Capítulo 02

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Suena la alarma y lo único que quiero es que deje de hacer ese ruido horrible y me deje dormir un poco más, pero muy en el fondo, sé que debo levantarme o vendrá la hermana superiora a buscarme. Estiro mi brazo apagando el despertador. Me levanto algo perezosa de la cama y me dirijo a la ducha, abro el grifo de agua caliente y dejo que el agua recorra todo mi cuerpo.

Salgo a los 15 minutos de la ducha y me visto con el uniforme de novicia, que consiste en una falda larga casi hasta los talones de color azul marino, una camisa de mangas largas del mismo color, un suéter blanco, medias y zapatos bajos de color negro.

Recogí mi cabello en un moño y me dispuse a salir.

Al entrar al pasillo se escuchaban los murmullos de las demás chicas del convento mientras se dirigían hacia el salón principal para hacer la oración de la mañana, esta se hace cada día de 6:30am a 7:00am, y ninguna novicia puede faltar. Era la regla número 1 del convento.

Mientras me dirijo al salón escucho la voz de Ángela que me llama con desesperación.

- Ashley!, Ashley!

La busco con la mirada, pero antes de que pueda encontrarla ella está a mi lado.

Ángela y yo somos inseparables, nos conocimos en nuestro primer año en el convento, ambas crecimos en orfanatos y cuando tenías edad y llegabas a la preparatoria, el orfanato buscaba la forma de deshacerse de ti, o amenos así lo veía yo, ya que un adolescente en preparatoria tenía prácticamente cero probabilidades de ser adoptado, por tanto nos convertíamos en cargas y ellos nos enviaban a otras instituciones para que se hicieran cargo, a las chicas a un convento y los chicos a un seminario. Posteriormente se debía asumir el hábito a menos que encontraras una forma para sustentarte y pagar tus estudios superiores. Pues ningún convento o seminario estaba dispuesto a pagarte la universidad si al final no ibas a asumir el hábito.

-Buenos días Ashley!!.

-Shh! no grites, casi me rompes el oído,

- Perdón, ¿Que haremos hoy? - susurra-

-Pues lo mismo que cada día, haremos la oración, luego iremos a clases, luego haremos las tareas, luego dormiremos y luego haremos lo mismo otra vez y otra vez, y otra vez, hasta el fin de los días.

-No seas dramática, si sabes a lo que me refiero.

Llegamos al salón y tomamos asiento en las primeras filas, Ángela siempre prefería sentarse en las sillas de atrás, pero yo prefería estar en el frente, lo considero una buena forma de ocultar mis demonios.

-No vas a responder

-Pues.... -Justo cuando iba a lanzar otra de mis evasivas hablo la directora.

-Silencio señoritas!!!. - La directora era regordeta y bajita, pero tenía una forma de ser que emanaba dureza y miedo ante todas. Excepto a mí, era la única que no se sentía intimidada por su presencia, y eso me hacía sentir como la oveja negra.

Ante el grito de la directora, todas hicimos silencio, a continuación, está llamo a la persona encargada de la oración para ese día, segundos después llego Daniela.

Mientras ella subía al estrado me dirigió una mirada con odio, por supuesto su odio era correspondido, ella es una creída que disfrutaba humillar a los demás, era la chismosa del lugar, todo se lo contaba a la directora y por ende cada alumna del convento era su enemiga y trataban de ignorarla, a excepción de su prima, que quizás la odiaba igual o más que las demás, pero que por ser su prima, Daniela la obligaba a estar con ella.

Daniela inicio la oración y a los pocos minutos ya había terminado. Todas salimos hacia el gran comedor para desayuna antes de ir a clases, estas empezaban a las 8:00am por lo que aún quedaba una hora completa.

Al llegar, el desayuno estaba servido, por lo que Ángela gracias a Dios dejo sus interrogatorios y se fue a servir.

Nunca entenderé su hambre voraz por las mañanas.

Hice la fila y me dirigí hacia nuestra mesa cuando sentí que alguien me topaba en el hombro, voltee un poco y vi a Miranda.

-Hey, ¿Cómo estas Miranda?

-Muy bien Ashley, te buscaba para recordarte que hoy a las 4:00pm tendremos la reunión del consejo.

-Gracias por recordármelo, ya casi se me olvidaba.

-Lo sé, por eso estoy aquí recordándotelo. - Envuelve cada una de sus palabras en una tierna risa que adoraba, ella era una de las razones por las que siempre iba a las reuniones, todo en ella me gustaba, y siempre me hacia la despistada para tener una excusa he ir hablarle o en su defecto que ella me buscara para recordarme las cosas como justo ahora.

-Cierto,-Le sonreí con algo de malicia. Ella siempre se sonrojaba cuando la miraba con un poco de perversión y esta no era la excepción.

-No faltes por favor, hoy habrá elecciones.

-No lo hare, y gracias! -En respuesta ella solo me sonrió y se fue.

Estuve esperando este día por meses, imposible olvidarlo. Cada año se hacen elecciones estudiantiles para el consejo. Este está formado por 2 personas de cada curso, en total lo conforman 8 personas. Al salir 2 alumnas de último año, se agregan 2 alumnas nuevas del primer año, y se vuelve a elegir el presidente, vice- presidente, entre otros puestos del consejo. Este es mi último año,y esta vez quería ser la presidenta. Había planeado todo desde el año anterior. Me había involucrado en todas las actividades, era la primera en todo, para que al llegar este momento yo pudiera ser elegida como la nueva presidenta y poder llevar a cabo mi plan maestro.






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Una virgen adicta al sexoWhere stories live. Discover now