Capítulo 12

14.1K 1.7K 67
                                    

NICOLE

Antes de ponernos con el hechizo localizador decidimos hacer un descanso para estirar las piernas y comer algo. Son las 2:00 de la madrugada y la gente duerme plácidamente en sus habitaciones.

— Bendita ignorancia —murmuro frente a la máquina expendedora.

André duda entre una bolsa de Cheetos y unas galletas de chocolate. Finalmente se decide por la bolsa y pulsa el número correspondiente.

— ¿Quieres? —me ofrece.

— No, gracias —niego a pesar de que me muero de hambre.

— Oh, cierto. Lo olvidaba —dice él incómodo. Introduce la mano en la pequeña bolsa de color naranja y se lleva varios a la boca —. Creo que debería disculparme. Estaba un poco abrumado por todo lo de ser brujo y... bueno... no he reaccionado demasiado bien.

— No te preocupes —le sonrío —. Yo también fui un poco brusca.

— Y que lo digas —ríe él imitando que se clava un lápiz imaginario en la mano —. Me hubiese valido con que me enseñases los colmillos.

Miro a mi amigo fijamente. Su cara redondeada, nariz ancha y ojos marrones me hacen sentir como en casa. Ya han sido cuatro años de amistad y me doy cuenta de que me alegro de no haberle obligado a dejarme en paz en su día. Un poco de compulsión y hubiese dejado de ser tan persistente en querer ser mi amigo. Cada vez que lo pienso sigo sin comprender porque no lo hice.

— No irás a morderme ¿verdad? —pregunta André dándose cuenta de mi escrutinio.

— Sólo estaba pensando que me alegra tenerte —respondo divertida —. Por eso quería darte algo.

Busco en el bolsillo de la sudadera gris con cremallera y capucha que hace rato me he puesto. Mi mano envuelve la pequeña caja que he estado manteniendo ahí y la saco.

— ¿Vas a pedirme matrimonio? —bromea él mirando el estuche cuadrado y oscuro.

— Ya quisieras... Estaba buscando el momento oportuno para dártelo.

André acepta la pequeña caja y la abre. Coge lo que hay en su interior y tira hacia fuera. A la vista queda un colgante con correa de cuero.

— Es una moneda romana —explico —. Pensé que te gustaría ya que te entusiasma tanto la historia.

A André le fascinan las culturas antiguas y sus costumbres, por ello estudia la carrera de historia.

— Wow, es perfecta —dice él sorprendido y agradecido—. ¿Me ayudas a ponérmelo?

— No puedo —niego metiendo las manos en los bolsillos de mi sudadera.

— ¿Por qué no? —pregunta André confundido.

— Está impregnada en verbena. Es dañina para los vampiros y, al llevarla, te hará inmune a nuestro control mental —me balanceo sobre mis piel como si lo que estoy explicando fuese lo más normal del mundo.

André ya sabe todo esto pues, según me ha contado mientras salimos de mi habitación, César ha estado explicándole varias cosas durante las dos horas que Kilian y yo hemos estado fuera. Dos horas... ¡Santa Mierda! Como se pasa el tiempo cuando estas ocupada.

— ¿Estás segura de que quieres darme esto? —pregunta él muy serio.

Asiento convencida. En el pasado no le di a mis amigas tal cosa porque era lo mejor en su situación, pero André es un brujo que ahora tiene conocimiento sobre los vampiros. Tiene los medios para defenderse por sí mismo y confío en que pueda hacerlo.

Starving of BLOODWhere stories live. Discover now