Capítulo #14 (Parte 3, Nosotros)

1.3K 184 85
                                    

Subir este capítulo ha sido una odisea! Todo por ustedes, es que estoy sin internet y estoy desde mi celular (primera vez que lo hago y no me quedaron más ganas)
¡En vista de que no sé cómo hacer dedicatoria por aquí este capítulo va para todas, besos, gracias por estar allí!
(Canción versión piano de la Bella y la Bestia) ❤️
PD: sorry si se fue un mal guión o error 😅


—Ni tú y mucho menos tú se atrevan a interrumpirme mientras les hablo, ya bastante he callado durante años —nos amenazó decidida Tori a mi hermano y a mí, señalándonos con uno de sus dedos, la amenaza con más peso recayó en Troy. Supuse que lo hizo porque me daba a una idea de lo que ella tenía que decir y por otro lado su esposo trataría de asumir lo ocurrido él solo, achacándose la culpa total, vaya, como lo conocía su mujer, y no lo culpo, yo habría hecho lo mismo por Fiorella.

—Bien —asentí por mi propia seguridad. Troy, se removió inquieto a mi lado. Nos encontrábamos en el estudio de la suite de mis padres, puesto que allí estaríamos más cómodos y podríamos hablar con total calma sin interrupciones de mis pequeñas sobrinas o los alocados chistes de mi padre.

—Princesa, no es necesa... —intentó en vano decir mi hermano, fallando en su primer intento, que asumí sería el primero de varios intentos más por no permitir que su esposa se culpara por lo ocurrido.

No quería estar en sus zapatos la verdad. Victoria es una mujer de temple y carácter fuerte que no se deja dominar por nada ni por nadie y cuando ella da una clara advertencia, es mejor andarse con cuidado, pero Troy es otro caso, él era más dócil aunque cuando tiene que sacar su carácter a relucir, pues lo hace y ya, pero con su mujer, era la enorme diferencia, nunca hasta ahora he visto que no acate lo que ella dice a menos que sea en su contra como lo era en aquel caso. Se encogió de hombros y calló preparándose para la larga charla de su amada esposa.

Mierda, analicé el panorama de los hombres de la familia Bourke, éramos unos imbéciles completamente enamorados de nuestras mujeres.

Victoria, se quedó viendo fijamente unos segundos a su esposo, había tanta admiración en su mirada, cerró los ojos un instante y habló.

—Mi amor, te amo tanto, no dejo de dar gracia a Dios con cada despertar porque te tengo a mi lado y estuve a punto de perderte por mi falta de memoria pero me salvaste, me trajiste de regreso a ti desde aquel aterrador laberinto perdido en donde estaba, sin embargo debo asumir mi error, ¿por favor? —Tori bajó la guardia ante mi hermano, yo bajé la mirada, apretando las manos en puño, ¿por qué las cosas tuvieron que ocurrir de esa manera? Ya no los culpaba a ellos, no lo haría más y menos ahora que en la otra habitación se encontraba el primer fruto de ese amor escondido, Mía.

El destino nos jugó una mala pasada, lamentablemente fuimos víctimas de este y de nuestros tontos silencios.

—Te prometo no volver a interrumpirte, princesa —juró con voz ronca, Troy. Mi cuñada prosiguió dirigiendo sus ojos a mí.

—Te quiero Theo, siempre te voy a querer, no habrá manera alguna de cambiar eso pese a lo ocurrido, antes de ser mi novio, fuiste mi amigo, creo que eres yo en versión masculina —los tres reímos rompiendo un poco el ambiente tenso que pujaba por salir —para empezar hice mal en haberte aceptado como novio, ¿sabes por qué? porque no había amor como tal, no niego que me gustabas obvio ¡mírate! —observó a Troy, picara —amor no te pongas celoso, debo decirle estas cosas a Theo porque se encuentra débil, hay que subirle el ánimo —volvimos a reír al unísono —un simple gustar, no es suficiente para fortalecer una relación, ¿y qué hay del amor? sencillamente lo ignoramos y seguimos adelante, éramos más amigos que novios, te daba igual si yo no tenía ganas de verte o me la pasaba horas enteras en la pista del autódromo y a mí me importaba un pepino si te ibas solo a una disco o cualquier fiesta con tus amigos a las que yo no quería asistir, nos veíamos más en clases que fuera del aula, cada uno en sus vidas, en sus mundos, en sus sueños, fuimos una especie de pareja modelo, una pareja de revista idolatrada y admirada por nuestros amigos, la chica corredora de autos y el galán de la secundaria por el que la mayoría de niñas suspiraban excepto yo, porque incluso Ari, aquel día que te conoció se babeó por ti, por favor ni se te ocurra decirle esto a ella o tu hermano será un viudo joven

Adoración Secreta, libro  2 Bilogía Secretos, BorradorWhere stories live. Discover now