madre amorosa precisamente, ella reinaba en paz al lado de mi padre, ambos crearon este mundo y otros más. Tu mundo el de la tierra fue un obsequio de mi padre a mi madre. Antes de que hubiera humanos en ella, era un edén, muchos piensan que el paraíso es algún lugar lejano pero no fue así, el paraíso o al menos lo que ustedes llaman de esa forma no es más que la Tierra. Era el jardín privado de mi madre, dónde veía crecer todo tipo de plantas y animales. Hasta que mi padre decidió que sería el lugar de los humanos. Mi madre se enojó, y su rabia creció más cuando pasó el tiempo y veía como era destruida su preciado edén. Cómo los hombres sin piedad cazaban las criaturas que ella con amor creó. — Dijo con algo de melancolía.

— Puedo imaginarlo, la humanidad es capaz de terribles actos. Alguna vez Canek me cuestionó si merecía la pena que la humanidad fuera salvada. Y por un momento dudé.—  Dije recordando la amenaza de Canek.

— ¿Canek? ¿Él está vivo?—  Preguntó sorprendida. 

— ¿Conoces a Canek?—  Pregunté con temor y curiosidad.

— El es mi hermano Adara.—  Dijo con felicidad, y yo no supe como interpretar aquello, ¿podía confiar en ella? Lo hacía algo en mí hacía que confiara en ella con facilidad. ¿Canek tenía una hermana? Eso significaba entonces que Canek era hijo de Lilith, y si él era hijo de Lilith...

—¿Canek es tu hermano y Lilith es tu madre?—  Le pregunté a la vez que la jalaba para que me mirara, pues ella estaba prácticamente llorando de felicidad.

— Lo es, Canek trató de salvarme pero no pudo hacerlo, lo atraparon mientras quería liberarme pero decían que era muy arriesgado dejarme salir mientras Lilith no estuviera aquí, y aún aquí no quisieron liberarme. Yo comprendí y le pedí a Canek que no lo culpara, le dije que no culpara a Nahek, mi madre dijo que Canek iba a morir, que no iban a arriesgarse a que tratando de rescatarme ella escapara. MI madre ayudaba a Canek esperando tener una esperanza de escapar antes de que ambas termináramos en esta prisión, todos pensaron que eran un traidor... Nahek no dio tregua, para él todo era negro y blanco eso lo hacia un gran guerrero. Pensé que Nahek había matado a Canek. Y ahora sé que no es así, que el sigue vivo.—  Dijo con gran emoción.

Mientras yo trataba de procesar esa información. Así que esa era la razón por la que Canek odiaba a Nahek, Lara era la razón. Me quedé inmóvil, apenas podía creer lo que ella me estaba contando. ¿En verdad Nahek había sido tan intransigente? 

—¿Entonces Canek no ha ayudado a Lilith?—  Le pregunté nerviosa.

— No, él nunca la apoyo, el siempre se mantuvo indiferente en esa guerra que se libró entre mi madre y mi padre. Él solo quería liberarme a mí. Canek y yo siempre fuimos muy unidos de todos nuestros hermanos, así que enfureció cuando Nahek me mandó con Lilith para tenderle una trampa, yo no sabía que era una trampa para atrapar a mi madre. Y quedé atrapada junto con ella.— 

— ¡Por Dios! Quedaste atrapada y entonces tu hermano lo culpó.—  Dije sacando mis conclusiones.

—Lara, tienes que salir de este lugar junto con nosotros, necesitas detener a Canek, evitar que haga algo horrible, y solo tú puedes hacerlo.—  Le dije con desesperación, quizás si Canek tenía de vuelta a su hermana todo esto pasaría. Perdonaría a Nahek.

Cuando la muerte se enamoreWhere stories live. Discover now