4. Conociéndolo

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Los dedos de Magnus se deslizaron por teléfono mientras peleaba por contener un bostezo. No estaba seguro como se había oscurecido tan rápido, pero necesitaba hablar con Camille, si quería poder dormir. Marcando el número, se sentó a esperar, pasando sus manos por su cabello, escuchando el sonido del teléfono del otro lado. El sonido se detuvo de repente con un Magnus esperanzado.

– ¿Cam? –

– Hola tu, lo siendo, llama después. – gruño de frustración. – Por favor déjame un mensaje y yo te contestaré después. –Hubo un pequeño silencio y luego el zumbido mientras Magnus esperaba para dejar el mensaje.

– Hola Cam, ahora mismo realmente estoy considerando matarte. Contesta el teléfono. Es una real emergencia romántica y puede ser hasta fatal. Háblame pronto, los extraño a todos. – Magnus colgó, sabiendo que si el mensaje era demasiado largo Camille ni siquiera se tomaría la molestia en escucharlo.

Lanzando el teléfono a la cama, Magnus se recostó viendo el techo y suspirando. Aun vestido, maquillado y con sus pensamientos volviendo al adorable chico que le estaba dando tantos problemas, Magnus cayó dormido.

Descansó un poco y terminó despertando a la una de la mañana para ir al baño. Se limpió la cara, quitando el maquillaje e hidratándola. Se durmió de nuevo en bóxer, decidiendo que no podía dormir desnudo en una casa que no era la suya.

Se despertó alrededor de las ocho de la mañana. Algo temprano para él, pero el sonido bajo las escaleras le hizo pensar que no era temprano para los Lightwood. Saliendo de la cama y poniéndose un poco de maquillaje, bajo, vestido simple para el día. Sabiendo que era caluroso, se puso unos shorts rojos y una camisa blanca en v. Se peinó un poco y bajó.

Un grupo de los Lightwood le saludó, Jace y Max estaban sentados en el taburete, comiendo huevos tostadas y fruta. Jace miró sobre su hombro, odiando lo que fuera que le estaba diciendo su madre y saludó a Magnus. Max, estaba tan metido en un raro comic que ni siquiera lo notó. Maryse le escuchó, tenía el cabello en una coleta y estaba ocupada cocinando más huevos.

– Buenos días Maryse, – dijo Magnus dándole una sonrisa. Estaba usando un delantal sobre su ropa limpia. Impresionado de que fuera capaz de mantenerse limpia viviendo en una granja, fue a sentarse.

– ¡Buenos días! – dijo alegremente. – Max querido, ¿podrías ira a ver si Isabelle ya se levantó? – el pequeño la miró y asintió, levantándose de su asiento y casi chocando con Magnus.

Jace le lanzó una mirada extraña y le empujó una silla para él. Magnus dándose cuenta de la amigable invitación, se sentó y le dieron un plato con huevo.

– Gracias, dijo dándole Maryse una gran sonrisa y tomando el tenedor. Magnus se dispuso a comer mientras Jace volvía a la conversación que estaba teniendo con su madre antes de que el bajara.

– Así que, – dijo Jace, moviendo su desayuno. – Porque Simon está súper raro y la mamá de Clary por fin le deja hacer algo divertido, estaba pensado en tomar prestada la camioneta de Alec y llevarla al cine. – Sin saber realmente quienes eran esas personas, Magnus solo asumió que Clary era algo como su novia.

Maryse asintió desde su lugar. – Clary, mientras esté bien para tu hermano. Es su camioneta después de todo. ¿Cuándo quieres ir? – Jace se encogió de hombros y llevó su tenedor a la boca.

– Probablemente este fin de semana. –

Magnus miró el calendario en la pared, el cual estaba lleno de anotaciones con abreviaciones que significaban dios sabrá que, y se dio cuenta que hoy era jueves. Se había olvidado completamente de los días de la semana y encontró que el tiempo en la granja pasaba demasiado lento. Aunque, consideró que era la falta de actividad lo que hacía que sus días pasaran lento.

Big City (Malec UA)Where stories live. Discover now