Capítulo 04

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Siempre he creído que las horas de la mañana pasan más rápido que las demás, en un abrir y cerrar de ojos ya era la hora del almuerzo, todas salimos de las aulas y nos dirigimos al gran comedor, trate de hablarle a Ángela, pero ella solo me ignoro y se fue con Catalina.

Decidí aprovechar su ausencia y me dirigí al baño, en ese momento dos chicas salieron y espere que se alejaran un poco,  habían 3 pequeños inodoros, pero el ultimo siempre estaba dañado y fuera de servicio, nadie lo usaba, así que no tenia que revisarlo, mire los 2 primeros y al comprobar que estaban vacíos cerré la puerta con seguro.

Desabroche mi falda para poder facilitar el acceso de mis dedos a mi clítoris, inicie con movimientos lentos, hasta sentir esas corrientes eléctricas, que tanto me gustaban que recorrieran mi cuerpo. Unos cuantos gemidos salieron de mi boca, mientras con la otra mano rozaba mis pezones erectos por encima de la camisa. Esto me gustaba tanto, es mi adicción favorita, levante la blusa y me pellizqué los pezones, aumente el ritmo de mis dedos, mi respiración se tornó agitada, mi zona empezó a humedecerse y justo en ese momento me invadió el orgasmo, eché mi cabeza hacia atrás, me recosté en la pared y cerré los ojos, hasta que mi corazón volvió a palpitar con normalidad.

Quise hacerlo de nuevo, pero mire la hora, se me había ido el tiempo, debía almorzar y buscar a las demás chicas del consejo, tenía que hablar con ellas para asegurar mi voto. Era hora de iniciar con la campaña, todas las que habían llegado hacer presidentas de una forma u otra habían sobornado a las demás y esta no sería la excepción. Llevaba días investigando las debilidades de cada una. Solo debía llenar de promesas a los votantes y luego no cumplir, como una buena presidenta. A fin de cuenta es lo que hacen todos. Prometer y no cumplir. Aunque considerando que esto es un convento las cosas debían ser diferentes. Pero cada año yo era sobornada por las aspirantes a presidenta. Así que sabía cómo tocar las teclas. Debía dar inicio a la primera fase de mi plan maestro.

Cuando llegue al comedor ya casi todas se habían servido y la fila no era tan larga, todas las comidas, desayunos, meriendas y cenas, siempre se hacían tipo bufet, de manera que podías servirte todo lo que te apeteciera comer, sin embargo todo lo que te sirvieras debías de comértelo, o te llamaban a la atención, así que siempre procuraba servirme lo justo.

Devoré mi plato en cuestión de minutos y busque con la mirada las integrantes del consejo, solo necesitaba 4 votos, no sería nada difícil, ya que en varias ocasiones, gracias a mí exagerado interés por las actividades del convento, me habían dicho que sería una excelente presidenta. Solo faltaba que yo colocara la cereza del pastel dándoles a todas lo que deseaban o al menos a cuatro de ellas.

Me dirigí a la mesa de las de primer año, era la primera vez que realizaban votación, así que sería fácil convencerlas de votar por mí.

-¿Quiénes son las 2 elegidas para entrar al consejo escolar? –Dos Chicas levantaron la mano.

-¡Nosotras!

-Podrían acompañarme un momento por favor. Yo soy la secretaria del consejo

-Por supuesto, -Ambas dijeron al unísono, caminamos hacia el jardín para alejarnos un poco del bullicio del gran comedor, una vez estando fuera me presente.

-Mi nombre es Ashley.

-Yo soy Natacha y ella es Esmeralda. –Natacha es alta, morena, pelo castaño, ojos marrones y es delgada. Esmeralda también es delgada aunque es más bajita, su piel es blanca, tiene unas cuantas pecas en el rostro y sus ojos son color negro.

-Mucho gusto chicas, como mencione antes, yo soy la secretaria del consejo y este año aspiro a la presidencia y me gustaría contar con su voto, quisiera saber si tienen alguna queja o inquietud respecto al convento o sobre otras áreas. Sé que los primeros días es difícil encontrar la habitación -Justo en ese momento pensé en las dos chicas pegando sus coños y gimiendo de forma angelical y pude notar que me estaba sonrojando y excitando, así que aleje rápidamente esos pensamientos de mi mente. –Y una de las cosas que haré al ser elegida es pedir que asignen números o letras a las habitaciones, para que sea más fácil la ubicación de las mismas y se eviten malos entendidos, quisiera saber si aparte de esta inquietud tienen otra más.

-Justo eso íbamos a pedirte dijo Esmeralda, yo siempre me pierdo al buscar mi habitación, además, ayer Natacha entro sin querer a la habitación equivocada, es algo gracioso, hasta se ducho y todo, se dio cuenta de que no era la suya cuando se fue a vestir y no encontró en el closet ninguna de sus prendas. Si la pintan de colores diferentes o le asignan números sería estupendo.

-Pues perfecto, si me dan su voto, considérenlo hecho. –Fue tan fácil, ni siquiera tuve que esforzarme, -Bueno, gracias por su tiempo chicas. Recuerden que la votación es hoy a las 4:00pm, no falten, cuento con su voto. –Les dije mientras me dirigía nuevamente al gran comedor para buscar a las chicas de segundo año.







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Una virgen adicta al sexoWhere stories live. Discover now