Solo por mi profesor (#2) PAUSADA

Capítulo 27

Alan se fue para las chozas cuando yo volví a la sala del hospital, me ofreció acompañarlo a comer algo de camino a su habitación, pero contesté que no. Había quedado con Penny de volver, y no podía fallarle. Aprendí que no se debe priorizar una persona frente a la otra. Por lo menos no cuando se trata de mi mejor amiga.

Por ende, volví a la habitación del hospital. Penny estaba leyendo una revista cuando entré. Estaba sentada en el borde del ventanal, las cortinas estaban cerradas y ya que eran pasada la hora de almuerzo, Elizabeth estaba despierta.

- Allí estas. Han pasado 84 años... - soltó Penny, a lo cual yo solo reí.

- Es hora de irnos. - dije, y la cogí de la mano para levantarla y llevármela al carro. - ¿Estarás bien aquí con papá? - le pregunté, esta vez a Elizabeth.

Ella solo asintió. Y con eso me conformé.

Al mirar las ojeras pesadas bajo los ojos de Elizabeth, pensé en cuánto habría de dolerle tantos recuerdos de lo que había sucedido en un pasado. Sin embargo, su cara triste, su mirada pérdida: nada... nada de ella consiguió inspirar en mi algo de compasión por ella.
Pensé en Alan. En como soportaba mirarla e incluso ayudarla..., la objetividad que tiene para no desearle el mal a Beth. Ella literalmente lo engañó, le quitó un mejor amigo y un hijo. Quizá sea mi edad o mi personalidad rencorosa, pero no soportaría ver a una personas que me hubiese hecho tanto mal. Sentí una extraña clase de admiración por Alan, por su capacidad de perdonar que yo todavía no desarrollo, o quizá de compresión...

Intenté, por un segundo mirar la historia por parte de Elizabeth. Ella habría estado sola en ese entonces. Alan la había dejado por su deslealtad, y ella decidió dejar a Jack por cuenta propia. Entonces fue cuando descubrió que tendría que sería madre en un futuro próximo. De haber estado yo en sus zapatos..., yo habría entrado en pánico y probablemente haber abortado también. La diferencia es que yo solo tengo 18 y ella treintaitantos, por lo que sería esperable que tuviera una estabilidad emocional y económicamente mayor que la mía... pero uno nunca sabe, eso por eso que juzgar esta tan mal, porque uno nunca podrá llegar a entender bien todos los aspectos. Nunca.

Dejé los pensamientos para más tarde, y me concentré en la voz de Penny. Habíamos abandonado la habitación ya... y ahora cogiamos el elevador camino al carro de Penny.

- Y vas a contarme qué tal con el profe de lenguas? - preguntó la rubia, el recordatorio de que Alan había sido mi profesor, me hizo tomarle el peso al tiempo que había pasado desde ese apasionado juego entre los dos hacia unos meses atrás. Esas mariposas en el estomago y calor en el cuerpo. Sentir esa fuerza superior a mi que arrastraba mis pies en búsqueda de él, ni siquiera con la intención de hablarle, sino sólo de verlo. Añoré esos días.

- Somos amigos. - dije por fin. Luego solté un suspiro, el cual me arrepentí de inmediato en espirar ya que quedaba en claro que algo me preocupaba. La mirada de Penny fue acusadora. - o eso creo... no lo sé. - dije, apretando mis brazos contra mi cuerpo, en un escudo corporal que me permitía dejar de temblar. Luego de haber estado largos minutos cerca de Alan, haber digerido tanta información impactante de su historia y sus sentimientos... me dejaban estupefacta. - Esperó que podamos ser eso aunque sea, me daría una pena gigante perderlo para siempre. - dije, sorprendida de mi propia honestidad.

- No te preocupes. Estoy segura de que el piensa y quiere lo mismo. - respondió Penny. Y no hizo más preguntas.

...

Devuelta en las cabañas de Dion, Penny se fue directamente a buscar a su novio, con intención de obligarlo a que la invitara a comer algo, ya que ambas moríamos de hambre. Cuando nos encontramos al chico, el abrazo de la cintura a Penny y le besó la mejilla. Un gesto característico de Dion frente a la rubia. Acto seguido me saludo con un guiño de ojo y una sonrisa, yo le saque la lengua de forma ridícula e infantil, a lo cual el río.