Solo por mi profesor (#2) PAUSADA

Capítulo 9

Alisson's POV

A pasado una semana desde la fiesta de Penny y Dion, y gracias a Dios he tenido cosas en que ocupar la mente desde entonces. Hemos ido de excursiones a la carretera, ido de compras con las chicas, y he practicado bastante con Liam a jugar a la pelota en la costa. Honestamente, ya comienzo a mejorar en eso ultimo.

Pero es inevitable que el tema de Alan y nuestra estúpida publicación juntos no salte entre mis pensamientos. Me he resistido a leerlo, solo porque no quiero mas recuerdos de él de los que ya tengo que soportar. Pero me inquieta saber porque no me he desecho de ese pedazo de papel todavía...

Y aparte, he estado buscando como loca a Jack. Pero desafortunadamente no he encontrado rastro de él. Es como si hubiese sido un fantasma. Probablemente fue una increíble coincidencia; pero mi mente no para de generar locas conspiraciones que explicarían de una forma preocupante como llegó Jack a mi mismo hotel.

Necesito profundamente concentrarme en el partido que estoy jugando contra Liam. Hemos estado a la orilla del mar con las raquetas en mano desde hace horas, y si no fuera porque hoy esta nublado; ya estaría empapada en sudor tal cual un puerco.

- ¿Alisson? - me grita Liam desde el otro lado de la improvisada cancha de arena mojada que inventamos. El sol todavía ni llegaba a medio día entre las nubes grises; hoy probablemente llovería. - ¿Te apetece un chapuzón en el mar?

Sonreí de oreja a oreja; si, me apetecía. Pero me negué.

Él frunció el entrecejo.

- ¡Solo si me ganas la siguiente partida! - respondí jugetona, y ahora le tocó a él sonreír como atontado.

A continuación, pegué el mejor de mis tiros con la raqueta, el mejor de mis intentos.

La bola de tenis voló, disparada desde mi esquina al otro extremo de la cancha de Liam.

Su sonrisa automáticamente se esfumó, y fue reemplazada por ese gesto de concentración que había aprendido a identificar en este ultimo tiempo; una característica demasiado propia de Liam. Entrecierra los ojos y se muerde el interior de mas mejillas, sin apartar la mirada de la pelota transformada en un misil.

Con el mínimo de sus esfuerzos, Liam dobla la cantidad de fuerza con la que yo le había golpeado a la bola, la cual en un chasquido bruto: sale disparada hacia el destino final de mi cancha.

Tal como una flecha, salgo abarrotada en un trote directo hacia la bola. Con la raqueta extendida y solo a milímetros del roce con la pelota, la miserable esfera de terciopelo aterrizaba cómodamente en la arena a mis pies.

Rendida ante mi perdida, en ganador desde el otro lado de la cancha lanza un grito de victoria, mientras se saca la camisa.

- ¡Si traes tu movil encima, mejor que lo dejes a un lado ahora! - me advirtió Liam, antes de correr hacia mi.

En un golpe suave, me subió a su hombro, y rodeó la parte de mis rodillas internas mientras yo hacia un intento de patalear para que me soltase.

- ¡Por favor Liam, hace muchísimo frío! - dije, y era verdad. Pero habíamos entrenado tanto que me vendría bien una refrescante ducha.

Sus piernas chapoteaban mientras se sumergían desde los tobillos a las rodillas, y de las rodillas a los muslos.

- Un trato es un trato. - dijo

Y se zambulló conmigo al hombro bajo una ola.

...

Con la camisa blanca y el buzo de pijamas empapado, salí cubierta en arena y algas hacia la orilla del mar.