Capítulo 21

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Había un semicírculo de personas que reunía a casi todas las personas que n el yate, alrededor de un barril de cerveza en el centro de la pista de baile. Este abarcaba casi toda la terraza, y pese a que la música estaba altisima, se escuchaba al unísono a la multitud cantándole a un muchacho para animarlo a beber del barril.

Me acerqué desde atrás, intentando abrirme paso para ver quien era el chico con la manguera en la boca. La gente estaba tan distraída que apenas me notaron pasar. Llegue adelante, ansiosa porque se me contagiará el buen ánimo, para darme cuenta que no era ni más ni menos que el borracho de Dion.

- BEBE! BEBE! BEBE! BEBE! - se escuchaba a la multitud. Y el anfitrión les daba el gusto, obedecía al pie de la letra. Dion estaba todo menos sobrio. Sin camisa, con sonrisa chueca y tambaleándose.

Sujeto con los dientes la bombilla, introduciéndosela a la boca, se aferró con ambas manos a los bordes del barril pesado y amplio que contenía litros y litros de cerveza, y se impulsó hacia adelante, quedando invertido sobre la superficie de la madera del tarro.

Quede boquiabierta y solté una carcajada, pero cuando pasaron unos pocos segundos comencé a preocuparme.

Dion estaba tambaleando y caería en cualquier instante. Así que sin pensarlo dos veces me paré adelante y corte la manguera doblándola con el puño.

Eso hizo reaccionar al chico perdiendo el equilibrio. Tres muchachos del público se me unieron, y cogieron el cuerpo completamente intoxicado de Dion, antes que cayera al suelo.

- ¡Dion! Por Dios, ¿cuánto haz tomado? - dije estupefacta, cuando el grupo de chicos dejaron a mi amigo en el suelo, me fijé en las pupilas dilatadas de Dion y en su cara relajada. Estaba tan borracheo que no me reconoció.

Si su padre estaba cerca, Dion era hombre muerto.

- Solo unas pocas... tantas tequilita... y Penniyiu... jajajajaja... - comencé a dudar si el alcohol era lo único que había ingerido este idiota.

- Si Penelope te ve así, te va a mat... - pero no fui muy precisa, no la verdad nada precisa. Ya que me encontraba en lo incorrecto. Penelope no tendría certeza de lo mal que estaba su novio, debió a que estaba muy ocupada emborrachándose a nivel similar que el moreno.

Justo cuando Dion comenzaba a recobrar la compostura, el semicírculo de personas que comenzaba a dispersarse, se volteó al mismo tiempo al escuchar...

- WUJUUUUUUU!!! - llamo la atención la rubia en un vestido plateado se colgaba de ambas manos lista para saltar, de un improvisado canopy, el cual consistía en una cuerda que bajaba desde el 3er piso del yate, hasta la parte delantera de este.

Penelope Torres se alejó de la baranda, lo cual me permitió volver a respirar. Gracias a Dios había recobrado la cordura y se había apartado del límite de la cuerda.

Cinco segundos después volvía al plano de visión, en pies descalzos y con el vuelo de haber corrido unos diez pasos antes de saltar confiando plenamente en la seguridad del palo que atravesaba la cuerda.

La bola de adrenalina que se había convertido mi mejor amiga, salió disparada hacia delante, como un rayo de cabello brillante y largo.

- DIOOOOOS!!! - gritó con una sonrisa en la cara, antes de que en pocos segundos el palo del cual se sujetaban sus pequeñas manos, llegase al tope de la cuerda, y el cuerpo delgado y alto de Penny, saltara sin control con dirección al océano.

- ¡PENELOPE! - grité desesperada, siguiendo en un trote rápido la dirección en donde se dirigía la chica, completamente a la deriva.

Pero ya era muy tarde.

Solo por mi profesor (#2) PAUSADA Where stories live. Discover now