25. Perfecto

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Solo tu no necesito más, te adoraría lo que dure la eternidad...





– Creo que este es mi favorito, – dijo Alec, pasando los dedos por un libro y caminando de regreso con Magnus en el piso.

– ¿Buenos presagios? – preguntó Magnus viendo con curiosidad el libro. – ¿Es del tal Neil Gaiman que escribió Coraline? –

– Entre otras, – dijo Alec feliz de que Magnus supiera quien era. – Y Terry Pratchett. Es increíble y divertida. –

– Entonces la leeré, – dijo Magnus, tomando el libro de las manos de Alec y abriéndolo. Se acomodó en el regazo de Alec y comenzó a leer. Alec solo sonrió y tomó El Gran Gatsby para leerlo.

Se sentaron en completo silencio, simplemente disfrutando la compañía del otro. Alec tenía razón, el libro era divertido, tanto que Magnus se encontró riendo y Alec solo le lanzaba miradas divertidas. Magnus deseó poder volver en el tiempo y decirse a si mismo que algún día iba a encontrar a Alec y su vida iba a estar bien. Magnus había tenido muchos novios, la mayoría solo le habían usado para el sexo o la popularidad. Y luego estaba Alec, tan perfecto que le hacía imposible no enamorarse cada vez más. No sabía si decírselo, él era el primero novio de Alec y no quería asustarlo. Pero era imposible no querer soltar las palabras cada vez que veía a su hermoso novio.

– Magnus, – dijo Alec, de repente, sacándole de sus pensamientos.

– ¿Huh? Estaba leyendo, – dijo Magnus, hablando más bajo de lo que quería.

– No, no es cierto, – dijo Alec, viéndole a los ojos. – Se que lees lento, pero nadie se lleva diez minutos en una página. Ni siquiera Isabelle. –

Magnus se quedó en silencio por un rato, por lo que Alec siguió.

– Tenemos que hablar, – dijo Alec, y Magnus sintió que su corazón se detenía. Con esas malditas palabras siempre terminaban todas las relaciones del mundo.

– ¿Vas a terminar conmigo? – Magnus soltó, intentando no entrar en pánico.

– ¿Qué? – ahora Alec estaba igual de alterado que Magnus. – ¿Por qué? No. claro que no. –

– Oh dios. ¿nadie te ha dicho que esas son las palabras clave de una ruptura? –

– No, – dijo Alec, confundido. – No tenía idea. Pero si tenemos que hablar, –

– Si me engañaste o algo así te advierto que me pondré a llorar como loco e incluso podría llegar a vomitar y...–

– Magnus, no es sobre nosotros, – dijo Alec, cortando el monólogo de Magnus y tomándole del rostro. – Encontré a tu papá. –

Magnus se sentó de golpe. – ¿Tu qué? –

– Se que no debía hacerlo sin decirte, – dijo Alec, nervioso. – Pero te veías tan triste por ello. Por lo que le pregunté a Jocelyn. Ella también salía en la foto, por lo que le conoce. No vive muy lejos de aquí. Es soltero, por lo que me dijo, y tampoco tiene hijos. Ella me dio su dirección y todo.

– Oh por dios. –

– Lo siento, – dijo Alec, mordiéndose el labio. – Se que no debí meterme, pero te quería ayudar. – Magnus seguía mirando a la pared. – ¿Magnus? –

– ¿Le encontraste? – preguntó Magnus, intentando volver en si. – ¿Tienes su dirección? –

– Si, – dijo Alec, aun viéndole cauteloso.

Big City (Malec UA)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin