Capítulo 24

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Me separe rápidamente de ella y me pare de la cama para alejarme un poco. Creo que aún no estoy lista para eso, la deseo pero no sé si sea el momento

Ella también se paró de la cama y sus ojos se tornaron diferentes y esa mirada pervertida que me había dedicado en el auto la noche anterior había regresado. Sentí como mi cuerpo se estremecía.

-¿Qué tal si mejor aprovechamos esta hora en la alberca? Hace mucho calor.

-¿Segura?, yo creo que tu cuerpo pide otra cosa

-Si, segurísima.

-De acuerdo, te prestare un traje de baño. Pero yo te espero aquí. Con la enorme tormenta no quiero enfermar. Me daré una ducha para ir alistándome.

Me coloque el traje de baño y ella me llevo a la alberca y se retiró a la habitación. Estaba lloviendo un poco y hacia algo de frio, pero necesitaba bajarme esta calentura.

Me tire sin pensarlo mucho, el agua estaba congelada, deje que se enfriara cada parte de mi cuerpo, que me inundara el agua fría, nade durante unos minutos, pero estaba empezado a llover fuerte y decidí regresar.

Una vez en la puerta di dos toques para que abriera, y una sonriente Isabel se asomó, al parecer ya se había duchado porque llevaba una bata de seda. Me quede como una boba contemplándola se veía más que perfecta. Mierda, ¿a quién engaño?. La deseo más de lo que puedo reconocer

Me acerque a ella y la tome entre mis brazos, sus piernas rápidamente abrazaron mi caderas y sus labios besaron los míos.

Sus labios se adaptaron perfectamente, era como si ya estuviéramos acostumbradas. Él beso era lento, yo lamia su labio y ella mordisqueaba los míos. Su lengua invadía mi boca y la hacía suya con cada movimiento.

Apreté sus nalgas y ella jadeo en mi boca, su voz es maravillosa, me dirigí al gabetero y la senté allí, mis manos rápidamente cobraron vida propia y mientras devoraba sus labios ahora con más intensidad, mis manos desajustaban él cordón de su bata.

Instintivamente metí mis manos debajo y para mi sorpresa estaba desnuda.

Me separe de sus labios y la mire con asombro

-Sorpresa,- abrió un poco sus piernas y me dejo ver su coño súper mojado y hermoso. -Te gusta?

-Me encanta Isabel, eres muy hermosa.

Quite por completo su bata dejándola totalmente desnuda y a mi merced, lleve mis labios a la base de su cuello y empecé a lamer y chupar esa parte tan sensible, mi lengua bajaba y subía, y de vez en cuando mordía, arrancando uno que otro gemido.

Note como su cuerpo estaba cada vez más caliente. Su respiración estaba agitada y eso que ni siquiera Empezaba.

Con una de mis manos acaricie sus aureolas, su pezón se tornó duro con mi roce y luego mi lengua hizo acto de presencia.

Mordí su pezón con fuerza y un grito salió de sus labios. Pero antes de que pudiera quejarse lo chupe, lo Lamí, mi lengua disfrutaba de estos pechos tan perfectos. Todo el cuerpo de Isabel es espectacular, simplemente perfecto.

Seguí chupando su pezón derecho mientras mis dedos jugaba con el izquierdo, luego intercambie, pero esta vez, en vez de mojar su pezón con mi lengua, lleve mis dedos a su coño, estaba súper caliente y mojado y al sentir mi dedo todo su cuerpo se estremeció. Lo moje en sus jugos, pasándolo lento por su clítoris y torturándola un poco. Luego lo lleve al pezón que estaba a punto de comer, regándolo con sus propios fluidos.

Una vez listo, lleve mi boca y sí que sabía rico. Mi lengua acaricio cada parte donde había deslizado mis dedos con sus jugos, él sabor de sus pezones con sus fluidos era una combinación muy peligrosa y adictiva, sabia magníficamente bien, y eso solo era un poco del pastel.

La tome nuevamente en mis brazos y la lleve a la cama, me puse sobre ella y Bese sus labios para que sintiera su sabor.

Empecé a descender nuevamente pero esta vez no me detendría en ninguna parte, mientras hacia él recorrido hasta su coño, mis manos acariciaban sus piernas, acariciaba la parte interna de sus muslos y su monte de venus, cada vez que la yema de mis dedos rozaba esa parte sus gemidos aumentaban. Esta chica me trae loca.

Baje dando besos en su cuello, sus pezones, su vientre, sus caderas, sus muslos y finalmente su monte de venus, me detuve a mirarla y su coño era más que perfecto. Todo en ella no tiene comparación.

Sin dudarlo lleve mi labios a su clítoris lo chupe, lo jale entre mis dientes y luego la penetre con mi lengua, se la metía una y otra vez.

Isabel no hacía más que retorcerse de placer mientras mi lengua se la comía por completo, mis dedos buscaron sus pechos y pellizcaban sus pezones.

Debo admitir que son los gemidos más excitantes que he podido apreciar, solo sus jadeos son capaces de hacerme llegar al orgasmo más rico. Presenciar como arqueaba su espalada y me pedía más era escuchas a los ángeles.

Toda mi vagina empezó a empaparse esos jadeos me estaba poniendo mil por hora.

Baje una de mis manos y le metí uno de mis dedos mientras lleve mi lengua a su clítoris, estaba mamandolo bien rico y mis dedos aumentaron él ritmo entraban y salían a toda velocidad, él sonido de mis dedos chochar mientras la penetraba me volvía loca

No tuvo que anunciar que se corría, por cómo se aferraba a la cama sabía que su orgasmo estaba muy cerca así que decidí meterle mi lengua, quería que se corriera en mi boca, movía mi lengua de un lado a otro, de arriba a abajo una otra vez.

Sentí él cuerpo de Isabel tensarse al junto que gritaba mi nombre y se dejaba llevar por él orgasmo. Chupe todos sus ricos jugos, no quería dejar ni una gota de su Esencia

Volví a su boca y la bese lento, perdiéndome en sus labios mientras ella aun respiraba con dificultad.

Luego fue su turno de tomarme, me giro en la cama y quede debajo de ella. Rápidamente saco la camisilla que me había puesto cuando me quite el traje de baño mojado, dejando mis pechos libres, nuestros besos volvieron a intensificarse y mi coño estaba a mas no poder, los gemidos y los ricos besos me harían llegar al orgasmo en segundos.

Isabel bajo a mis pezones y comenzó a chuparlos tan rico, lo metía todo en su boca y luego los violaba con su lengua. Mi respiración estaba muy acelerada y a modo de tortura sentí su rodilla rozar suavemente mi coño. Esto sin duda era él paraíso, mi cuerpo respondía ante cada lamida, cada rose, cosa que no pasó desapercibido para ella.

Tome su rostro y la volví a besar y casi en modo de súplica le susurre que me follara.

De inmediato bajo a mi sexo y respiro mi aroma, paso su lengua por encima de mis bragas y todo mi cuerpo salto. Estaba muy excitada, bajo mis pantis y las tiro por ahí y enseguida sentí su feroz lengua devorarme, subía y bajaba por mi coño con gran rapidez mientras sus dedos me penetraban.

Me separe al sentir los dedos, era virgen y quería pertenecer así. La mire algo agitada.

-Tranquila mi amor, no voy a romper tu himen. Relájate, no voy a introducirlos enteros.

Me acomode nuevamente bajo su cuerpo y volvió a meter la punta de sus dedos mientras su pulgar se posiciono en mi clítoris y me acariciaba haciéndome gemir desesperadamente. Necesitaba ese orgasmo pero ya!

Al parecer escucho mis pensamientos y metió su lengua mientras me miraba. Y eso era lo último que necesitaba para estallar, su cálida lengua dentro de mí, llenándome y haciéndome sentir satisfecha y llena.

Isabel lamió todos mis jugos, esta chica me pone tanto, volvió a mis pezones, y esta vez me senté en la cama y me apoye de la pared, acto seguida ella se puso entre mis piernas y comenzamos a rozar nuestros coños, Yo aún estaba muy sensible por lo que temblaba en cada contacto.

Pero tener a esta mujer meciéndose sobre mí y mirar como sus pechos brincaban y su clítoris besaba él mío hizo que todos mis sentidos volvieran a su lugar, la tome del trasero y aumente su movimiento, ambas gemíamos como locas ante él rico roce.

Abrí un poco mis piernas y ella hizo lo mismo para pegarnos mejor, y aumentamos la velocidad, nos mecíamos tan rápido que la cama chichaba también, segundos después sentí la mezcla de nuestros juegos y fue la gota que derramo él vaso de placer.


Sentir su coño resbalarse y besarse con él mío de manera apasionada es la sensación más exquisita de la vida, mientras estábamos a punto colapsar, se acercó a mis labios y me beso con fuerza dejándome sentir todo él placer que corría por su cuerpo.

Solo hizo falta un gemido de su boca mientras me besaba, para que ambas nos fundiéramos en un rico orgasmo.

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⏰ Última actualización: Apr 15, 2018 ⏰

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Una virgen adicta al sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora