Una virgen adicta al sexo

Capítulo 21

Me levante bien temprano y al salir para el salón me topé con la directora.

-Ashley!, en cuanto termine la última hora, pasa por mi oficina, quiero ver que tal vamos, y que nos falta del evento más próximo.

-Buenos Días directora, de acuerdo, pasare en el receso.

Al llegar la hora acordada me dirigí a la oficina de la directora, le di todos los avances y solo faltaban las flores para la decoración del salón, pero obviamente al ser tantas, las traería un camión, sin embargo debía ir por ellas para asegurarme que todos los tipos de flores solicitados sean los enviados.

Ya que según me conto la directora, en una ocasión la floristería intercambio por accidente las direcciones de 2 camiones, y en vez de recibir las margaritas y rosas blancas, recibimos gardenias y hortensias que habían sido encargadas para una boda. Lo trágico de la situación es que nosotros usamos esta decoración y en la boda la nuestra. Lógicamente la novia demando a la floristería por el error, ya que su boda de ensueño se había arruinado, y en nuestro caso, la directora no estaba en ese justo momento y no pudo impedir que se usaran y cortaran las flores de la novia.

Fue un caos total. Así que a petición de la directora debía ir a supervisar. Aunque no estaba muy convencida de ir, ya que se estaba avecinado una tormenta muy fuerte, hacía mucha frisa y el cielo se la ha pasado nublado todo el día. Solo espero que mañana salga el sol.

Al otro día después de salir de clases, me doy una ducha rápida y voy a la oficina de la directora para notificar mi salida. El día esta súper negro y según las noticias en otros lugares ya se sienten los estragos provocados por las fuertes lluvias de esta tormenta.

Salgo en el auto y a los pocos minutos empieza a llover y en cuestión de segundos no veo nada por el parabrisas, esto no me gusta para nada, conduzco prácticamente a 10KM por hora, no me quiero arriesgar.

Llego a la floristería en el triple de tiempo y la lluvia aún no se detiene, más bien empeora. Voy a salir del auto y recuerdo que no tengo paragua, como se supone que salga si estoy a una esquina de la tienda. Busco mi abrigo y me lo coloco por encima de la cabeza, salgo súper rápido, pongo el seguro y me echó a correr hasta la tienda, por suerte este tenía un toldo, así que al llegar a la puerta no me moje tanto.

Entre y una hermosa recepcionista me recibió.

-Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarle?

El lugar tenía un rico aroma a flores, la verdad era relajante.

-Buenas tardes, soy Ashley, vine por el encargo del convento

-Un momento por favor, permítame avisar que has llegado. La gerente me pidió que le notificara, toma asiento por favor.

-Gracias

Me acomodo en los asientos y miro por el ventanal, parece que se cae el cielo. Nunca había llovido tanto. Minutos después llega una mujer muy elegante, vestía falta de tubo blanca y una blusa rojo pasión, muy hermosa, irradiaba pura elegancia.

-Señorita Ashley. Qué bueno que llega. Me comunique con su directora y le notifique que el envió de las flores estará suspendido hasta nuevo aviso, ya que el rio que esta antes de llegar al convento está desbordado por las fuertes aguas y han cerrado la calle por seguridad. Ella te ha hecho varias llamadas para notificarle del cambio, pero no has respondido el celular. Ahora que está aquí, le diré a Laura que te deje usar el teléfono para que te comuniques.

No podía creerlo, el rio se ha desbordado, ¿cómo rayos se supone que regrese?, ¿dónde voy a quedarme? Mire a la joven algo aterrada

-Muchísimas gracias.

-De nada, si me disculpas tengo un compromiso.-Dicho esto, se fue.

Me dirigí a la secretaria y esta me paso el teléfono, marque de inmediato a la directora y al segundo tono esta contesto.

-Directora, soy Ashley.

-Gracias al cielo!!. Me he cansado de llamarte.

-El teléfono está en el auto, y seguro la lluvia no me dejo escuchar.

-Lo importante es que estés bien, ¿Tienes dinero suficiente para un hotel, las vías están bloqueadas hasta previo aviso?

-Si, creo que tengo suficiente

-Perfecto, busca el hotel más cercano y quédate ahí, hasta que pase la tormenta.

-Está bien. Le hablo cuando este hospedada.

-Cuídate.

-Gracias Directora.

Le pido a la joven que me encamine hasta el auto en un paragua y esta accede gustosa.

Una vez dentro, enciendo el motor para que se caliente, ahora hay truenos y relámpagos cada dos por tres.

Me pongo a pensar y analizar donde habrá un hotel, busco el celular y decido buscar en Google, cuando recibo un mensaje de Isabella.

-Hola preciosa, ¿Cómo te trata la tormenta?

-Mal, estoy frente a una florería empapada y muero de frio

-Pues ve a casa

-No puedo, el rio está desbordado, ando buscando un hotel, ¿Conoces alguno?

-Pues si, conozco algunos, pero, ¿por que mejor no te quedas en mi casa?

-¿Cómo?

-pues lo que escuchaste, para que pagar un hotel si puedes quedarte conmigo, además lo pasaras mejor, y no voy a cobrarte la noche.

-No quiero causarte molestias

-Tranquila, no causas problemas

-y tus padres, ¿qué dirán?

-No creo que les importe, anda nena, di que sí.

-Está bien, tú ganas.

-Esa es mi chica, yo estoy en el bar, pasa por mí y nos vamos a casa.

-Bien, llego en 15 minutos

-Aquí te espero

Pongo el carro en marcha y me dirijo a buscar a Isabella, mientras pienso en que rayos me he metido, ¿Qué sucederá ahora?, no creo que esa chica y yo peguemos un ojo en toda la noche y menos estando solas en la misma cama.

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