Flechazo de amor |Jelsa| |TERMINADA|

|8. J a c k.|

Soundtrack 8: Beauty and the Beast - Ariana Grande ft. John Legend.

Me gustaría que la reproducieran en un momento de la cena, al momento de leer: "melodía"

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Suspiro frustrado, tan sólo espero que todo esté listo.
Había que admitirlo, Elsa se veía linda vestida así. ¿Para qué negarlo si era la santa verdad?
Tú lo harías...
Talvez, pero no lo he hecho.
Manejé hasta uno de los restaurantes a los cuales frecuentaba ir: Acont's. Bajé del vehículo en el que Robert (uno de los trabajadores y chofer) manejó hasta acá; la platinada descendió con tímidez. Me irritaba verla en ese estado, pero me lo aguantaba al recordar los videos que Aster consiguió sobre los Arendelle. El miedo al mundo que debe de sentir, no lo siente nadie más... al menos que yo conozca.

-¿Reservación? -preguntó una mujer cuando ingresamos al restaurante.

-Frost -y con eso me atendió de inmediato.

Nuestra mesa quedaba junto a un gran ventanal con vista a la ciudad llena de luces para iluminar la oscuridad de la noche. Elsa observaba todo con asombro, sin importarle las estúpidas miradas que algunas mujeres le dirigían antes de cuchichear entre ellas.
Mis ojos las fulmiraron con enfado, ambas pelirrojas siguieron comiendo de inmediato intentando evitar el observar a nuestra mesa.

¿Es que todas las mujeres son así?

-Buenas noches, bienvenidos a Acont's -el mesero llegó con nuestros menús para entregarlos-. ¿Qué desean ordenar?

-Lasaña a la Boloñesa para ambos -dije, un brillo noté en los ojos azules de mi esposa. Supe que estaba en lo correcto-, y una copa de vino tinto. Por favor -me aclaré la garganta.

-¿Y de postre? -preguntó, miré el menú.

-Helado... -la oí susurrar.

-¿Qué cosa? -pregunté.

-H-Helado -repitió, tragando nerviosamente, con sus mejillas sonrosadas-, yo quiero e-eso. De chocolate...

-Bien. Helado será -miré al mesero que anotaba en una pequeña libreta con rapidez-, y para mi nada más. Generalmente no como postre.

-Muy bien, en un momento les traigo su orden -anunció antes de retirarse.

-¿Helado? -le pregunté a una apenada platinada, con una ceja alzada.

-He o-oído que es rico -murmuró, mirando de reojo al par de mujeres de la mesa de al lado. Bajó la mirada.

-¿Pasa algo? -pregunté, serio y sin expresión.

-N-Nada. Es sólo que... -terminó por suspirar con pesadez, sin levantar su mirada-, ¿no me veo bien, cierto?

Mi ceño se frunció. Y giré la mirada hacia mi lado izquierdo. Otra vez aquel par de pájarracos se reían "disimuladamente" mientras observaban a Elsa. No entendía porqué, ella se veía bien. Bonita. No un payaso como esas pelirrojas se hacian notar, incluso llegaba a pensar que trabajaban en el circo. Enserio, ¿por qué tanto maquillaje?
Fastidioso. Ya lo creo.

-Te vez linda -dije, decidido a callar a esas mujeres que ya me comenzaban a molestar-, no un payaso como ya sabes quienes. Me agrada la naturalidad -sus mejillas se sonrojaron, el par de pelirrojas se ofendieron.

-¿E-Enserio te gusto? -preguntó con suavidad e ilusión, me miraba con sus grandes ojos repletos de inocencia.

No supe que responder.
No me gusta. Ni creo que llegue a pasar, pero tampoco sería malo mentir un poquito, ¿o sí?