Capítulo 48:

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Veíamos a Leo bajar del avión en brazos de una general de la policía. Rose se acercó corriendo y lo tomó en brazos. Abrazó a su hijo como nunca lo había hecho y yo me emocioné tanto que comencé a llorar. Niall me miró como si estuviera loca.

-Son las hormonas- protesté y el rió y me dió un abrazo de costado. Yo rodé mi brazo en su cintura y lo abracé.

Rose se acercó con Leo en brazos. La cara de felicidad de la rubia lo valía todo.

-Hola mi ángel- Rose me tendió a Leo y yo lo tomé en brazos y besé su mejilla- No te me vayas a escapar de nuevo, ¿si?

Niall sonrió y acarició la cabeza de Leo.

-Hola campeón- dijo el y me lo quitó de los brazos para tenerlo él. Lo miré incrédula y molesta, y él sonrió divertido- Es muy pesado para tí, Thea.

Rodé los ojos y acaricié la mejilla de Leo.

Segundos más tarde, del avión que se encontraba a una gran cantidad de metros nuestros, se bajó Matt, el padre de Leo, esposado y siendo escoltado por dos agentes de la policía.

Cuando divisó a Rose a algunos metros, su cara se transformó y lanzó un gruñido al ver a Niall con su hijo en brazos.

-¡Ya verás, hija de puta!- rugió el y quiso caminar hacia nosotros, pero los dos policías lo tenían bien agarrado.-¡Te quitaré la custodia de Leo! ¡Lo haré!

Tomé la mano de Niall instintivamente y nerviosa, y él me tiró con delicadeza para atrás.
Yo tomé la mano de Rose. Ella solo apretó los labios y corrió la mirada.

-No escuches- le dije a la chica y ella bajó la mirada, y cuando la levantó tenía los ojos rojos- No cielo, no te preocupes, nadie nunca te quitará a Leo.

-¿Y si regresa, Thea?- dijo ella con la voz temblorosa- Quien sabe lo que hará la próxima vez.

-No te preocupes Rose- dijo Niall con la voz ronca- Ese tipo estará un buen tiempo detenido, no te sucederá nada.

***

Luego de que dejamos a Rose en la casa de su madre, Niall me arrastró hacia el hospital para que me hagan un control, ya que él aseguraba que me había odado un golpe muy fuerte en la cabeza.

La bebé estaba perfecta, no había sufrido ningún golpe ya que yo había caído de espaldas. Hicimos una nueva ecografía y ella se encontraba perfectamente. Casi me muero de la vergüenza cuando Niall le preguntó a la médica si se podía tener sexo durante el embarazo. Aunque a ambos se nos escapó una pequeña sonrisa cuando dijo que sí. Es más, dijo que hasta ayudaría en el momento del parto. Arrastré a Niall fuera de esa habitación por lo avergonzada que estaba.

Me dieron calmantes para el dolor de tobillo y me lo vendaron. También me hicieron una radiografía de la cabeza, que tardó unas tres horas más, pero para estar seguros.

Luego, pasamos por un lugar de comida rápida, y esta vez Niall me compró tres hamburguesas, ya que yo estaba muy molesta porque me había obligado a pasar cinco horas de demora en el hospital por su estupida preocupación, y porque había pasado como doce horas sin comer nada, y la bebé no dejaba de patear.

Ahora mismo nos encontrábamos en su cama acostados luego de un interesante pero excesivamente agotador día. Yo tenía puesta una remera de Niall, que embarazada y todo me quedaban aún por la mitad del muslo.

Me levanté para ir al baño, y cuando volví encontré a Niall mirándome incansablemente.

-¿Que sucede?- pregunté frunciendo el ceño y chequeando de que no estuviera nada mal en mi camiseta, bueno la de él- ¿Tengo algo?

Let Me Fix You (n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora