Capítulo 40:

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Llagué a casa y me saqué los tacones. Subí en silencio pero rápidamente las escaleras. Cuando llegué a mi habitación ya me había echado a llorar, de nuevo.

Nunca había tenido una noche tan de mierda. Quedé como una estúpida y una cobarde. Además de que me había dejado emocionalmente destrozada.

Me saqué mi vestido y lo colgué en mi armario, luego busqué entre mis cosas mi pijama. Pero el muy maldito no estaba. Apreté los dientes al darme cuenta que lo único que tenía para dormir era una remera vieja de Niall.

Me la puse con dificultad. Todavía tenía su perfume impregnado. Dolce & Gabbana, esa era la marca de la fragancia. Apreté los labios al descubrirme a mí misma pensando nuevamente en el.

Me coloqué un short y me dirigí al baño. Al mirarme al espejo me sentí mal. Todo mi maquillaje corrido. Hoy pensé que sería una buena noche, finalmente me sentía linda y digna. Pero no, claramente no.

Quité todo mi maquillaje de mi cara y me lavé los dientes. Luego me miré al espejo de cuerpo completo a observar mi figura. Suspiré y me dí la vuelta. No quería verme. Me daba vergüenza.

Al acostarme, inmediatamente comencé a llorar. Dios, es como si estuviera constantemente dentro de una película de terror. Siempre estoy angustiada, siempre tengo lagrimas que derramar y siento que me hundo cada vez más.

Mi teléfono vibró varias veces y tuve que bajarle el brillo para poder ver en la oscuridad.

De Harry:

Xx: ¿Estás bien? ¿Porqué te fuiste? ¿Ya llegaste a casa?

Suspiré y comencé a teclear un mensaje.

Para Harry:

Xx: No te preocupes, ya estoy en casa. Luego hablamos. Besos.

Dejé mi celular y cerré los ojos con fuerza. Me limpié las lágrimas que quedaban y abracé la almohada.
Lentamente fui cayendo en un profundo sueño, ojalá nunca me despertara.

***
Unos fuertes golpes se sentían a lo lejos. Abrí los ojos confundida y me dí cuenta que aún estaba todo oscuro. Prendí la lámpara de noche de al lado de la cama y el reloj marcaba la hora.

4:02 am.

Nuevos golpes se sintieron abajo y yo fruncí el ceño confundida. Me bajé de la cama y me puse un buzo que me quedaba grande rápidamente , para luego salir de la habitacion acelerada.

Cuando ya estaba a escasos centímetros de abrir la puerta de entrada, me debatí mentalmente si debía hacerlo o no.

¿Quien puede ser?

Pero un rasgo que me caracteriza es la curiosidad, por lo que luego de pensar unos segundos, opté por abrir la puerta. Creo que mi sorpresa fue demasiada.

-¿Niall?- a mi garganta le costó decir ese nombre

El rubio estaba parado en la puerta.
Lo miré sin entender la situación. Estaba con el mismo traje con el que habia ido a la velada, pero totalmente desarreglado.

Él quiso decir algo, pero las palabras se trabaron en su garganta. Lo miré expectante, y cuando menos me lo esperaba, el rubio se acercó hacia mí y me abrazó fuertemente.

Rodeó sus brazos en mi cintura y escondió su cara en mi cuello. Yo también lo abracé, ya que se notaba que Niall necesitaba un abrazo, y porque también quería. Tragué duro al no entender nuevamente la situación. En realidad, no sabía para nada cómo reaccionar.

-¿Estas bien?- pregunté con la voz delicada.

Entonces sentí algo frío en mis hombros y me dí cuenta de que Niall estaba llorando.

Let Me Fix You (n.h)Where stories live. Discover now