Dando vueltas (parte II)

913 93 20
                                    

(We never change /Coldplay)


Me quedo con la boca abierta ante la imagen que tengo al frente, el baño al que me han traído es mucho más de lo que me esperaba. Tiene una extraña distribución para ser precisos, partiendo por el hecho de que la ducha no lleva cortinas ni biombos y los elementos adicionales están como una prolongación de las paredes; básicamente es un enorme cubo de un blanco impecable, todo cubierto de cerámica con una ínfima ventana que está por un muro que da hacia el exterior, no hay forma de que llegue hasta ella para mirar lo que hay fuera del recinto, simplemente la han puesto para ventilar el lugar, imagino.

Camino algo aturdida hasta el lavamanos que se encuentra por el costado derecho de la entrada y me observo en el espejo de medio cuerpo que tengo al frente. 

Dos cosas pasan por mi cabeza, una primero que la otra.

¿Cuál es la probabilidad de que pueda romper el espejo para usarlo de arma? Probablemente muy baja, lo más seguro es que sea un espejo reforzado o algo por el estilo, además, ¿a quién atacaría con eso? ¿A Harry?

Lo segundo que pienso es lo patética que me veo.

¿Cuánto estaré pesando? Harry intenta alimentarme seguido, pero a pesar de ello lo hace mal, de igual forma hay veces que pasan dos o tres días sin comer, mis clavículas resaltan como faroles mientras siento que los ojos se me hunden en el craneo, me observo el trasero desde un ángulo y otro, comprendiendo que desaparece poco a poco, al menos diez kilos menos en estos ¿dieciséis? ¿dieciocho días?

¿Cuantas veces he hecho esto mismo? ¿Cuántas veces he pensado en el peso que he bajado mientras me observo en el espejo? ¿Estoy segura de haberlo hecho antes? Porque de alguna manera siento que la vida se ha vuelto un deja vu.

La herida que me han ocasionado en la frente ha desaparecido ya, pero en lugar de ella, hay una cicatriz horrorosa que entristece y oscurece mi rostro. Me seco las lágrimas que han caído por inercia en un gesto de asco por mí, por el lugar.

—¿Por qué se ha atrasado tanto? —la pregunta que hace Harry capta por completo mi atención, las voces se oyen despacio al perderse entre la puerta y las paredes, y siento que el cuerpo se me desarmará en cualquier segundo por la mera expectación que me come cada vez que los logro oír a través de las murallas.

—Las carreteras siguen igual —¿Cómo es posible que sigan cometiendo este error tantas veces? Me importa un carajo a decir verdad, porque es la oportunidad que tengo para saber algo más, por más pequeña que sea la información.

Observo a mi alrededor con rapidez y me dirijo hasta las manillas del agua para poder encenderlas, no hay una ducha en concreto, simplemente en alguna parte de la pared se encuentran fijas las manillas y la regadera como a poco más de dos metros de altura, por debajo un desagüe pequeño.

Debo despistarlos si quiero escuchar, es obvio que si no oyen el agua correr preguntarán que está sucediendo, así que una vez listo mi cebo camino de puntillas para poder pegar mi oido a la puerta por la que he entrado.

—Sabes que no puedes protegerla por siempre —la voz de Louis es suave, llena de tacto.

—Tiempo es todo lo que necesito —venga, ya he escuchado esto antes, ruego porque hablen algo más importante, alguna pista —si Vance llega dentro de dos días, los exámenes estarán a más tardar el Viernes ¿No?

Una alerta se enciende en mi cabeza mientras la palabra exámenes retumba como un tambor, ¿exámenes de qué? ¿me harán exámenes a mí?

—Eso creo, pero el resto ya sabes que depende de qué tan despejadas estén las vías.

Un silencio amplio se establece otro par de segundos, yo ya me he quedado sin aliento.

—¿Si los exámenes están dañados... —Harry no alcanza a terminar la pregunta cuando su amigo lo está interrumpiendo.

—Tienes muy claro lo que pasa en ese caso —responde mordaz y yo debo apoyar con más fuerza mi peso en la puerta, porque en cualquier momento voy a desvanecerme —no tardarían nada en añadirla a un lote. Que va, ¿la has visto? Ni siquiera haría falta agregarla a uno, estoy seguro que se la pelearían. De hecho creo que James ya ha recibido solicitudes de algunos rusos y sudafricanos —una risa amarga me sobresalta —, de todas formas, deberías cuidarla de James en primer lugar, la tiene pedida desde que llegó.

Y no puedo escuchar más, simplemente es demasiado que debo procesar así que intento respirar con calma mientras camino de espaldas hacia la ducha.

Me quito la camiseta ligera por sobre la cabeza y luego arranco los pantalones de un tirón. No me molesto en bajarme las bragas, solo me pongo de pie bajo el chorro de agua tibia mientras intento darle sentido a todo, sujentándome del metal de las manillas para resistir algo, no sé muy bien qué.

Intento negármelo, ni siquiera le doy una palabra que corresponda a la situación en la que me veo envuelta, porque me aterra el solo hecho de que sea verdad.

¿Por qué necesitarían hacerme exámenes?

Me pregunto aquello buscando alguna respuesta alternativa y sacudo mi cabeza alejando los fantasmas que me envuelven, las piernes de a poco han dejado de tener fuerza y es como si el mundo se desintegrase bajo mis pies.

<< James ya ha recibido solicitudes de algunos rusos y sudafricanos>>

¿Solicitudes?

Observo el espacio encogerse frente a mí, cada cerámica convergiendo en un punto frente a mis ojos y mantengo la firmeza de mis manos en las manillas para no dejarme caer en ese deslumbrante espacio, pero el terror, la confusión, el desasosiego es mayor que todo, mientras siento el temblor de mi mandíbula me rindo ante la vida que pasa frente a mis ojos y caigo junto las miles de gotas que me limpian, deseando que la corriente se lleve todo con ella.

______________________________________________

Es cortitooo, lo sé, lo sé, pero estoy muy escasa de tiempo, prometo este fin de semana subir un capítulo más largo <3  Pronto tendrán más información del caso jeje. Las adoro!


CautivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora