Capítulo 11:

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MULTIMEDIA: THEA WESLEY (WILLA HOLLAND)

Reí en silencio por lo que estaba por hacer.

-¿Qué mierda está sucediendo aquí?- exclamé dramática de repente y Harry y la chica morocha se despertaron sobresaltados. -Harry Edward Styles, ¿me estás engañando?

Harry sonrió de lado con el pelo revuelto y respondió.

-Thea, mi amor, no es lo que parece- dijo fingiendo arrepentimiento- Déjame explicarte.

-Me explicarás luego, Styles- gruñí cruzada de brazos y miré asesina mente a la chica, que me miraba demasiado asustada- Tú- la señalé y ella, a juzgar por su cara, casi se hace pis encima.- Tienes diez segundos para salir de mi casa y no dejar rastro alguno.

Ella salió disparada de la cama y cogió su ropa. Cabe recordar que estaba desnuda.

Me sentí un poco mal.

Tomó su ropa y salió volando de la habitación. Me asomé y ví como se cambiaba a tropezones en el pasillo.

Reí y me dí la vuelta.

-Eres mala.-caminé hacia el- Pobre chica.

-¿Siquiera sabias su nombre?- me acosté a su lado.- Cambiate, sucio.

-No, pero...- Harry me hizo un ademán de taparme los ojos, a lo que lo hice. Entonces comenzó a cambiarse.

-¿Pero que?

-Pero folla bien- rió y yo lo miré atónita, estallé en carcajadas.

-¡Harry!- le aventé un almohadón en la cara y el rió.- Eres desagradable.

-Pero así me quieres, pequeña Thea- dijo aún acariciando mi cabello.

-¿Porqué me llamas así?- murmuré mirando el techo.

-No lo sé- dijo luego de unos segundos de pensarlo- Así te veo, como mi pequeña Thea.

Pasamos varios minutos en silencio. Yo disfrutaba mucho estar con Harry. Era mi hermano, pero un hermano con el que me llevaba bien, no como el sucio de Cameron. Me sentía yo misma cuando estaba con él.

-¿Thea?- dijo Harry con la voz ronca- ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Está bien- murmuré con los ojos cerrados.

-¿Que sucedió en Sydney como para que la pasaras tan mal?- abrí los ojos y lo miré con sorpresa. No me esperaba esa pregunta- Cuéntame.

Me quede tensa unos segundos.

-Está bien si no quieres- dijo Harry rápidamente.

-No, está bien- me aclaré la garganta- Me gustaría que lo superias.

Me quedé varios segundos más en silencio meditando como podía contar esta historia.

-Luego de lo que sucedió con Reen, nos fuimos a Sydney- Harry asintió y suspiró- Al parecer creíamos que una ciudad nueva sería como empezar de nuevo. Pero no.- continúe mirando el techo.

Sabia que Harry me estaba mirando y escuchando, así que seguí.

-Las cosas en mi casa comenzaron a ser más tensas. Ya nadie hablaba, ni sonreía. Cameron y yo comenzamos la escuela, pero no encajábamos. Éramos los gemelos raros. Papá y mamá no nos dirigían la palabra. Bueno, por lo menos a mí. Cameron no le tomaba importancia, yo soy más sensible.

Gran nudo en la garganta, bien.

-Papá llegaba todos los días borracho, mamá estaba todo el día encerrada en su cuarto. Ellos ya ni siquiera dormían juntos. Por mi parte, comencé a tener problemas de autoestima. Yo sentía que si ni mis padres me querían, nadie lo iba a hacer. Pasaba días sin comer, y cuando lo hacía, vomitaba. Era un estilo de Bulimia nerviosa.- Harry me miraba sin decir una palabra- Desesperada por tener amigos, comencé a coincidir con un grupo de chicos en el colegio. Estos chicos salían del colegio y se drogaban. Comencé a hacer eso. Pasaba noches fuera de mi casa. Y lo peor de todo, es que ellos ni siquiera me buscaban, solo Cameron, que me mandaba mensajes para ver si estaba bien.- murmuré- Creo que todo se fue al carajo cuando consideré empezar a prostituirme.

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